Mariana Upegui, una joven de 16 años destacada por su inteligencia y liderazgo, perdió la vida en un trágico accidente de autobús en Remedios, Antioquia.

En un trágico accidente ocurrido en Remedios, Antioquia, Colombia, la vida de Mariana Upegui, una joven de solo 16 años, se apagó de manera repentina, dejando a su familia y amigos sumidos en el dolor y la incredulidad.
Mariana, descrita por su familia como “una niña muy juiciosa”, era conocida por su dedicación a los estudios y su compromiso con el bienestar de los demás.
Este suceso ha conmovido a la comunidad y ha suscitado una serie de testimonios desgarradores de aquellos que la conocieron.
La tía de Mariana, Alejandra Ospina, compartió con gran pesar los recuerdos de su sobrina. “Era una niña muy inteligente, siempre entregada a su educación y a sus compañeros.
Nunca necesitó que le preguntáramos si había hecho la tarea; ella se encargaba de todo por su cuenta”, recordó Alejandra, visiblemente afectada.
Mariana no solo se destacaba académicamente, sino que también era una líder entre sus compañeros, ocupando cargos como contralora y representante estudiantil. “Siempre estaba en pro del bienestar de todos, le hacía feliz ver a los demás felices”, añadió.
El día del accidente, Mariana y un grupo de compañeros regresaban de un viaje a Coveñas, un viaje que había sido organizado por ellos mismos.
“Ella estaba muy emocionada por el viaje, había estado esperando esto durante mucho tiempo”, comentó Simón García, un amigo cercano que había tenido una relación con Mariana.
Sin embargo, antes de regresar, Mariana había informado a su familia que el autobús presentaba fallas.
“El bus estaba varado, pero no lograron conseguir otro a tiempo”, relató Alejandra. Esta información se convirtió en la última comunicación que tuvieron con ella antes de la tragedia.
El viaje, que debía ser una celebración de su juventud y logros, se tornó en una pesadilla.
Mariana había pasado el examen de admisión a la Universidad de Antioquia con un puntaje sobresaliente y estaba ansiosa por comenzar su carrera en literatura, con el sueño de convertirse en maestra.
“Ella tenía planes grandes, estaba ilusionada por su futuro”, expresó su tía, quien también es egresada de la misma universidad.
Los testimonios de sus compañeros también resaltan la calidad humana de Mariana. “Era una amiga increíble, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Tenía una empatía que la hacía especial”, dijo una compañera de clase.
Mariana no solo se destacaba en su vida académica, sino que también era una persona con un profundo sentido de comunidad. “Siempre buscaba la manera de apoyar a sus compañeros, de hacer el bien”, añadió su tía.
La noche del accidente, Mariana y sus amigos estaban ansiosos por regresar a casa. Sin embargo, el destino les tenía preparado un desenlace trágico.
La familia de Mariana recibió la noticia de que el autobús había tenido un accidente, y con ello, la vida de la joven prometedora se extinguió.
“Estamos destruidos. No solo hemos perdido a Mariana, sino a otros 15 jóvenes que también estaban en el autobús”, dijo Alejandra, con lágrimas en los ojos.
Simón, quien había sido el primer novio de Mariana, también compartió su dolor. “Ella estaba muy emocionada por el viaje. Era algo que realmente esperaba. La última vez que hablamos, ella estaba feliz, pero no tuvimos la oportunidad de despedirnos”, expresó.
Su relación, aunque complicada, estaba llena de cariño y respeto mutuo. “Siempre la recordaré como una persona increíble, llena de luz”, añadió Simón.

La tragedia ha dejado una huella profunda en la comunidad del Liceo Antioqueño, donde Mariana estudiaba. Sus compañeros, maestros y familiares se han unido para recordar su legado y el impacto que tuvo en sus vidas.
“Mariana era una luz en nuestras vidas. Su ausencia se siente en cada rincón de la escuela”, comentó un profesor que la conocía bien.
La familia de Mariana ha decidido honrar su memoria transformando su dolor en amor y apoyo a los demás. “Queremos recordarla con amor, como ella siempre lo hizo con nosotros. No es justo que su legado se convierta en tristeza”, afirmó Alejandra.
Esta tragedia ha servido como un llamado a la acción para la comunidad, instando a una mayor atención a la seguridad en los viajes escolares y la importancia de cuidar a los jóvenes.
Mariana Upegui será recordada no solo por su brillantez académica, sino también por su bondad y su deseo de ayudar a los demás. Su historia es un recordatorio del impacto que una sola vida puede tener en la comunidad y la importancia de valorar cada momento.
La tragedia en Remedios ha dejado un vacío que será difícil de llenar, pero el amor y los recuerdos de Mariana vivirán en los corazones de quienes la conocieron.