Jaime de Marichalar, exmarido de la Infanta Elena, sigue siendo protagonista en la prensa internacional, especialmente en Reino Unido, debido a su perfil público y su vida de lujo tras su divorcio en 2009.
El exmarido de la Infanta Elena, Jaime de Marichalar, sigue siendo un nombre que no pasa desapercibido en los titulares, tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
A pesar de que su divorcio con la hija del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía se oficializó en 2009, Marichalar se mantiene en el foco de atención, esta vez, por un artículo reciente publicado en un conocido medio británico.
En este artículo, se hace una revisión exhaustiva sobre la figura de la Infanta Elena, y, como consecuencia, el nombre de su exmarido resurge, ocupando de nuevo titulares en un contexto internacional.
El artículo en cuestión, publicado en la famosa revista británica ‘Tatler’, destaca las características de la Infanta Elena, conocida por su elegancia y su impecable sentido de la moda, pero también por su vida familiar, cultivada con un “cálido y afectuoso” entorno.
En este perfil, se menciona a Jaime de Marichalar como una figura clave de su pasado.
Así, su nombre vuelve a la palestra, no solo por la relevancia de su matrimonio con la Infanta, sino también por el matrimonio que, tras doce años, terminó en una separación que acaparó la atención de la prensa de todo el mundo.
Aunque la revista británica se concentra principalmente en el estilo de vida de la Infanta Elena, la mención de su vínculo con Marichalar, que comenzó en 1995 y terminó en 2009, no pasa desapercibida.
Se señala, además, el carácter “espectacular” de su boda, a la que asistieron 39 casas reales y miles de personas para ser testigos de la unión de los entonces jóvenes enamorados.
De forma sorprendente, el artículo se limita a mencionar brevemente su separación en 2007, un hecho que marcó el principio del fin de su relación.
No obstante, el divorcio no se formalizó hasta tres años después, en 2009, dejando al público especulando sobre los motivos de un distanciamiento tan prolongado.
Lejos de quedar al margen de la vida pública tras la ruptura, Jaime de Marichalar ha seguido siendo una figura relevante en diversos círculos. Aunque su relación con la Casa Real se fue enfriando, su presencia en eventos de alto perfil no desapareció.
En la actualidad, Marichalar se dedica al sector del lujo, asesorando a diversas firmas y dirigiendo su propia marca de sastrería, un negocio que lo ha vinculado a personalidades influyentes del mundo de la moda.
Esto le ha permitido mantener una posición destacada, aunque fuera del radar de los medios que tradicionalmente cubren las actividades de la Familia Real.
Marichalar, que hoy en día reside en uno de los barrios más exclusivos de Madrid, a tan solo unos minutos en coche de la Infanta Elena, sigue siendo un hombre que se mueve en círculos de alto estatus.
Su casa, una impresionante propiedad de 735 metros cuadrados, es más grande que el piso de la Infanta, quien vive en una residencia de 500 metros cuadrados.
La vivienda de Marichalar no solo destaca por su tamaño, sino también por su lujo: cuenta con chimenea, piscina en la azotea, patio y una zona de servicio bien equipada.
La casa fue adquirida en 2005, tras su separación de la Infanta Elena, con una hipoteca que en su momento parecía desorbitada, pero que él consideró una inversión irrefutable.
A pesar de los rumores que surgieron en el pasado sobre una posible venta de su propiedad, Jaime de Marichalar ha desmentido de forma rotunda tales especulaciones.
En una de las pocas entrevistas que ha concedido, aseguró que no tiene intención de vender su hogar, y mucho menos de mudarse. “Ni vendo, ni estoy interesado en vender, ni he mirado ninguna otra vivienda por la zona para mudarme.
No me voy de España y no dejaré una casa donde estoy encantado y que será la herencia que deje a mis hijos”, afirmó con contundencia.
Estas palabras, que parecen tranquilizar a los medios, también dan cuenta de la estabilidad personal y financiera que Marichalar ha conseguido a lo largo de los años.
La relación de Jaime de Marichalar con la Infanta Elena ha sido objeto de numerosos titulares a lo largo de los años, pero su imagen pública, sobre todo fuera de España, ha adquirido una nueva dimensión.
Si bien la separación fue un tema candente en su momento, la figura de Marichalar ha logrado mantenerse relevante, a pesar de su bajo perfil mediático.
En la actualidad, pocos son los que se atreverían a cuestionar su éxito y su capacidad para mantenerse en la cima, sin la necesidad de estar constantemente en el ojo público.
Marichalar, por tanto, no es solo un hombre asociado a un pasado principesco y a una ruptura mediática, sino que ha sabido forjar un camino propio en el mundo del lujo y la moda, un sector donde se mueve con elegancia y discreción, alejado de las polémicas que en su momento rodearon su vida privada.
Mientras tanto, la Infanta Elena continúa su vida pública de forma similar, disfrutando de su familia y su posición, aunque su historia con Marichalar sigue siendo una de las más comentadas.
El artículo de ‘Tatler’ sobre la Infanta Elena, aunque breve en su mención a Marichalar, ha reavivado el interés por el exduque de Lugo, demostrando que, a pesar de los años, la figura de Jaime de Marichalar sigue siendo relevante y, a veces, impredecible.
¿Qué le depara el futuro? Eso es algo que solo el tiempo dirá, pero por ahora, se mantiene como una de las figuras más enigmáticas y fascinantes del panorama social español, una que, lejos de desaparecer, sigue siendo noticia.