La Familia Real sorprende a los vecinos de Catarroja con una visita inesperada dos meses después de la DANA, coincidiendo con la celebración de un golpe de suerte en la Lotería.
Este domingo, la ciudad de Catarroja ha sido el escenario de una visita que nadie esperaba.
Los Reyes Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, se han presentado en la localidad valenciana de manera totalmente sorpresiva, sin previo aviso y sin formar parte de la agenda oficial de Casa Real.
La familia ha realizado una visita privada a esta zona afectada por las devastadoras lluvias de la DANA, que arrasaron la región hace dos meses.
El propósito de este desplazamiento no era otro que mostrar el compromiso real con las víctimas de la catástrofe, a la vez que compartir con los vecinos un momento de cercanía y apoyo.
Catarroja, uno de los municipios más golpeados por la riada, fue el epicentro de esta inesperada visita.
La ciudad, que todavía se recupera de los daños materiales y emocionales causados por la tormenta, ha recibido con asombro a los monarcas y sus hijas.
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, que no habían tenido la oportunidad de acompañar a sus padres en las visitas oficiales a las zonas afectadas, han sido testigos de los daños y la resiliencia de los habitantes de la región.
La presencia de la Familia Real ha sido un impulso de ánimo para los residentes, quienes se han mostrado especialmente agradecidos.
Sin embargo, lo que realmente ha hecho aún más especial esta jornada es que, mientras los Reyes paseaban por el centro de Catarroja, se ha celebrado un golpe de suerte para la ciudad: un “pellizco” del tercer premio de la Lotería de Navidad ha caído en la localidad.
Un número muy esperado, el 11840, ha repartido medio millón de euros, un premio que ha llegado como un respiro a los habitantes que aún luchan por reconstruir sus vidas tras la DANA.
La coincidencia entre la presencia de los Reyes y este “milagro” de la Lotería ha convertido el día en una celebración de esperanza.
La visita, que ha sido breve y sin protocolo oficial, ha durado apenas 30 minutos, pero ha sido suficiente para que los Reyes se acercaran a los vecinos, saludaran a los presentes y se tomaran fotos con aquellos que se acercaron para capturar el histórico momento.
Durante este tiempo, la Familia Real ha mostrado un lado cercano y accesible, lejos de la rigidez de las visitas oficiales.
Acompañados de su equipo de seguridad y el jefe de protocolo de la Casa Real, los Reyes han caminado por las calles del municipio, conversando con los residentes y mostrando su apoyo incondicional.
La sorpresa para los vecinos ha sido total. Ni el Ayuntamiento ni la Delegación de Gobierno habían sido informados de la visita, lo que ha aumentado la sensación de espontaneidad y cercanía que ha caracterizado este encuentro.
Según los testimonios de los habitantes, el recibimiento fue cálido y lleno de admiración.
“Nos ha pillado a todos por sorpresa, pero es maravilloso verlos tan cercanos, haciéndose fotos con todos los que querían”, comentó el propietario de uno de los restaurantes locales, quien también destacó el hecho de que los Reyes se detuvieran a disfrutar de la ciudad, sin ninguna prisa.
Este fue el primer desplazamiento a Catarroja de los Reyes tras la catástrofe.
Aunque ya habían visitado otras localidades afectadas como Paiporta, Chiva, Utiel y Letur, Catarroja no había sido incluida en sus recorridos anteriores.
Durante esos viajes, el Rey Felipe VI se desplazó en solitario para conocer los esfuerzos de los equipos de rescate y los militares, mientras que su esposa, la Reina Letizia, acompañaba al monarca en otros puntos de la provincia.
La sorpresa no terminó en Catarroja. Después de la visita exprés a la localidad, la Familia Real se dirigió hacia la famosa Albufera, donde disfrutaron de una tradicional paella en el restaurante El Palmar, uno de los más reconocidos de la zona.
En este entorno tan característico de la Comunidad Valenciana, los monarcas y sus hijas pudieron degustar los sabores típicos de la región antes de proseguir con su ruta hacia otras localidades cercanas como Picanya y Alaquàs, también afectadas por las inundaciones.
Cabe destacar que este viaje se ha realizado durante las vacaciones navideñas de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
La hija mayor de los Reyes se prepara para un 2025 lleno de desafíos, ya que en los próximos meses se embarcará en una travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, lo que marcará el inicio de su formación militar.
Mientras tanto, la Infanta Sofía continúa sus estudios en el prestigioso internado de Gales, donde finaliza el Bachillerato Internacional.
Esta visita a la zona afectada por la DANA, por tanto, no solo ha sido una forma de mostrar solidaridad, sino también un momento para las hijas de los Reyes de conectar con la realidad que viven sus conciudadanos.
Al final del día, la sorpresa de la visita de los Reyes y sus hijas se ha convertido en un símbolo de esperanza para los vecinos de Catarroja, quienes, a pesar de las dificultades que todavía enfrentan, se han sentido acompañados por su Familia Real en este proceso de recuperación.
Además, la coincidencia con el golpe de suerte en la Lotería ha sido el toque perfecto para cerrar un día que, sin duda, quedará en la memoria de todos los que fueron testigos de este gesto de cercanía y apoyo por parte de los monarcas.
Esta visita ha demostrado una vez más la cercanía de los Reyes con los ciudadanos, aunque en este caso, lo ha hecho en el contexto de una situación complicada y dolorosa para muchos
La Familia Real ha mostrado, una vez más, que no solo está presente en los momentos festivos y de celebración, sino también en los difíciles, cuando la solidaridad y el apoyo son más necesarios que nunca.