En 2020, el cantante sufría un accidente en un concierto junto a Joan Manuel Serrat en el WiZink Center en Madrid.
En 12 de febrero de 2020, Joaquín Sabina sufrió una aparatosa caída durante un concierto en el WiZink Center en Madrid. El artista pasó 10 días ingresado en la clínica Ruber Internacional y seis de esos días estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital. Llevaba aproximadamente media hora de concierto y estaba comenzando la canción ‘Mediterráneo’, ya que estaba de gira con Joan Manuel Serrat, cuando se cayó desde el borde del escenario. Aunque pudo volver con su actuación, sí que lo hizo en silla de ruedas para comentar que se había lesionado el hombro y que tenía que irse al hospital. Aunque parecía que no revestía gravedad, el artista ingresaba en la UCI con un hematoma intracraneal provocado por un golpe en la cabeza.
Este lunes 14 de noviembre, el cantante acudía a ‘El Hormiguero’ para promocionar su documental ‘Sintiéndolo mucho’. Un documental sobre su vida musical en el que se desarrolla su trabajo a lo largo de los últimos 15 años. En la película que estará en los cines el próximo jueves 17 de noviembre, salen imágenes de esa fatídica noche. “Me enteré al día siguiente después de dos operaciones. Yo quería seguir el concierto, pero una enfermera me dijo que me había roto la clavícula. No me enteré de nada”, recuerda Sabina.
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Días después de las operaciones, el madrileño se sentía aturdido: “Me pasaron cosas raras por la cabeza. Estuve hablando casi una hora con Javier Krahe. Le dije: ‘Sé que estás muerto, pero ¿cómo estás? Estuve tres o cuatro días así. Luego me enteré que la hostia fue muy importante. Arrastré un micro de hierro, que fue lo que realmente me dio en a cabeza”.
Diez días después de su ingreso, Joaquín Sabina ponía rumbo a su hogar por su propio pie y fumando un cigarrillo mentolado. Al artista lo acompañó su familia, que en todo momento estuvo muy pendiente de él. Sobre todo su pareja, Jimena Coronado que permaneció los diez días al lado del cantante. También sus hijas, Rocío y Carmela acompañaban a su padre durante estos diez días. Además del hematoma intracreneal por el que fue operado, Sabina sufrió ligeras fracturas en el hombro, por lo que tuvo que realizar mucho reposo y meses de rehabilitación.