Los paisajes dejaron postales inolvidables, pues sorprendieron a aquellos que visitaban la montaña

El Nevado de El Cocuy se transformó en un espectáculo blanco que dejó sin aliento a visitantes y montañistas durante la jornada del 7 de diciembre de 2025.
Por más de 12 horas, una intensa nevada cubrió de nieve los paisajes emblemáticos de la región, incluyendo el Púlpito del Diablo en Lagunillas, la Laguna Grande de la Sierra y el Ritacuba Blanco.
“Hace años no veíamos algo así”, comentó uno de los guías locales, mientras señalaba los caminos cubiertos de blanco que parecían salidos de una postal invernal.
La emoción y el asombro de los turistas eran palpables. “Es simplemente impresionante, nunca imaginé ver el Ritacuba Blanco así”, decía otra visitante mientras tomaba fotografías con su cámara.
La nevada coincidió con un refuerzo de los controles al ecoturismo en la zona, implementados por la Alcaldía Municipal de Güicán de la Sierra en coordinación con Parques Nacionales Naturales de Colombia y la Policía Nacional, después del ingreso no autorizado de tres personas al área glaciar del Ritacuba Blanco el pasado 28 de noviembre.
Los infractores recibieron un comparendo tipo 4 por $759.720 cada uno y sus equipos de escalada fueron incautados. “El ingreso sin permiso a estas áreas pone en riesgo la integridad de los ecosistemas y de quienes los transitan”, afirmó un funcionario del parque.

Las autoridades recordaron que el ecoturismo en El Cocuy solo está permitido bajo condiciones estrictas, conforme a la Resolución 125 de 2020 y el Plan de Ordenamiento Ecoturístico (POE).
Los senderos autorizados incluyen Ritacuba, Laguna Grande de la Sierra y Lagunillas, y Púlpito del Diablo, todos habilitados únicamente hasta el borde de los glaciares.
“Es indispensable contar con guías expertos para recorrer estas áreas. Los glaciares son ecosistemas frágiles y espacios sagrados que requieren respeto absoluto”, indicó un guía del parque mientras acompañaba a un grupo de visitantes.
La nevada fue un fenómeno poco común, que no se registraba con tal intensidad desde hace años, y generó gran entusiasmo entre los viajeros que ascendían por el nevado.
Muchos aprovecharon para capturar la majestuosidad del paisaje cubierto de nieve, admirando cómo la luz se reflejaba en los glaciares y creaba un efecto deslumbrante.
“Es un milagro de inicio de Navidad, ver la montaña completamente blanca”, comentó un turista mientras señalaba la Laguna Grande de la Sierra, cuyos bordes estaban teñidos de blanco puro.
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El evento también coincidió con jornadas de restauración ecológica y educación ambiental en el parque.
Estudiantes de la Normal Superior Nuestra Señora del Rosario, personal del área protegida y funcionarios de la Alcaldía participaron en la siembra de árboles, un proceso que busca enseñar la importancia de la conservación de los ecosistemas de alta montaña.
“Cada árbol sembrado es un mensaje de esperanza para las futuras generaciones y un recordatorio del respeto que debemos tener por la vida que habita en estos ecosistemas”, explicó un representante de Parques Nacionales Naturales.
Los asistentes aprendieron sobre la lenta adaptación de las plantas, la importancia del cuidado ambiental y cómo acciones colectivas pueden contribuir a la preservación de entornos naturales únicos.
Los guías enfatizaron que las áreas glaciales de El Cocuy conectan con cinco resguardos indígenas U’wa, lo que exige un respeto absoluto tanto territorial como cultural.
“El cuidado de estos espacios no es solo ambiental, sino también cultural. Cualquier intervención directa puede afectar a comunidades que han habitado la región durante siglos”, señaló un guardaparques mientras acompañaba a un grupo de visitantes por los senderos autorizados.
La combinación de respeto cultural y protección ambiental es clave para mantener la sostenibilidad del parque y permitir que fenómenos naturales como esta nevada puedan ser disfrutados en el futuro.
Los visitantes coincidieron en que la experiencia fue inolvidable. “Nunca había visto algo tan impresionante. La montaña cubierta de nieve parece otro mundo”, comentaba un montañista que llevaba años recorriendo los picos de la región.
Otros aprovecharon la ocasión para capturar fotografías y videos que rápidamente se viralizaron en redes sociales, mostrando paisajes que parecían de cuento de hadas.

La nevada también generó reflexiones sobre el cambio climático y la fragilidad de los ecosistemas andinos.
Los glaciares en Colombia han sufrido retrocesos significativos en las últimas décadas, y fenómenos como la reciente nevada resaltan tanto la belleza como la vulnerabilidad de estas áreas.
“Este tipo de eventos nos recuerda la importancia de seguir cuidando nuestros ecosistemas, porque su preservación no solo garantiza el disfrute de la naturaleza hoy, sino también la herencia que dejaremos a las próximas generaciones”, afirmó un especialista en medio ambiente.
En medio del blanco invernal, los visitantes pudieron apreciar la majestuosidad del Ritacuba Blanco y otros sectores del nevado, mientras las autoridades garantizaban que la experiencia fuera segura y respetuosa con el entorno.
La combinación de nieve, paisajes imponentes y la conciencia ecológica convirtió la visita en un evento único.
“Es un recordatorio de que la naturaleza puede sorprendernos cuando menos lo esperamos, y que debemos admirarla sin dañarla”, concluyó un guía local mientras mostraba los senderos cubiertos de hielo y nieve.
La nevada histórica en El Cocuy no solo dejó postales inolvidables, sino que también subrayó la importancia de la protección ambiental, la educación sobre conservación y el respeto por los territorios indígenas.
Para quienes tuvieron la fortuna de presenciarla, será un recuerdo imborrable, un inicio de temporada navideña marcado por la magia de la montaña y la belleza pura de la naturaleza.