La Reina Sofía deslumbró en la boda de su sobrino Nicolás de Grecia, recibiendo multitud de piropos y demostrando su cercanía con el pueblo griego.
El pasado 7 de febrero de 2025, la boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis reunió a miembros de la realeza europea en un evento que paralizó Atenas.
La ceremonia, celebrada en la histórica iglesia de San Nicolás de Rangava, fue un evento destacado en la agenda social de la familia real, pero quien se llevó toda la atención en la boda fue, sin duda, la Reina Sofía.
Acompañada por su hija la Infanta Cristina y su hermana Irene de Grecia, la madre del Rey Felipe VI se mostró radiante y tranquila, como siempre que regresa a su tierra natal.
Con un estilo sobrio y elegante, la Reina Sofía optó por un conjunto en blanco y negro, su combinación favorita. Llevó un pantalón de terciopelo de pernera ancha combinado con una chaqueta blanca adornada con pedrería y detalles brillantes.
Este look ya lo había lucido previamente en los Premios Princesa de Asturias 2024, pero en esta ocasión lo completó con una capa negra a juego con los pantalones y unos tacones sensatos, que, curiosamente, también son favoritos de su nuera, la Reina Letizia.
Sin embargo, lo más destacado de su presencia en la boda no fue solo su atuendo, sino la calidez y cercanía con la que saludó a los asistentes.
Desde el momento en que puso un pie en la iglesia, la Reina Sofía recibió un aluvión de piropos y muestras de cariño por parte del público griego, que la adora profundamente.
Los griegos, muy agradecidos por la presencia de la Reina Sofía en su país, no dudaron en expresarle su admiración en español. “Eres una gran mujer”, le dijo uno de los asistentes, mientras otros no paraban de elogiar su elegancia y simpatía.
Este contacto cercano con la gente hizo que la Reina se sintiera como en casa y reflejó la profunda conexión que tiene con su país de origen, algo que se nota cada vez que regresa a Grecia.
Su presencia fue sin lugar a dudas una de las grandes atracciones del evento, ya que la monarca, a pesar de su estatus, nunca pierde su esencia cercana y accesible.
La boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis, sin embargo, no estuvo exenta de controversias familiares. La Infanta Elena, hermana de la Reina Sofía, decidió no asistir a la ceremonia, lo que generó especulaciones.
Según la periodista Pilar Eyre, la Infanta Elena habría rechazado la invitación debido a su devoción religiosa, ya que la boda de Nicolás fue un segundo matrimonio, lo que no concordaría con sus principios.
Este detalle sumó intriga a la jornada, ya que la presencia de todos los miembros de la familia real en este tipo de eventos siempre genera gran expectación.
Por otro lado, la ausencia del Rey Felipe VI también fue un tema de conversación. El monarca español, quien sí había estado presente en la primera boda de Nicolás en 2010, no pudo asistir esta vez debido a sus compromisos oficiales en España.
En su lugar, se ocupó de recibir en el Palacio de la Zarzuela a importantes personalidades y participar en diferentes audiencias.
De este modo, Felipe VI no pudo acompañar a su primo en un día tan importante, aunque la Reina Sofía no dejó de mostrar su apoyo y cercanía en representación de la familia real española.
Tras la boda, la Reina Sofía tiene previsto regresar a España para cumplir con sus compromisos oficiales.
El próximo 10 de febrero presidirá un evento en el Palacio de la Zarzuela en el que recibirá a los representantes de la ONG “Héroes de 4 patas”, dedicada a la adopción de perros jubilados.
La Reina, siempre fiel a sus ideales, aprovechará esta ocasión para promover su pasión por el bienestar animal. Esta cita será especialmente esperada, ya que se produce justo después de la partida de la Princesa Leonor hacia Brasil.
La heredera, quien se encuentra en plena travesía en el buque escuela “Juan Sebastián Elcano”, está realizando un viaje de instrucción que la alejará de España durante varios meses.
La boda de Nicolás de Grecia también marcó un regreso para la familia real griega después de un periodo de cambios significativos.
Nicolás, hijo del fallecido Constantino II de Grecia, celebró su segundo matrimonio en una ceremonia más íntima que su primera boda, que en 2010 reunió a cientos de invitados.
Esta vez, el evento fue más reservado, con la presencia de familiares cercanos y amigos, y a pesar de las ausencias de algunos miembros de la familia real, la atmósfera fue cálida y llena de emociones.
El evento no solo reflejó la importancia de los lazos familiares, sino también el cariño que el pueblo griego tiene por la Reina Sofía.
Este tipo de bodas reales siempre generan gran interés, no solo por los protagonistas del enlace, sino también por los momentos de interacción con la gente.
En este caso, la cercanía y simpatía de la Reina Sofía fueron, sin duda, los elementos más destacados, convirtiéndola en la gran protagonista de la jornada.
Así, la boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis pasará a la historia no solo por ser un evento real significativo, sino por el cariño que la Reina Sofía cosechó en su regreso a Grecia, dejando una huella imborrable en todos los asistentes y en los medios de comunicación.
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