Los Reyes de España reviven 20 años después su luna de miel en Cuenca, inaugurando un nuevo hospital y compartiendo un emotivo reencuentro con los vecinos.
Este jueves, los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, han visitado Cuenca con motivo de la inauguración del nuevo Hospital Universitario, un acto de gran importancia para la ciudad y la región de Castilla-La Mancha.
Sin embargo, lo que parecía ser una jornada formal de actos oficiales, ha dado un giro inesperado cuando los monarcas decidieron rememorar uno de los momentos más entrañables de su historia personal y oficial: la fotografía tomada durante su luna de miel en Cuenca hace 20 años.
La imagen, tomada el 23 de mayo de 2004, mostró a los entonces Príncipes de Asturias abrazados y sonrientes en un gesto que marcó el inicio de su vida juntos tras su boda.
En esta ocasión, con la ciudad como telón de fondo, los Reyes han querido revivir aquella estampa, volviendo a recrear la misma postura ante las cámaras de los numerosos curiosos que se congregaron para verles.
La visita comenzó con una parada en el Ayuntamiento de Cuenca, donde Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos por la Corporación Municipal y se dedicaron a saludar a los vecinos que se habían congregado en la plaza para verles de cerca. A
medida que avanzaba el recorrido, se acercaron a la multitud, sonriendo y saludando con la misma calidez que mostraron hace dos décadas.
Sin embargo, el verdadero momento de nostalgia ocurrió cuando los Reyes, en medio de los saludos, se abrazaron de la misma manera en que lo hicieron en 2004, con Don Felipe tomando a Doña Letizia por la cintura, en un gesto que evocó la espontaneidad y el cariño de aquellos primeros días de su matrimonio.
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Entre los asistentes, muchos intentaban capturar la imagen que se repetía frente a sus ojos con sus móviles, mientras los Reyes disfrutaban de la calidez del momento y el cariño de la gente.
Para quienes presenciaron la escena, fue un momento único, lleno de simbolismo y de un sentimiento de cercanía entre los monarcas y la población conquense.
En paralelo, el acto oficial continuó con la firma en el Libro de Honor del Ayuntamiento, donde Don Felipe escribió unas palabras que no solo reflejaban su satisfacción por la inauguración del hospital, sino también su emoción por regresar a la ciudad que los vio comenzar su vida como pareja real.
En su mensaje, el Rey destacó la importancia del nuevo hospital para la ciudad y la región, subrayando que este avance en infraestructura sanitaria sería un hito no solo para Cuenca, sino también para Castilla-La Mancha y toda España.
En cuanto al regreso a la ciudad, Don Felipe expresó su alegría por el hecho de que, dos décadas después de su visita como recién casados, tuvieran la oportunidad de volver a Cuenca, un lugar con un significado especial para ellos.
“Un magnífico motivo nos trae hoy a Cuenca. Inauguramos el nuevo Hospital Universitario que supone un nuevo y espectacular hito para la ciudad, para Castilla-La Mancha y para España en infraestructura sanitaria”, escribió el Rey en el Libro de Honor.
Además, extendió un cálido saludo a todos los conquenses, deseándoles una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo 2025, lo que sumó aún más simbolismo a esta emotiva visita.
El hospital que los Reyes han inaugurado es uno de los proyectos más importantes en la región, con una inversión significativa que permitirá a Cuenca contar con una infraestructura sanitaria de última generación.
Este centro médico, que se construyó con el objetivo de ofrecer atención médica de calidad a la población local y a la de otras zonas cercanas, representa un avance importante para la salud pública en la región.
En la inauguración, los monarcas estuvieron acompañados por la ministra de Sanidad, Mónica García, quien también se mostró emocionada por la inauguración de un hospital que marcará un antes y un después en la atención sanitaria en Cuenca.
La visita no estuvo exenta de emoción para los propios Reyes, quienes, al igual que los conquenses, parecían disfrutar de la ocasión.
La alcaldesa de Cuenca, Darío Dolz, también estuvo presente en el acto y expresó su agradecimiento a los Reyes por su apoyo a la ciudad, destacando la importancia de la inauguración del nuevo hospital como una muestra del compromiso de la Corona con el bienestar de los ciudadanos.
A lo largo de la visita, los Reyes no solo se centraron en los actos oficiales, sino que también se aseguraron de conectar con la gente, saludando a los vecinos y mostrando un lado más cercano y personal de su figura.
El regreso a Cuenca para conmemorar dos décadas de su luna de miel ha sido una ocasión especial que ha permitido a los Reyes revivir un momento inolvidable de su vida juntos mientras celebraban el progreso y el desarrollo de la ciudad.
Para los conquenses, esta jornada quedará marcada como un hito histórico no solo por la inauguración del hospital, sino por el hecho de que los Reyes decidieran volver a Cuenca en este aniversario tan simbólico.
La imagen de Don Felipe y Doña Letizia abrazados en la plaza, 20 años después, es un recordatorio de que, a pesar del paso del tiempo, los gestos más simples y las relaciones más humanas siguen siendo lo más importante para la Familia Real.
Al final del día, Cuenca ha sido testigo de un encuentro único, una visita que ha dejado huella no solo en la ciudad, sino también en los corazones de todos aquellos que compartieron este emotivo reencuentro de los Reyes con su historia personal y su conexión con los conquenses.
La jornada no solo fue un testimonio de la importancia de la infraestructura y el progreso, sino también una celebración de los lazos que unen a la Familia Real con los ciudadanos de España, demostrando que los momentos más personales pueden convertirse en los más significativos para la historia de una nación.
