Su hija Anouchka, su favorita, es la única heredera del legado artístico y personal de su padre.
Los dos hermanos, Anthony y Alain-Fabrien, van a ir a por todas para llevarse lo que creen que es suyo.
Han pasado nueves meses desde el fallecimiento de una de las grandes leyendas del cine francés, Alain Delon, pero su memoria sigue muy vigente no solo por su carrera, sino por el cisma familiar generado en torno a su testamento.
Su hija Anouchka era su favorita y la nombró única heredera del legado artístico y personal de su padre, pero sus hermanos Anthony y Alain-Fabrien no están dispuestos a tragar y van a por todas en defensa de lo que consideran suyo.
La revista ‘Paris Match’ ha publicado el adelanto de un nuevo testamento de Alain Delon como parte del contenido de la nueva biografía del actor, lo que ha originado un enorme terremoto en el seno de la familia, y más concretamente entre los hermanos.
Sus tres hijos son Anthony, que es el primogénito nacido de su relación con la actriz y directora francesa Francine Canovas, Anouchka, su ojito derecho, y Alain-Fabien, el pequeño. Según ‘Les derniers jours du Samouraï’, la biografía de la periodista Laurence Pieau y el autor François Vignolle, Anouchka es la única heredera del legado artístico y personal de su padre.
Los biógrafos exponen que existía un segundo testamento secreto, fechado el 24 de noviembre de 2022, por el que que se le confiere a su hija todos los derechos morales del artista, una figura legal de derechos de autor que protege la relación personal del mismo con su obra.
Es resumen: Anouchka tendrá siempre la última palabra sobre el uso del nombre, la imagen y la obra de Alain Delon. Su derecho no es pequeño, pues esto significa que ninguna película, libro, documental ni nada que tenga que ver con la figura de su padre podrá realizarse sin su consentimiento negociado y firmado.
La sorpresa de los hermanos
La sorpresa ha sido mayúscula para los hermanos, que además participaron en la confección del libro sobre su padre. Tanto Anthony como Alain-Fabien desconocían por completo la existencia de este segundo testamento y ‘Paris Match’ ha avanzado que están «profundamente heridos» al conocer que no tienen ningún derecho sobre la herencia moral de su padre. «Básicamente es como si se quisiera cortar de raíz todos los lazos familiares», ha dicho Laurence Bedossa, abogada de Anthony y última consejera legal de Alain Delon.
Este segundo testamento fue elaborado, redactado y firmado con nocturnidad y alevosía. La rúbrica se produjo en Ginebra, en Suiza, en presencia de Anouchka y Christopher Ayella, el entonces abogado de confianza del actor francés. Por descontado, esto ha reavivado el fuego que supone la enorme fractura que ya existía en la familia cuando Alain Delon todavía vivía. La disputa de la herencia lo ha hecho saltar todo por los aires.
El desigual reparto de la herencia
Hace tiempo que el asunto está candente y el caso abrió un importante debate en Francia con respecto a las normas de sucesión patrimonial: la ley del país prohíbe desheredar a uno de los hijos, si bien en cambio sí permite beneficiar a uno o a varios por encima del resto, dividiendo en partes no iguales la herencia. Y esto es exactamente lo que hizo Alain Delon.
El actor hizo un reparto desigual de su fortuna de forma que la mitad fue a parar a Anouchka, mientras el otro 50% quedó para Anthony y Alain-Fabien (un 25% cada uno), según detalló en su momento el medio ‘Le Figaro’. «Si hubiera podido darle todo a Anouchka, lo habría hecho», advirtió entonces una persona cercana a la familia.
Anouchka tiene 34 años, Anthony cuenta 60 y Alain-Fabien es el benjamín, pues nació en 1994. La primera es también la albacea testamentaria junto con un notario suizo y un gestor patrimonial. Al principio de habló de una posible herencia entre los 150 y 350 millones de euros, pero las nuevas estimaciones hablan de 50 millones aproximadamente.
En su día, Anocuhka ya denunció a Anthony por difamación, amenaza y acoso, después de que el hermano mayor acusara a su hermana de estar manipulando a su padre y ocultar exámenes neurológicos. Y ahí siguen.
