¡BOMBA MUNDIAL! 💣 El chofer de la Princesa Diana habla por primera vez y su confesión deja helados a millones 😱
El nombre Henri Paul ha estado grabado en los archivos de la historia como el conductor que manejaba el Mercedes-Benz que se estrelló fatalmente el 31 de agosto de 1997 en París, acabando con la vida de la
princesa Diana, su pareja Dodi Al-Fayed y dejando al guardaespaldas Trevor Rees-Jones gravemente herido.
Durante todos estos años, la versión oficial lo señaló como el responsable: exceso de velocidad, consumo de alcohol y una persecución de paparazzis que terminó en tragedia.
Pero ahora, en un giro inesperado, una persona del círculo íntimo de seguridad de la familia Al-Fayed —quien asegura haber sido el conductor asignado inicialmente esa noche— ha decidido hablar.
Su identidad se mantuvo en secreto por motivos legales, pero su testimonio fue recogido en un documental inédito que será transmitido en los próximos días por una plataforma internacional.
En él, el conductor afirma que hubo una “orden directa de último minuto” para que Henri Paul condujera el vehículo, a pesar de que no estaba en condiciones óptimas ni físicas ni psicológicas.
“No era su turno.
Yo debía estar al volante esa noche.
Todo cambió minutos antes de salir del hotel Ritz”, revela con voz temblorosa y lágrimas contenidas.
Lo que más impactó de sus declaraciones fue su afirmación de que el cambio de conductor “no fue una coincidencia”.
Aunque no se atrevió a dar nombres, insinuó que hubo una decisión deliberada que alteró el curso de los eventos.
“Desde adentro se orquestó el cambio.
Yo no entendí por qué, pero lo acepté.
Hoy me arrepiento como nunca en mi vida”, afirmó entre sollozos.
La revelación encendió de inmediato las redes sociales y volvió a colocar sobre la mesa todas las teorías conspirativas que han rodeado la muerte de la princesa del pueblo.
¿Fue realmente un accidente? ¿Hubo mano negra? ¿Por qué un hombre que no estaba capacitado ese día terminó manejando el auto más vigilado de Europa en ese momento?
El exconductor también contó detalles escalofriantes del caos dentro del hotel antes de que partieran.
“Había una tensión extraña, como si todos supieran que algo iba mal.
Nadie hablaba claro, solo órdenes confusas.
Dodi estaba molesto, Diana nerviosa.
No era una salida común.
Fue una fuga”, explicó.
Estas palabras contradicen la narrativa de una simple escapada para evitar a los paparazzis y refuerzan la idea de que algo más oscuro estaba sucediendo detrás del telón.
El testimonio también incluye una confesión devastadora: “Durante años guardé silencio por miedo, pero también por culpa.
Si yo hubiera manejado, tal vez Diana estaría viva.
Tal vez todo habría sido diferente”.
Esta frase, que ha sido replicada millones de veces en redes y titulares, ha tocado el corazón del mundo entero, reavivando el dolor por la pérdida de una figura que marcó generaciones con su humanidad, su
elegancia y su lucha por causas sociales.
La Casa Real británica no ha emitido ningún comentario ante la nueva información, pero ya se especula que podrían buscar frenar la difusión del documental por “motivos de seguridad y respeto a la memoria”.
Sin embargo, el impacto ya es irreversible.
Lo que comenzó como un testimonio más, ahora ha escalado a un fenómeno mediático global.
El abogado de la familia Al-Fayed también ha pedido que se reabra una revisión del caso con base en estas nuevas declaraciones.
“Lo que él ha dicho no puede ser ignorado.
Exige una reevaluación urgente de los hechos”, declaró ante la prensa.
Mientras tanto, los fans de Lady Di inundan las redes con mensajes de dolor, justicia y nuevas preguntas que tal vez nunca encuentren respuesta.
A más de 27 años del accidente, el silencio se ha roto.
Y con él, también se ha quebrado la aparente calma de una historia que, para muchos, siempre estuvo incompleta.
La confesión del conductor no solo nos obliga a mirar atrás con nuevos ojos… también nos recuerda que la verdad, por más enterrada que esté, siempre encuentra la manera de salir a la luz.