El menú secreto

La Familia Real disfruta de una visita sorpresa a Catarroja, degustando un menú típico valenciano en el restaurante Albufera mientras muestra su apoyo a los afectados por la DANA.

Así fue la visita sorpresa de la familia real a Catarroja

Este fin de semana, la localidad de Catarroja, en Valencia, vivió una de las sorpresas más grandes de su historia reciente: la Familia Real Española, encabezada por los Reyes Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, se dejaron ver por la zona de manera inesperada.

A menos de 48 horas de las celebraciones de Nochebuena, la visita, que no formaba parte de la agenda oficial, dejó a los vecinos perplejos y generó un sinfín de preguntas sobre el motivo real de la excursión.

Mientras la Comunidad Valenciana aún trata de recuperarse de los efectos devastadores de la DANA, los Reyes aprovecharon la ocasión para recorrer las calles de Catarroja y conocer de cerca cómo evolucionan las zonas más afectadas por la catástrofe natural.

Lo que muchos no esperaban era que, además de su paseo por el mercado municipal y las principales avenidas del pueblo, la Familia Real decidiera hacer una parada gastronómica en el restaurante Albufera, uno de los más emblemáticos de la región, donde se sirvió un menú exclusivo que, como era de esperar, no pasó desapercibido.

Los trabajadores del restaurante no tardaron en compartir en sus redes sociales imágenes de su encuentro con los monarcas, capturando el momento en que los Reyes y sus hijas se sentaban a la mesa, rodeados de un ambiente familiar y cercano, sin el protocolo habitual de sus actos oficiales.

Sin embargo, lo que realmente llamó la atención fue el menú que degustaron en su visita a El Palmar, el corazón gastronómico de la Comunidad Valenciana.

 

 

 

Los otros planes de los Reyes junto a sus hijas en Valencia: comida en el  restaurante Albufera y paseo

El restaurante Albufera, conocido por su especialización en arroces y paellas, abrió sus puertas en 1963 y se ha ganado una reputación que lo coloca como uno de los puntos de referencia para quienes desean probar lo mejor de la cocina valenciana.

Según uno de los propietarios del establecimiento, los Reyes y sus hijas comenzaron la comida con un “tomatito del Perelló”, una especie de entrada considerada un verdadero lujo en la zona.

Apodado como el ‘caviar de la huerta del parque de la Albufera’, este tomate es muy apreciado por su sabor y textura excepcionales, una delicia que, según el propietario, los Reyes degustaron con gran entusiasmo.

Tras este exquisito entrante, no podía faltar el plato principal que ha hecho famoso al restaurante: la paella tradicional valenciana.

El arroz, cocinado a la perfección, fue el centro de la comida, y como no podría ser de otra manera, la Familia Real disfrutó de este clásico de la gastronomía local.

Pero la sorpresa no terminó ahí. También hubo espacio para el arroz negro, una especialidad que combina marisco y un delicado caldo de pescado, y los melosos, un tipo de arroz que se prepara con un caldo más espeso y sabroso, ideal para los paladares más exigentes.

Sin embargo, lo que realmente sorprendió a los comensales y trabajadores del restaurante fue la discreción con la que la Familia Real decidió disfrutar de su comida.

A pesar de la notoriedad del lugar y la trascendencia de su visita, los Reyes se comportaron como una familia más, sin que la presencia de los monarcas alterara el ambiente.

De hecho, los empleados del restaurante comentaron que, en un primer momento, recibieron una reserva para cuatro personas a nombre de un supuesto escolta, lo que hizo que la familia real evitara cualquier trato preferencial.

“Nos llegó una reserva para cuatro personas, y pensé que sería algún escolta o algo. Supongo que el Rey no quería que nadie se diera cuenta de que era él”, comentó uno de los trabajadores del restaurante.

A lo largo de la comida, los Reyes y sus hijas se mostraron cercanos y accesibles, charlando con los comensales y atendiendo a todos aquellos que les pidieron una fotografía.

A pesar de que los Reyes se encontraban en un lugar público, el ambiente se mantuvo relajado y familiar.

“Todo muy normal”, relató uno de los propietarios, quien destacó la cercanía de los monarcas, quienes no dudaron en posar para las fotos y conversar con el personal del restaurante después de la comida.

“Son gente supernoble, muy cercanos. Nos tocó El Gordo”, afirmó el dueño del restaurante, aludiendo a la suerte que tuvieron al recibir a la Familia Real en su establecimiento en un momento tan especial.

 

 

 

FOTOS | Los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía comen en el  restaurante Albufera de El Palmar (Valencia) | Las Provincias

Este gesto de cercanía por parte de la Familia Real es más significativo si se tiene en cuenta el contexto en el que se produjo la visita.

A tan solo unos días de las celebraciones de Navidad, los Reyes Felipe y Letizia no solo aprovecharon para disfrutar de la gastronomía local, sino también para hacer un guiño a los vecinos de la Comunidad Valenciana que aún luchan por recuperar sus vidas tras la catástrofe natural.

La DANA dejó un rastro de destrucción por la región, y aunque los Reyes no dieron detalles de los motivos personales de su visita, es evidente que su presencia en Catarroja tenía como objetivo mostrar apoyo a la población local y hacer visible su compromiso con las áreas afectadas por las lluvias torrenciales.

A lo largo de los últimos meses, los Reyes y la Reina Letizia han estado muy involucrados en los esfuerzos de ayuda a las víctimas de la DANA, con visitas a las zonas más afectadas y reuniones con diferentes organismos y autoridades para coordinar los esfuerzos de reconstrucción.

Esta visita no solo fue una muestra de solidaridad, sino también una manera de agradecer a los valencianos por su resiliencia ante la adversidad.

En este sentido, los Reyes y sus hijas aprovecharon la oportunidad para recorrer las principales calles de Catarroja, donde fueron recibidos con entusiasmo por los vecinos, que no dudaron en fotografiarse con ellos y expresar su apoyo.

“La gente estaba encantada, les gritaban ‘¡Vivan los Reyes!’”, comentó uno de los testigos de la visita.

Después de la comida, la Familia Real siguió su recorrido por el municipio, sin prisa, disfrutando de la cercanía de los habitantes de la zona, quienes se sintieron agradecidos por este gesto inesperado.

Lo que comenzó como una visita sorpresa a Catarroja terminó siendo una de las jornadas más especiales para los habitantes de la localidad.

A través de este sencillo pero significativo acto, la Familia Real no solo mostró su apoyo a las víctimas de la DANA, sino también su cercanía y aprecio por los ciudadanos de Valencia, quienes, a pesar de las dificultades, continúan adelante con optimismo y esperanza.

Y, por supuesto, el menú degustado por los Reyes en el Restaurante Albufera pasará a formar parte de una de las historias más entrañables de este final de año.

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