El incendio de Notre-Dame en 2019 reveló sarcófagos antiguos y artefactos históricos que ofrecieron información inédita sobre personas y sociedades de hace más de 2000 años.

Desde tiempos inmemoriales, el mito de la Atlántida ha capturado la imaginación de millones. Este continente perdido, descrito como una civilización avanzada y rica en tecnología, ha sido objeto de fascinación y especulación.

¿Realmente existió o es solo una leyenda? La historia de la Atlántida se remonta a las palabras del filósofo griego Platón, quien, en sus diálogos “Critias” y “Timeo”, presenta una descripción detallada de esta mítica isla.

Según Platón, Atlántida era una vasta isla situada más allá de las Columnas de Hércules, lo que hoy conocemos como el estrecho de Gibraltar.

Se dice que esta civilización, que existió alrededor del 10,000 a.C., era un lugar de grandes riquezas y avances tecnológicos, pero su destino final fue trágico: se hundió en el océano en un solo día y una noche debido a un cataclismo.

El relato de Platón ha intrigado a historiadores, arqueólogos y entusiastas por siglos. Se cree que su conocimiento sobre Atlántida provino de Solón, un legislador ateniense que escuchó historias sobre una gran civilización en Egipto, que había existido 9,000 años antes.

Platón, fascinado por el tema, consultó a estudiantes de Pitágoras y otros conocedores de mitología y geología antigua.

Sin embargo, durante la mayor parte de su vida, Platón se abstuvo de escribir sobre la Atlántida, y solo al final de su vida decidió transmitir lo que sabía, con la esperanza de preservar la historia de esta civilización perdida.

La Atlántida de Platón no era un continente en el sentido estricto, sino más bien una isla de grandes dimensiones, rica en metales y recursos naturales. Su capital, descrita como una ciudad circular con tres anillos concéntricos, era un centro de poder y riqueza.

Sin embargo, la historia de su destrucción es igualmente fascinante. Platón menciona que la Atlántida fue arrasada por un evento catastrófico, seguido de un periodo oscuro en el que se perdieron todas las artes y ciencias.

Los estudios geológicos y oceanográficos han tratado de ubicar la Atlántida en el mapa, sugiriendo que podría haber sido un continente volcánico en la dorsal mesoatlántica, conectado temporalmente a Europa, África y América del Norte.

Durante su mayor expansión, Atlántida formaba una masa terrestre casi continua, pero eventualmente se fragmentó en islas, siendo la del Norte, Poseidonis, una de las más prominentes.

Sin embargo, el destino de esta civilización sigue siendo un enigma. ¿Realmente estaba ubicada donde se sugiere? La búsqueda de la Atlántida ha llevado a muchas teorías y especulaciones, algunas más esotéricas que otras.

Una de las teorías más intrigantes proviene de Ismael Pérez, quien sugiere que Atlántida fue creada por seres humanoides de las Pléyades en la quinta dimensión.

Según él, estos seres integraron el mundo espiritual y material, alcanzando un alto desarrollo tecnológico. Esta visión es complementada por la enseñanza teosófica que describe a la cuarta raza, los atlantes, como gigantes que alcanzaron la cúspide del desarrollo físico.

Se dice que poseían un tercer ojo, un órgano espiritual que con el tiempo se fue perdiendo debido a la corrupción de la humanidad.

La civilización atlante, según Edgar Cayce, un famoso psíquico, se desarrolló en varias etapas, y su existencia abarcó un periodo de 20,000 años.

Cayce menciona que los atlantes eran una mezcla de diferentes razas que aparecieron simultáneamente en varios lugares del mundo, creando así una rica diversidad cultural.

Sin embargo, la historia también está marcada por conflictos internos entre dos facciones: los hijos de la ley del uno, que buscaban mantener la pureza de la raza humana, y los hijos de Belial, que abogaban por la gratificación sensual y el uso de los híbridos como esclavos.

Este conflicto interno, combinado con el abuso de la tecnología, llevó a la destrucción de la Atlántida en tres catástrofes separadas.

La historia de la Atlántida no solo se limita a su existencia y destrucción; también habla de sus impresionantes logros tecnológicos.

Se dice que los atlantes desarrollaron una tecnología avanzada, capaz de manipular la energía y el tiempo. Utilizaban cristales para amplificar la energía solar y comunicarse con el mundo espiritual.

La leyenda sugiere que los atlantes podían viajar por el aire y bajo el agua, gracias a sus innovaciones. Sin embargo, la búsqueda de poder y control llevó a su eventual caída, recordándonos que el conocimiento y la tecnología deben ser utilizados con responsabilidad.

Hoy en día, el misterio de la Atlántida sigue vivo. A medida que los investigadores continúan explorando sus posibles ubicaciones y desentrañando su historia, la fascinación por esta civilización perdida no muestra signos de disminuir.

La Atlántida no es solo un mito; representa la búsqueda de conocimiento y la advertencia sobre los peligros de la ambición desmedida.

Su legado perdura, invitándonos a reflexionar sobre nuestras propias civilizaciones y el rumbo que tomamos en nuestra búsqueda de la verdad.