Vuelve Zourab Tchokotua: El ‘príncipe’ que actuaba entre Juan Carlos I y sus amantes
Zourab Tchokotua, príncipe georgiano y figura clave en la vida del rey Juan Carlos I, vuelve a ser noticia tras las recientes revelaciones de Bárbara Rey.
En su última entrevista, la vedette desveló detalles de su relación con el monarca, señalando a Tchokotua como uno de los intermediarios entre Juan Carlos I y sus amantes.
Bárbara Rey ha roto su silencio después de años de mantener su vida privada en la sombra.
En el especial televisivo Bárbara Rey: Mi verdad, la actriz confesó cómo durante años utilizó el material grabado en sus encuentros con Juan Carlos I para chantajear a la Casa Real, material que incluso fue robado en su chalet de Boadilla del Monte, y sobre el que sufrió intentos de asesinato.
Durante la entrevista, Bárbara retrocedió en el tiempo para contar los inicios de su relación con el rey.
La historia comienza en la primavera de 1977, cuando ambos comenzaron a mantener contacto telefónico durante un mes.
Tras este tiempo, Juan Carlos I propuso un encuentro personal, que tuvo lugar en la finca La Algorrilla, un lugar que años después también sería escenario de sus encuentros con Corinna Larsen, otra de sus “amigas entrañables”.
Lo que muchos no sabían es que Zourab Tchokotua, amigo cercano del rey y miembro de su círculo íntimo, fue quien trasladó a Bárbara Rey a este encuentro. Según la vedette, un coche con el príncipe al volante la recogió en Madrid y la llevó hasta la finca.
“La persona que conducía el vehículo era el príncipe Zourab Tchokotua, una furgoneta Mercedes negra”, relató.
Además, explicó que tuvo que viajar camuflada con un pañuelo en la cabeza y unas gafas de sol para evitar ser reconocida, y que al llegar a La Algorrilla, Tchokotua le pidió que agachara la cabeza para pasar desapercibida.
Pero la intervención de Zourab Tchokotua no se limitó solo a los inicios de la relación entre Bárbara Rey y Juan Carlos I. El príncipe también jugó un papel clave en los inicios de la relación del monarca con la decoradora Marta Gayá.
Zourab y su esposa Marieta Salas formaban parte de los círculos de alta sociedad de Mallorca, donde también se movía Marta Gayá.
En 1990, durante una cena en el Club de Mar de Mallorca en honor a Karim Aga Khan y Alberto de Mónaco, Tchokotua y su grupo llegaron tarde, lo que generó comentarios entre los presentes.
A pesar de la impuntualidad, Juan Carlos I saludó calurosamente al grupo, algo que provocó el enfado de la reina Sofía.
Zourab Tchokotua se convirtió en una figura clave para Juan Carlos I, quien le confiaba detalles sobre sus “escarceos amorosos” y otros aspectos personales.
La relación entre ambos comenzó en su juventud, cuando compartieron internado en los Marianistas de Friburgo (Suiza), y la amistad continuó a lo largo de los años.
Tchokotua fue fundamental en la consecución del palacio de Marivent en Mallorca, que la Familia Real utilizó para sus vacaciones.
La cercanía entre ambos era tal que Zourab Tchokotua terminó siendo una figura recurrente en las cintas que Bárbara Rey grabó durante sus encuentros con el rey.
Además de su papel como intermediario en los encuentros con sus amantes, Tchokotua también ejerció como confidente, compartiendo secretos y detalles sobre la vida privada del monarca.
Esta relación cercana y la influencia que tuvo sobre el rey son algunos de los aspectos que más han llamado la atención con las nuevas revelaciones de Bárbara Rey, quien, con sus testimonios, ha arrojado nueva luz sobre una época oscura de la monarquía española.
En resumen, Zourab Tchokotua fue mucho más que un simple amigo del rey Juan Carlos I.
Su rol como intermediario entre el monarca y sus amantes, como confidente y protector de secretos, lo convierte en una figura fundamental en la historia de los amores y escarceos del rey emérito.
Las nuevas revelaciones de Bárbara Rey no solo destapan la historia de su relación con Juan Carlos I, sino también el papel crucial que jugó el príncipe georgiano en la gestión de los secretos de la Casa Real.