La boda de Rajwa Al Saif con el príncipe heredero Hussein de Jordania en 2023 fue uno de los eventos más destacados del año.
La ceremonia, llena de lujo y glamour, acaparó titulares en todo el mundo y generó expectativas de una vida de cuento de hadas para la joven princesa.
Sin embargo, la realidad que ha enfrentado Rajwa desde su matrimonio dista mucho de esa imagen idílica.
En este artículo, exploraremos los desafíos, las críticas y las presiones que ha tenido que afrontar, así como los cambios en su vida personal y pública.
Rajwa Al Saif nació el 28 de abril de 1994 en Riad, Arabia Saudita.
Proveniente de una familia influyente, su padre, Khaled Al Saif, fue un prominente empresario que fundó el Grupo Al Saif, una de las mayores empresas de ingeniería y construcción en Riad.
Su madre, Azza, también pertenece a una familia de gran prestigio, relacionada con la realeza saudí y la Casa Real de Arabia Saudita.
Esto le otorgó a Rajwa un linaje noble y una posición privilegiada desde su infancia.
A diferencia de muchas figuras públicas, Rajwa mantuvo una vida privada bastante reservada en sus primeros años.
Se sabe que disfrutó de una crianza feliz, rodeada de su familia, y que desde pequeña desarrolló una pasión por los caballos, una afición que aún conserva.
Su interés por la arquitectura y el diseño la llevó a estudiar en Estados Unidos, en la Universidad de Syracuse, donde obtuvo su licenciatura en Arquitectura en 2017.
Posteriormente, amplió sus conocimientos en Comunicación Visual en el Fashion Institute of Design & Merchandising en Los Ángeles, y adquirió experiencia laboral en firmas de arquitectura y diseño en Estados Unidos y Riad.

El príncipe Hussein de Jordania, estudioso en Estados Unidos en la Universidad de Georgetown, también tiene un pasado académico en ese país.
Se desconoce si su relación comenzó durante su estancia en América, pero en una entrevista con Vogue Arabia, Hussein reveló que conoció a Rajwa a través de un amigo en común.
La pareja se enamoró rápidamente, y tras unos meses de cortejo, comenzaron una relación seria.
El compromiso fue oficial en 2022, y la noticia fue recibida con alegría por la familia real jordana.
La reina Rania compartió en Instagram su felicidad por la unión, destacando la importancia de Rajwa como futura esposa del heredero.
Sin embargo, no todo fue fácil para la joven princesa.
Desde que se anunció su compromiso, Rajwa enfrentó una atención mediática y pública intensa.
La joven fue objeto de críticas y ataques en línea, principalmente por su pasado y su apariencia en fotografías antiguas.
Algunas imágenes mostraban a Rajwa en fiestas o usando ropa considerada inapropiada por algunos sectores conservadores.
Esto generó un debate sobre la imagen que una princesa debe proyectar y su pasado personal.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F695%2Fbd5%2F24d%2F695bd524d9e7add8e4950196e0152cb8.jpg)
A pesar de las críticas, muchos defendieron a Rajwa, argumentando que todos tienen un pasado y que ella era una joven normal antes de convertirse en miembro de la familia real.
La boda, celebrada en junio de 2023, fue una de las más importantes del año, con la presencia de dignatarios internacionales, incluyendo al príncipe Guillermo y la princesa Catalina del Reino Unido.
Tras su matrimonio, Rajwa comenzó a asumir sus deberes reales, participando en eventos nacionales e internacionales junto a Hussein.
Se la ha visto con frecuencia en actos oficiales, mostrando elegancia y modernidad en su estilo.
Sin embargo, vivir bajo el escrutinio constante ha sido un reto para ella.
Las filtraciones de fotos de su luna de miel, en las que aparecía con ropa de baño, provocaron un escándalo en Jordania y Arabia Saudita.
Algunos críticos argumentaron que su atuendo no era apropiado para una princesa musulmana y que no se ajustaba a los valores tradicionales.
La invasión a su privacidad generó una reacción negativa en muchos activistas y en la familia real, quienes defendieron su derecho a la privacidad.
Poco después de su boda, Rajwa quedó embarazada.
Sin embargo, enfrentó momentos difíciles cuando su padre enfermó gravemente de cáncer.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fe97%2F7bb%2Fe86%2Fe977bbe86abf4dd95ad5391ec3755046.jpg)
La joven princesa tuvo que viajar frecuentemente entre Riad y Ammán para estar cerca de él, lo que afectó su vida personal y emocional.
En enero de 2024, su padre falleció, y ella no pudo asistir en persona al funeral debido a complicaciones de salud relacionadas con su embarazo.
Durante ese período, Rajwa sufrió una pérdida significativa de peso y estuvo muy débil, pero finalmente dio a luz a su hija, la princesa Iman, en agosto de 2024.
La ley jordana establece que solo los hijos varones pueden heredar el trono, por lo que la presión sobre Rajwa para tener más hijos, especialmente varones, es alta.
A pesar de los obstáculos, Rajwa ha retomado sus obligaciones reales con determinación.
Se la ha visto en eventos oficiales, mostrando una imagen de fortaleza y elegancia.
Sin embargo, la presión social y familiar continúa, especialmente en una cultura donde la prioridad de tener hijos varones es muy fuerte.

Muchos analistas y observadores consideran que, si bien su apariencia y estilo son admirados, lo que realmente definirá su papel en la historia de Jordania será su trabajo y contribución al país.
La vida de la princesa Rajwa, lejos del cuento de hadas, refleja las dificultades de vivir bajo un escrutinio constante y las expectativas de un linaje noble en un mundo moderno.
La historia de Rajwa después del matrimonio es un ejemplo de cómo las figuras públicas, incluso en los círculos más privilegiados, enfrentan desafíos que pocos pueden imaginar.
Desde críticas en línea hasta la pérdida de un ser querido y la presión por cumplir con las tradiciones familiares, su vida demuestra la complejidad de vivir en la mira de la opinión pública.
Sin duda, su camino hacia el futuro será una prueba de su fortaleza, elegancia y compromiso con su país y su familia.