Karen Gruna Franco fue asesinada a tiros al regresar del sepelio del futbolista Mario Pineida en Ecuador.

El crimen que sacudió a Ecuador la semana pasada no da tregua. Tras el asesinato del exfutbolista Mario Pineida y de su pareja, la joven peruana Giselle Fernández, un nuevo hecho violento ha elevado la alarma en el país.
Karen Gruna Franco, de 39 años, fue baleada cuando regresaba a su hogar después de haber asistido al sepelio del exjugador en la localidad de La Aurora.
El caso ha generado conmoción y encendido todas las alarmas sobre la seguridad de quienes se encontraban cercanos a las víctimas.
Según las primeras investigaciones, Karen viajaba en un vehículo acompañada por un hombre que resultó herido, pero logró sobreponerse y conducir hasta su vivienda para recibir atención médica.
Las circunstancias exactas del ataque aún se desconocen, pero fuentes policiales aseguran que la víctima mantenía una relación cercana con Giselle Fernández Ramírez, quien fue asesinada junto al futbolista.
“Se estaban trasladando a sus hogares después del velorio, y en ese trayecto es cuando ocurrió el ataque”, explicaron autoridades locales.
La policía ecuatoriana informó que Karen Gruna Franco tenía antecedentes de cuatro hechos previos que están siendo considerados dentro de la investigación.
Por el momento, el caso está siendo manejado por la Dinased, que continúa trabajando para esclarecer el motivo del asesinato.
Se presume que podría estar relacionado con actividades ilícitas vinculadas con la comerciante peruana, lo que sugiere un trasfondo económico detrás de la violencia.

El crimen se produjo apenas un día después de la captura de un hombre y una mujer de nacionalidad venezolana, quienes están siendo investigados por su presunta participación en el asesinato de Mario Pineida.
Uno de los detenidos confesó que recibió 1.500 dólares por participar en el ataque armado que terminó con la vida del exfutbolista en una carnicería del centro de Guayaquil. Ambos permanecen bajo prisión preventiva tras la decisión de un juez de garantías penales.
“Hay indicios de amenazas previas y conflictos relacionados con la economía informal, lo que habría motivado este homicidio”, señaló la policía.
La víctima, que también era empresaria y organizaba eventos, fue interceptada por individuos en motocicletas que comenzaron a disparar cuando ella se encontraba en el asiento del copiloto.
Su acompañante logró llegar manejando hasta un lugar seguro y posteriormente fue trasladado a un centro de salud.
Hasta el momento, se sabe que los detenidos venezolanos tienen 24 y 21 años, y que uno de ellos admitió haber recibido 500 dólares de la otra mujer involucrada, estableciendo un posible nexo para llegar a quienes podrían estar detrás del crimen.
Las investigaciones apuntan a que todo está relacionado con actividades económicas ilegales, incluyendo préstamos de dinero y la venta de bienes, así como vínculos indirectos con las actividades recientes del futbolista en equipos locales, aunque no en el Barcelona.
El caso también ha generado inquietud por la posible vinculación con apuestas ilegales y mafias que han afectado a otros futbolistas en Ecuador. En 2025, cinco jugadores ya habían sido asesinados, lo que disparó las alarmas sobre la seguridad en el deporte.
Sin embargo, hasta ahora, las investigaciones indican que el triple homicidio no estaría relacionado directamente con el ámbito futbolístico, sino con conflictos derivados de negocios ilegales y deudas económicas.
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“Todavía no se ha descartado ninguna línea de investigación. Se están revisando los lugares que frecuentaba la víctima y se ha comprobado que incluso se había contratado a un delivery con 200 dólares para hacer seguimiento y vigilancia”,
explicaron las autoridades, confirmando la complejidad de la investigación.
El nivel de planificación del ataque sugiere que los responsables actuaron con un alto grado de organización, lo que mantiene en alerta a la ciudadanía y a las autoridades.
La policía continúa trabajando para determinar el móvil detrás del triple asesinato, mientras la familia y los amigos de las víctimas viven un clima de miedo y desesperación.
La relación entre Karen Gruna Franco y Giselle Fernández Ramírez, así como sus vínculos con la economía informal y los préstamos de dinero, parecen ser factores clave para entender la cadena de violencia que ha azotado a esta comunidad.
El caso deja un panorama inquietante: la violencia no solo se cobró la vida de un exfutbolista y su pareja, sino que también alcanzó a personas de su círculo cercano, demostrando que la inseguridad y los conflictos económicos pueden transformar cualquier momento, incluso un sepelio, en una escena de horror.
Por ahora, las investigaciones continúan y la sociedad ecuatoriana sigue pendiente de cada detalle, buscando respuestas sobre quién está detrás de estos crímenes y cuál será el próximo paso de la justicia.
La alerta permanece en todo el país, mientras la policía intensifica la vigilancia y las investigaciones sobre estas actividades ilícitas que parecen haber marcado el destino fatal de quienes estaban cerca de Mario Pineida y Giselle Fernández.
El país entero observa, con temor y consternación, cómo un simple acto de despedida en un funeral se transformó en el epicentro de un crimen que podría revelar conexiones mucho más profundas y peligrosas de lo que se pensaba inicialmente.
