La historia de amor secreta y prohibida entre Joan Manuel Serrat y Candela Tiffón, que trascendió a pesar de la diferencia de edad y las dificultades sociales.

A sus 81 años, Joan Manuel Serrat sigue siendo una de las figuras más queridas de la música española.

Aunque se deja ver poco en actos sociales, siempre genera gran expectación cuando aparece en público, como ocurrió el pasado otoño en Oviedo, donde asistió a los Premios Princesa de Asturias acompañado de su esposa, Candela Tiffón.

La pareja fue recibida con una calurosa bienvenida, y el músico, que recientemente cumplió 81 años, mostró una sonrisa sincera, sabiendo que estaba viviendo un momento único.

Durante esos días, se les vio en varias actividades, como una visita a la Fábrica de Armas de la Vega y un encuentro con estudiantes en el Colegio Río Nora.

Sin embargo, detrás de esa imagen pública perfecta se esconde una historia de amor que comenzó en circunstancias complicadas y que, con el paso del tiempo, ha perdurado a pesar de todo.

La relación de Serrat con Candela Tiffón, una joven catalana 14 años menor que él, empezó como un amor prohibido. En 1978, cuando ella tenía solo 20 años y él ya había alcanzado los 34, el romance fue todo un escándalo.

En esa época, Serrat ya era una estrella consagrada, pero también se encontraba en una etapa de su vida marcada por su exilio en México debido a su postura contra el régimen franquista.

Fue durante sus visitas clandestinas a España, por motivos de seguridad, cuando conoció a Candela, que entonces estudiaba COU y estaba empezando a forjar su carrera como modelo.

El primer contacto entre ellos fue un flechazo. Candela, hija del director general de la Feria Internacional de Muestras de Barcelona, José Antonio Tiffón Brugarolas, no tardó en llamar la atención del cantante.

Según sus propias palabras, Serrat la cortejó de una manera muy particular, llevándole caramelos hasta la puerta del colegio.

La diferencia de edad y el contexto social en el que ambos vivían hicieron que su relación fuera vista con recelo. Sin embargo, a pesar de las dificultades, su amor floreció.

En 1978, la noticia de su boda secreta fue filtrada por la revista Lecturas. Al principio, el cantante negó los rumores, pero la situación quedó clara cuando los fotógrafos sorprendieron a la pareja paseando juntos por Camprodón, en Girona.

Fue entonces cuando Serrat confesó que se había casado en secreto con Candela en un juzgado, sin grandes celebraciones, pero con una profunda conexión.

El amor entre ellos era tan fuerte que no importaba lo que pensaran los demás. La diferencia de edad era solo un número para una pareja que, a pesar de todo, había encontrado en el otro una fuente de apoyo y comprensión.

El propio Serrat reconoció en varias entrevistas que lo que le había cautivado de Candela no solo fue su belleza, sino también su bondad, su inteligencia, su pasión por la cultura y su capacidad para entenderle.

Con el paso de los años, ella se ha convertido en una figura central en la vida del compositor.

Aunque Candela ha preferido mantenerse alejada de la vida pública, su apoyo ha sido fundamental para que Serrat siguiera adelante con su carrera y superara los momentos difíciles.

Además, la discreción y la estabilidad que le ha brindado han sido elementos clave para que su relación haya perdurado más de cuatro décadas.

Candela Tiffón, nacida en una familia con profundas raíces en Cataluña, es hermana de la psicóloga María Luisa Tiffón, quien ha hecho carrera en Estados Unidos, y tiene una tía que fue una de las primeras fotógrafas de finales del siglo XIX, María Tiffón Vila, conocida bajo el seudónimo de ‘Napoléon’.

En cuanto a su propia vida, Candela es conocida por su carrera como actriz y madre de dos hijas, María, que vive en Australia, y la propia Candela, que ha seguido el camino artístico de su madre.

Además, el hijo de Serrat, Queco, también ha ganado notoriedad por el trabajo de sus hijas Luna y Leticia, quienes se han destacado en el mundo de la música, el diseño y las redes sociales.

La historia de Joan Manuel Serrat y Candela Tiffón es un testimonio de cómo el amor puede desafiar las expectativas sociales y perdurar a lo largo del tiempo. A pesar de las críticas iniciales por su relación, ellos han demostrado que cuando el amor es verdadero, nada puede separarlo. Hoy en día, siguen juntos, siendo un ejemplo de complicidad, respeto y amor incondicional.