Marianela Ancheta reveló irregularidades y posibles favoritismos en el certamen de Miss Universo 2025 que habrían influido en los resultados.

Marianela Ancheta, la Miss Cuba 2024, ha decidido finalmente romper el silencio y hablar sin filtros sobre lo que muchos sospechaban: el certamen de Miss Universo 2025 no fue tan limpio como el público creyó.

En un video impactante, Marianela confesó que hubo fraude, favoritismos ocultos, acuerdos bajo la mesa y presiones internas que cambiaron el resultado final del concurso.

“Hoy quiero hablar, no para atacar a nadie, sino para contar lo que viví y lo que muchos prefieren no decir”, afirmó Marianela. Reveló que hubo decisiones sorprendentes y comportamientos extraños que merecen ser cuestionados.

Ella misma se hizo muchas preguntas esa noche. “¿Me sorprendió el resultado? Sí. ¿Tenía otra candidata como favorita? Claro que sí. Pero más allá de patriotismo, sentí que algo no cuadró”, explicó.

Marianela destacó que antes de la noche del certamen, ya se comentaba sobre favoritismos y escándalos previos que, lejos de perjudicar, parecían haber colocado a ciertas candidatas en una posición privilegiada.

“Incluso dentro del certamen se hablaba de cosas graves, de un juez que decidió retirarse y que, antes de irse, aseguró públicamente quién ganaría”, reveló. Esta situación generó un ambiente de desconfianza entre las candidatas y el público.

La ex concursante también se refirió a las presiones que enfrentan las participantes.

“Yo sé exactamente por todo lo que pasan las candidatas. Conozco el nivel de sacrificio y la presión extrema que exige un Miss Universo. Por eso siempre he dicho que gane la que mejor lo haga, siempre que se sienta justo”, afirmó.

Sin embargo, admitió que muchas concursantes prefieren callar para no ser vetadas de por vida.

Marianela expresó su opinión sobre la ganadora, Miss México, y reconoció que, aunque le gustó que ganara, sintió que hubo algo extraño en la manera en que se desarrolló el certamen.

“Vi una transformación que me recordó a lo que pasó en 1996 cuando Alicia Machado ganó Miss Universo, pero también noté que muchas de las respuestas del top parecían perfectamente calculadas, casi ensayadas al milímetro”, comentó.

“Cuatro de las cinco finalistas dieron respuestas impecables, pero tan controladas que a veces se pierde la emoción real”, agregó. Esto, desde su experiencia como entrenadora de reinas, le preocupa.

“Hoy muchas mises están tan enfocadas en no equivocarse que terminan desconectando a nivel humano”.

En su análisis, Marianela también mencionó que el concurso estaba ocurriendo en Asia, donde la combinación de rojo y dorado representa poder y riqueza.

“No es casualidad que tanto ella como Venezuela apostaran por esos colores”, explicó. Sin embargo, no dudó en señalar que el vestido de la ganadora no fue su mejor elección. “A mí, en lo personal, no me gustó. Pero hay que entender que el diseño es subjetivo”, aclaró.

La polémica no terminó ahí. Uno de los jurados del certamen acusó públicamente a la organización de falta de transparencia y aseguró que Miss México ya estaba seleccionada como ganadora desde el día anterior al certamen.

“Eso encendió todas las alarmas”, dijo Marianela. La respuesta del presidente del jurado fue igualmente impactante, mostrando una conversación privada donde afirmaba que el jurado no había renunciado, sino que había sido sacado del panel por el propio presidente.

Marianela también reflexionó sobre la falta de transparencia en el certamen. “Cuando no hay claridad, cuando no hay respaldo visible, queda esa sensación peligrosa de que el que hace la ley hace la trampa”, advirtió.

Recordó que en su año, tampoco hubo una firma de contabilidad visible, lo que genera desconfianza.

“Los resultados existen aunque no se muestren y eso es lo que genera ruido. Por eso creo que aquí hay un problema serio de transparencia”, enfatizó. “Si hubo irregularidades, no necesitas hacer un espectáculo mediático para denunciarlas.

Pero también hay que decir que en los concursos de belleza esto no es nuevo. Todos los años suele haber una o dos candidatas con un impulso claro”.

Marianela concluyó su declaración reconociendo que, aunque no puede afirmar que hubo fraude, sí hubo demasiadas señales y silencios incómodos como para fingir que todo fue completamente limpio.

“Cuando tienes a un jurado que días antes anuncia públicamente quién va a ganar y acierta, eso no es normal”, sentenció.

Este escándalo ha dejado a muchos fanáticos del certamen con más preguntas que respuestas, y la voz de Marianela ha resonado como un llamado a la transparencia en el mundo de los concursos de belleza.

“El problema no son las candidatas, ellas compiten y se preparan. El problema es cuando la organización deja demasiadas preguntas sin responder”, concluyó.

La controversia en torno a Miss Universo 2025 no solo ha generado un debate sobre la legitimidad del certamen, sino que también ha puesto de relieve la necesidad de una mayor transparencia y justicia en el mundo de los concursos de belleza.