He refuses to accept her death! Débora Estrella’s father unleashes chaos at her wake.

El velorio de Débora Estrella se convirtió en una escena desgarradora y caótica, donde el dolor y la negación alcanzaron niveles inimaginables.

Lo que debería haber sido un momento solemne de despedida se transformó en un episodio de desesperación y conmoción, protagonizado por el propio padre de la joven, quien se negó rotundamente a aceptar la pérdida de su hija.

El último posteo de la periodista que falleció en un accidente de avioneta  y que conmueve a todos: “¿Adivinen qué?” - LA NACION

Desde el inicio, la funeraria estaba impregnada de un ambiente pesado.

El silencio sepulcral se veía interrumpido únicamente por los sollozos de familiares y amigos que lloraban la partida de Débora.

Las flores marchitas y el aroma a incienso creaban una atmósfera cargada de tristeza y resignación.

 

Sin embargo, en medio de ese dolor colectivo, destacaba la actitud desconcertante del padre de Débora.

Su rostro desencajado y mirada perdida indicaban que estaba atrapado en una realidad paralela.

Mientras la madre y los demás familiares buscaban consuelo mutuo, él permanecía rígido, incapaz de aceptar la cruda verdad.

 

Una y otra vez, el padre murmuraba frases como “Esto no puede estar pasando”, “No es ella, no puede ser mi Débora”.

Su negación era tan profunda que llegó a interrumpir al sacerdote durante las oraciones, clamando que no rezaran porque su hija estaba viva y no dentro del ataúd.

 

Este comportamiento generó un silencio incómodo entre los presentes, quienes no sabían cómo reaccionar ante la desesperación y la furia contenida del hombre.

Algunos bajaron la cabeza en señal de respeto, otros lloraron más intensamente, y unos pocos lo miraban con una mezcla de compasión y miedo.

TV presenter Debora Estrella dies in plane crash aged 43

Cuando llegó el momento de que los familiares se acercaran al ataúd para dar el último adiós, todos esperaban que el padre finalmente aceptara la realidad y se despidiera.

Sin embargo, lo inesperado ocurrió: con lágrimas y voz rota, levantó la mano en señal de rechazo y gritó que no iba a acercarse porque su hija no se había ido.

 

Este acto de negación absoluta dejó a todos paralizados. Los familiares intentaron calmarlo, rogándole que lo hiciera por ella y por su propio bien, pero él se mantuvo firme en su convicción de que aquello era una mentira cruel.

 

El padre de Débora se aferraba con desesperación a la esperanza imposible de que su hija aún estuviera viva.

Gritaba que la vería sonreír de nuevo y que no aceptaría la mentira de su muerte.

Su llanto desgarrador y su resistencia frente al ataúd eran la expresión más pura del amor de un padre enfrentando lo inconcebible.

 

La madre, devastada, lloraba con un dolor resignado, mientras que el padre parecía luchar contra una realidad que no podía aceptar.

Este contraste entre ambos reflejaba las distintas formas de enfrentar la pérdida y el duelo.

Ella era Débora Estrella, periodista que murió en accidente aéreo; esta fue  su última foto antes de perder la vida - Semana

El ambiente solemne se transformó rápidamente en un escenario de caos.

El padre, en un arranque de desesperación, intentó abrir el ataúd, golpeando la madera y clamando que su hija estaba viva y que no le mintieran.

Su fuerza y determinación alarmaron a los presentes, quienes corrieron a sujetarlo para evitar que lograra su objetivo.

 

El forcejeo fue intenso y emocionalmente impactante. El hombre gritaba, lloraba y se agitaba como si estuviera al borde de la locura, mientras repetía que no dejaran a su hija encerrada en ese ataúd.

La madre, en medio del caos, intentaba frenarlo con súplicas que no lograban calmar su tormento interno.

 

Lo que debería haber sido un momento de despedida pacífica se convirtió en una escena de desesperación colectiva.

Los asistentes corrían, algunos pedían ayuda médica temiendo por la salud del padre, mientras otros intentaban contener sus propias lágrimas y el miedo ante la intensidad de la situación.

 

Las flores, los cirios y los cánticos quedaron opacados por el grito humano de un padre que desafiaba a la muerte misma, clamando por su hija y negándose a aceptar su partida.

 

Finalmente, tras varios minutos de tensión, el padre cayó de rodillas frente al ataúd, derrotado físicamente pero no espiritualmente.

Accidente aéreo en García: fallece la periodista Débora Estrella
Con las manos temblorosas apoyadas en la madera, murmuró palabras que desgarraron el alma de todos: “No puedo enterrarte porque nunca aceptaré que te has ido.”

 

Ese momento de silencio absoluto fue tan intenso que parecía detener el tiempo. Nadie se atrevió a interrumpirlo, y el aire quedó cargado de una mezcla de dolor, respeto y una profunda impotencia.

 

La escena del padre de Débora, arrodillado y aferrado al ataúd, se convirtió en un símbolo poderoso del dolor inconmensurable que puede causar la pérdida de un hijo.

Sus balbuceos, gemidos y caricias sobre la madera eran el reflejo de un hombre enfrentando el abismo de lo irreversible y luchando contra lo único que no puede vencer: la muerte.

 

El sacerdote, conmovido hasta las lágrimas, comprendió que ninguna palabra podía aliviar aquel sufrimiento tan profundo. No había consuelo posible para un dolor tan grande.

 

Los minutos se hicieron eternos y el ambiente quedó suspendido en un sentimiento compartido de impotencia.

Nadie podía devolverle la vida a Débora ni consolar completamente a un padre quebrado por la tragedia.

 

Cuando algunos familiares intentaron levantar al hombre, él se resistió, aferrado al ataúd como si separarse de él significara aceptar una realidad que no estaba dispuesto a enfrentar.

YouTube Thumbnail Downloader FULL HQ IMAGE

El velorio de Débora Estrella no solo fue una despedida, sino también un testimonio del amor incondicional y desesperado de un padre que desafía incluso a la muerte.

La imagen de ese hombre de rodillas, derrotado pero fiel a su amor, quedó grabada en la memoria de todos los presentes.

 

Este dolor no terminó con el entierro; vivirá en cada recuerdo, en cada ausencia y en cada suspiro.

La historia de Débora y la lucha de su padre nos recuerdan la profundidad del amor paternal y la dificultad infinita de aceptar una pérdida tan grande.

 

La tragedia vivida en el velorio de Débora Estrella invita a reflexionar sobre el proceso del duelo y la negación.

¿Puede algún padre aceptar realmente la muerte de un hijo? ¿O es un dolor tan inmenso que jamás termina?

 

Lo cierto es que, en ese momento, el amor y la esperanza se enfrentaron a la realidad más dura, dejando una escena que nadie podrá olvidar.

La historia de Débora y su padre es un recordatorio conmovedor de la fragilidad humana y la fuerza del amor frente a la pérdida.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News