La triste reflexión de Joaquín Prat tras la nueva entrevista de Isa Pantoja: “Era la casa del terror”
La nueva entrevista de Isa Pi en Telecinco, en la que ha hablado con detalles del episodio de la manguera o de cuando su madre le cortó el pelo a modo de castigo, ha generado un aluvión de reacciones. Entre ellas, la de Joaquín Prat, que este lunes en su programa ha empatizado con la hermana de Kiko Rivera.
“Isa definió a Cantora, cuando hace unos años salió de allí, como una jaula de oro. Y es la casa del terror”, ha lamentado en Vamos a ver.
A Joaquín le ha conmocionado especialmente el relato de la joven: “Cómo tiene que estar de desamparada esa niña con 16 años para que con toda la gente que había en la finca ese día tener que acudir a la representante de su madre”, ha lamentado, refiriéndose a cuando Kiko Rivera, supuestamente, roció a Isa con una manguera protagonizando uno de los episodios más desagradables que la joven recuerda de su adolescencia en la finca.
El relato de Isa Pantoja
Isa habló por fin con detalles del episodio de la manguera. Contó que con el conocimiento de su madre y tras descubrir que no era virgen, Kiko le echó agua con una manguera a su hermana para “purificarla” mientras ella, asegura Isa, estaba en ropa interior.
“Mi hermano empezó a zarandear la puerta y yo decido quitar el pestillo. Cuando abre directamente me da una bofetada. Se pone a buscar el teléfono por la habitación y yo bajo corriendo por las escaleras, entonces escucho unas voces raras que no reconozco y que eran de dos chicos que no estaban antes ahí.
Me asomo al salón de los toros y veo a Manuel (el hijo de Raquel Bollo) y a otro amigo de mi hermano hablando con mi tío. Rápidamente abro la puerta de la casa y salgo al porche desesperada“, contó Isa en el programa de Santi Acosta y Beatriz Archidona.
A continuación, según contó, ocurrió lo siguiente: “Me doy la vuelta y estaban allí mi madre y mi hermano. Mi hermano me dice que me quite la ropa y que ande. Desenrolla la manguera y yo me quedo en sujetador y en bragas, con el móvil lo dejo metido en la bota”.
Isa añadió: “En ese momento mi madre le dice a mi hermano que ella no puede ver eso y él le dice que se vaya. Ella se echa las manos a la cabeza y se va, dejándome allí sola. Y entonces yo le grité: “Dijiste que siempre estarías cuidándome. Me quería morir“.
Y sentenció: “Le supliqué que no me hiciera nada y empecé a pedir auxilio. Y el que salió fue mi tío Agustín, que le dijo que si estaba loco y sacó una toalla para secarme. Me convenció para que le diera el teléfono y lo di.
Entonces, llegó mi madre y me subió a su cuarto para ducharme con agua caliente y no volvimos a decir nada de lo que acababa de pasar. Me vi la cara en el espejo, tenía marcas, no me reconocía, no era yo“.