Raúl de Molina, conocido cariñosamente como “El Gordo”, es una de las figuras más emblemáticas de la televisión hispana.
Con casi 70 años de edad, su vida ha estado marcada por grandes éxitos, duras pruebas personales y una lucha constante por superar adversidades.
Recientemente, su salud ha generado preocupación tras una grave complicación derivada de una cirugía estética, pero esta no es la única tragedia que ha enfrentado a lo largo de su vida.
A finales de mayo de 2025, Raúl se sometió a una paniculectomía, una operación para retirar el exceso de piel y grasa del abdomen, consecuencia de una impresionante pérdida de peso que había logrado en los últimos años.
Había bajado 50 kilos, mejorando significativamente su calidad de vida, pero la piel sobrante le impedía realizar actividades cotidianas como nadar o hacer ejercicio.
La operación parecía ir bien al principio, pero a los pocos días comenzó a sentir un dolor intenso en su pie izquierdo.
Un médico que no era su cirujano le recetó antiinflamatorios que afectaron su coagulación sanguínea, complicando la recuperación.
Diez días después del alta, Raúl sufrió una grave hemorragia en su casa, colapsando ante la mirada aterrada de su hija Mía, quien llamó al 911 para salvarlo.
En el hospital, los médicos confirmaron que había perdido mucha sangre por los drenajes colocados tras la cirugía.
Fue sometido a una operación de emergencia para evitar una infección generalizada y permaneció bajo observación durante varios días.
Aunque la herida volvió a abrirse, Raúl continúa su recuperación en casa, agradecido por el apoyo de su familia y consciente del riesgo que implican los medicamentos sin supervisión médica.
La vida de Raúl también ha estado marcada por un dolor profundo que pocos conocen: la pérdida de sus gemelos no nacidos debido a una negligencia médica.
En la década de 1990, Raúl y su esposa Milly, quienes soñaban con formar una familia, enfrentaron esta devastadora experiencia.
Milly se sometía a tratamientos de fertilidad y, cuando finalmente concibieron gemelos, la felicidad fue inmensa.
Sin embargo, durante un procedimiento rutinario para evaluar la salud de los bebés, algo salió mal.
Casi 24 horas después, Milly perdió a ambos bebés, un niño y una niña, lo que sumió a la pareja en un duelo profundo.
Raúl ha hablado abiertamente sobre este episodio, describiendo el dolor y la tristeza que los acompañaron.
A pesar de no haber presentado demandas legales, la experiencia dejó una marca imborrable en sus vidas.
Posteriormente, Milly quedó embarazada de su hija Mía de manera natural, un milagro que sanó sus corazones y les devolvió la esperanza.
Nacido el 29 de marzo de 1959, Raúl tuvo una infancia marcada por la inestabilidad política y familiar.
Su madre trabajaba en una embajada en Cuba, lo que les permitió evitar algunas de las peores dificultades durante la revolución cubana.
Más tarde, se trasladaron a España, donde vivieron seis años antes de establecerse en Miami.
Su padre, un capitán de la Marina, fue encarcelado como preso político durante 23 años, acusado de colaborar con la CIA.
Raúl apenas pudo visitarlo unas pocas veces y no se reunió con él hasta que su padre fue liberado y emigró a Estados Unidos cuando Raúl ya era adulto.
A lo largo de su carrera, Raúl se ha destacado como un presentador carismático y cercano, conocido especialmente por su trabajo en el programa “El Gordo y La Flaca” junto a su compañera Lily Stefan.
Por casi 30 años, han entretenido a millones con chismes, noticias y entrevistas del mundo del espectáculo.
Raúl ha sido muy abierto sobre su lucha contra el sobrepeso.
En más de dos décadas, logró perder cerca de 40 kilos, un cambio que ha compartido con orgullo en redes sociales.
Además, en 2005 enfrentó un diagnóstico de cáncer de riñón, una batalla que ganó gracias a su determinación y a la cirugía exitosa tras bajar de peso para minimizar riesgos.
Su historia de superación física y de salud ha inspirado a muchos seguidores, quienes admiran su disciplina y honestidad.
Raúl está casado con Milly desde 1994, una relación sólida que ha resistido los altibajos de la vida y que suele compartir con humor y cariño en público.
La pareja tiene una hija, Mía, quien actualmente estudia negocios internacionales y es una fuente constante de orgullo para sus padres.
Más allá de su carrera, Raúl es conocido por su generosidad y compromiso social.
Dona regularmente a instituciones médicas y fundaciones que apoyan a jóvenes músicos, y ha participado activamente en labores humanitarias, como la ayuda tras el huracán María en Puerto Rico.
Con una fortuna estimada en 50 millones de dólares, Raúl ha invertido en bienes raíces y colecciones de lujo.
Vive en un moderno apartamento en Miami con comodidades exclusivas y posee una valiosa colección de relojes y arte.
Su pasión por la fotografía lo ha llevado a trabajar en un libro que mostrará imágenes capturadas en sus viajes por el mundo, un proyecto que espera lanzar próximamente.
Tras casi tres décadas al aire, el programa “El Gordo y La Flaca” ha sido un pilar de la televisión hispana.
Aunque han surgido rumores sobre su posible cancelación, Raúl ha aclarado que no hay planes inmediatos para ello, aunque reconoce que todo programa tiene un final inevitable.
Con una actitud optimista, Raúl asegura que, si llega ese momento, estará listo para nuevos retos y proyectos, demostrando una resiliencia que ha caracterizado toda su vida.
La historia de Raúl de Molina es un testimonio de fortaleza, amor y perseverancia.
Desde las tragedias personales hasta los éxitos profesionales, ha sabido enfrentar cada desafío con valentía y honestidad.
A punto de cumplir 70 años, sigue siendo una inspiración para muchos, con muchas historias aún por contar y sueños por cumplir.
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