Eric del Castillo, uno de los actores más emblemáticos y queridos del cine y la televisión mexicana, atraviesa en 2025 un momento delicado que ha conmovido a sus seguidores y al mundo del espectáculo.

A sus 90 años, la reciente y triste noticia confirmada por su hija ha generado preocupación, pero también un reconocimiento profundo a la trayectoria y fortaleza de este ícono cultural.

José Eduardo Eric del Castillo-Negrete Galván nació el 22 de julio de 1934 en el Hotel Juárez de Celaya, Guanajuato.

Hijo mayor de Aurora Galván Valenzuela, maestra rural, y Eduardo del Castillo-Negrete Rivera, un español que falleció trágicamente en un incendio en la Ciudad de México, Eric creció en un ambiente marcado por la resiliencia y el esfuerzo.

La pérdida temprana de su padre fue un golpe duro, pero también un motor que impulsó a Eric a buscar en las artes escénicas un camino para expresarse y superarse.

Su pasión por la actuación lo llevó a convertirse en una leyenda viva del cine mexicano, con una carrera que abarca más de seis décadas [1].

Eric del Castillo no solo brilló como actor, sino que también demostró su talento como director y guionista.

Su versatilidad le permitió interpretar desde personajes heroicos hasta villanos memorables, ganándose el respeto y admiración tanto del público como de sus colegas.

Participó en innumerables películas y telenovelas que marcaron la historia del entretenimiento latinoamericano.

Su legado artístico es un testimonio de dedicación, pasión y entrega al arte dramático, convirtiéndose en un referente para nuevas generaciones [3].

Recientemente, su hija confirmó que Eric del Castillo enfrenta problemas de salud propios de su avanzada edad.

Aunque no se han divulgado detalles específicos para respetar la privacidad familiar, la noticia ha generado una ola de apoyo y cariño por parte de sus fans y la comunidad artística.

Este momento delicado recuerda la fragilidad de la vida y pone en perspectiva la importancia de valorar a quienes nos han dejado un legado invaluable.

A pesar de las dificultades, Eric sigue siendo una figura que inspira por su fortaleza y pasión por la vida y el arte [2].

A lo largo de su vida, Eric del Castillo ha enseñado que la pasión y la dedicación pueden superar obstáculos, y que el amor por el arte es una fuente de fuerza en los momentos más difíciles.

Su historia es un ejemplo de superación, talento y compromiso con la cultura mexicana.

Aunque el futuro es incierto, su legado permanecerá intacto en la memoria colectiva de México y América Latina.

Sus películas, personajes y enseñanzas seguirán inspirando a quienes valoran el arte y la vida en todas sus dimensiones [1] [3].