🧨🇲🇽Confirmado: A los 77 años, el expresidente Carlos Salinas de Gortari reaparece… y lo que reveló sacude las entrañas del poder mexicano 🕵️♂️🗝️
Carlos Salinas de Gortari no necesitaba volver.
Lo sabían sus allegados, sus detractores y sus aliados en la sombra.
Su figura, incluso en el silencio, seguía proyectando poder.
Pero esta semana, desde un rincón fuera del país —fuentes extraoficiales afirman que en Irlanda—, el expresidente mexicano reapareció con un mensaje que no tardó en filtrarse.
Un video.
Cuatro minutos.
Una mirada dura, un tono pausado… y una revelación que reventó como dinamita en los pasillos del poder.
“Lo callé durante años por respeto al país.
Pero ya no hay más tiempo”, comienza diciendo, con una serenidad que resulta aún más perturbadora.
Lo que sigue es un relato frío, quirúrgico, y profundamente político.
Sin nombrar directamente a nadie, Salinas deja entrever que existen acuerdos, documentos y decisiones clave de su sexenio que fueron “alteradas”, “borradas” o “manipuladas” por quienes lo sucedieron.
“México no entenderá su presente hasta que se atreva a mirar su pasado con los ojos abiertos”, afirma en una de las frases más inquietantes del video.
Pero lo más perturbador no fue lo que dijo… sino lo que insinuó.
Habló de una “traición interna”, de operaciones encubiertas que, según él, fueron desviadas intencionalmente para desestabilizar a su administración.
Habló de nombres que “un día saldrán a la luz”, y de un archivo clasificado que, de no ser revelado en vida, “será liberado después de mi muerte”.
Las reacciones no se hicieron esperar.
En Palacio Nacional, el clima fue descrito como “tenso y reservado”.
Algunos funcionarios optaron por ignorar el mensaje.
Otros, según fuentes cercanas, comenzaron a revisar archivos, comunicaciones antiguas y hasta órdenes judiciales que podrían vincularse a lo insinuado.
En redes sociales, el nombre de Carlos Salinas escaló al primer lugar en tendencias, acompañado por teorías, especulaciones e incluso mensajes de figuras internacionales que “siguen monitoreando” la situación.
Los medios más conservadores lo llamaron un “acto desesperado”.
Los críticos del régimen actual, en cambio, lo interpretaron como una advertencia.
“Salinas no da un paso sin calcular tres jugadas adelante”, dijo un exanalista de inteligencia en un programa nocturno.
“Si habló ahora, es porque algo se viene… o porque alguien rompió el pacto”.
También es clave lo que no dijo.
No mencionó a su hermano Raúl.
No habló del asesinato de Colosio.
No tocó el tema del Fobaproa ni del narcotráfico.
Pero sí dejó entrever que “hay verdades tan peligrosas, que no caben en ningún noticiero”.
Y con eso, encendió aún más la paranoia política que ya vive el país en vísperas electorales.
Fuentes cercanas afirman que Salinas prepara una serie de publicaciones escritas, probablemente en forma de memorias fragmentadas, y que ya habría entregado una copia sellada de su testamento político a una firma jurídica en Suiza.
El contenido es desconocido… pero algunos sospechan que contiene nombres, fechas y vínculos directos con figuras del presente.
¿Se trata de una advertencia velada? ¿De un intento por redirigir su legado antes de su partida? ¿O simplemente de una jugada maestra para reinsertarse en la narrativa nacional justo cuando menos se le esperaba?
Lo cierto es que, a sus 77 años, Carlos Salinas de Gortari vuelve a ocupar el centro de la conversación.
No con gritos.
No con escándalos.
Sino con lo más peligroso en política: el silencio que se rompe con precisión quirúrgica… y deja al país en vilo.
Porque cuando un expresidente habla así, no es por casualidad.
Y lo que viene después de esto… nadie lo puede anticipar.
