🚨¡NADIE LO VIO VENIR! La nueva tarima de Jet Set se desploma con artistas y público en escena y desata caos total
Lo que debía ser una noche de música, alegría y reencuentro con el ritmo terminó siendo una pesadilla colectiva.
La reciente tragedia ocurrida en la icónica discoteca Jet Set ha sacudido a la República Dominicana entera.
Una tarima recién remodelada, inaugurada con entusiasmo y publicidad, se convirtió en un escenario de muerte, caos y desesperación.
El país entero ha quedado conmocionado, y los sobrevivientes no pueden borrar de su mente las imágenes de lo que vivieron dentro de ese lugar que, hasta hace unos días, era símbolo de fiesta y tradición musical.
Era una noche esperada.
El cartel promocional anunciaba el regreso de varias figuras del merengue en una presentación especial que prometía ser inolvidable.
Nadie podía imaginar que el recuerdo que quedaría grabado no sería el de una canción, sino el del horror.
La discoteca Jet Set, ubicada en Santo Domingo, reabrió sus puertas con una tarima totalmente renovada, luces modernas y equipos de sonido de última generación.
Las redes sociales estaban llenas de expectativa, y las entradas se agotaron en tiempo récord.
Cerca de la medianoche, el lugar ya estaba repleto.
Más de 600 personas bailaban, cantaban, reían.
La música sonaba fuerte y el ambiente estaba cargado de energía.
Todo transcurría normalmente hasta que, en cuestión de segundos, el piso de la tarima comenzó a crujir.
Al principio, muchos pensaron que era parte del espectáculo: un efecto de sonido, una vibración del bajo.
Pero luego vino el colapso.
Una parte de la tarima cedió de forma abrupta, arrastrando consigo a músicos, personal técnico y varios asistentes que se encontraban cerca del borde del escenario.
Los gritos fueron inmediatos.
El sonido se detuvo, las luces se apagaron y el pánico tomó el control.
Personas corriendo, cuerpos en el suelo, otros tratando de rescatar a sus familiares de entre los escombros.
Todo ocurrió en menos de un minuto, pero pareció una eternidad para quienes estaban allí.
“Pensé que era una explosión”, relató una mujer que se encontraba en la primera fila.
“Cuando vi a la gente caer, empecé a gritar y buscar a mi hermana.
Había polvo, cables sueltos, sangre… fue como una escena de guerra.
Los equipos de emergencia llegaron poco después, pero la confusión era total.
Algunos de los presentes ayudaban a cargar heridos en brazos, otros intentaban abrir paso entre la multitud.
El acceso fue difícil por la cantidad de personas que intentaban salir al mismo tiempo.
Mientras tanto, dentro del local, los gritos de auxilio no cesaban.
El saldo preliminar fue trágico: al menos 5 personas fallecidas, decenas de heridos y un país paralizado por el dolor.
Entre las víctimas se encontraban dos músicos de la banda que tocaba esa noche, un camarógrafo del evento y una joven de 22 años que había asistido por primera vez a Jet Set para celebrar su cumpleaños.
La escena fue cubierta por medios nacionales e internacionales, mientras las imágenes del colapso recorrían internet en tiempo real.
La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿cómo pudo pasar algo así en un lugar que acababa de ser remodelado? Las autoridades han abierto una investigación para determinar si hubo negligencia en el proceso de construcción o si se incumplieron normas de seguridad.
El Ministerio de Obras Públicas ha solicitado los planos y contratos de remodelación, mientras que el Cuerpo de Bomberos trabaja en un informe técnico para establecer las causas del desplome.
Algunos ingenieros consultados señalaron que una posible sobrecarga o un error estructural en el soporte de la tarima podría haber provocado el colapso.
Otros hablan de materiales de baja calidad o de una instalación apresurada.
Sin embargo, hasta que se conozca el resultado de las pericias, todo son especulaciones.
La gerencia de la discoteca emitió un breve comunicado lamentando profundamente los hechos y asegurando que colaborarán con las autoridades en todo lo necesario.
No obstante, la opinión pública no ha tardado en exigir justicia.
En redes sociales, el hashtag #TragediaEnJetSet se volvió tendencia, acompañado de mensajes de dolor, indignación y llamados a que este tipo de incidentes no se repita.
“Esto no puede quedar impune”, escribió un usuario en Twitter.
“No podemos permitir que por la falta de supervisión, por la avaricia o por la irresponsabilidad, sigamos enterrando a inocentes.
Mientras tanto, las familias de las víctimas velan a sus seres queridos con el corazón roto y muchas preguntas sin responder.
La madre de una de las víctimas declaró entre sollozos: “Mi hija solo quería escuchar música y celebrar su cumpleaños.
Nunca imaginé que la estaría sepultando hoy.
Los sobrevivientes intentan recuperarse física y emocionalmente.
Algunos siguen hospitalizados con fracturas y contusiones, mientras que otros lidian con el trauma psicológico de haber presenciado una tragedia en vivo.
Organizaciones de salud mental ya han ofrecido asistencia gratuita para quienes estuvieron presentes aquella noche, entendiendo que el impacto no desaparecerá fácilmente.
El caso ha destapado, además, un debate nacional sobre la seguridad en espacios públicos de entretenimiento.
¿Cuántos otros lugares funcionan sin inspecciones reales? ¿Cuántos escenarios, tarimas y estructuras están sostenidos por promesas pero no por ingeniería sólida? La tragedia en Jet Set podría ser el inicio de una revisión profunda que el país necesita desde hace tiempo.
Mientras tanto, el dolor persiste.
La música se ha silenciado en Jet Set, y no por decisión artística.
El lugar que tantas veces fue testigo de momentos inolvidables hoy guarda el eco del llanto y el peso de una noche que marcó para siempre a sus asistentes.
Una tarima que debía ser símbolo de renovación se transformó en símbolo de muerte.
Y el país, de luto, exige respuestas.
Porque cuando la fiesta termina en tragedia, el silencio también grita.