La verdad de lo que pasó con la familia de Emiliano Zapata

La historia de Emiliano Zapata, uno de los más grandes íconos de la Revolución Mexicana, está profundamente marcada por la tragedia, la traición y el legado que perdura hasta hoy a través de sus descendientes.

Nacido en Anenecuilco, Morelos, en 1879, Zapata se convirtió en el símbolo de la lucha campesina por la tierra y la justicia social, consagrando su vida al lema “Tierra y libertad”.

EmilianoZapata: 10 datos a l00 años de la muerte del 'Caudillo del Sur'
Sin embargo, tras su asesinato en 1919 en la hacienda de Chinameca, el destino de su familia quedó envuelto en el dolor y la leyenda, extendiéndose a lo largo de generaciones que, pese a los años, siguen defendiendo su nombre y su causa.

 

El asesinato de Zapata fue uno de los episodios más oscuros de la Revolución Mexicana.

Según los relatos históricos, Venustiano Carranza, entonces jefe de Estado, ordenó una trampa mortal para acabar con el caudillo del sur, valiéndose de los generales Pablo González Garza y Jesús Guajardo Martínez.

Este último fingió romper con Carranza para ganarse la confianza del líder campesino, entregando como prueba de su lealtad a cincuenta soldados federales.

El 10 de abril de 1919, Zapata acudió a la hacienda de Chinameca, donde fue recibido con un toque de clarín que simulaba un saludo militar.

En realidad, aquella señal dio inicio a la emboscada que acabaría con su vida tras recibir más de veinte disparos.

 

Su muerte conmovió profundamente al pueblo mexicano y consolidó la figura de Zapata como un mártir de la causa agrarista.

Décadas después, su espíritu resurgió en 1994 con el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, una muestra de que su lucha por los derechos de los campesinos seguía viva.

Pero más allá del mito, la historia de su familia revela un linaje marcado por la resistencia, el sacrificio y la fidelidad al ideal zapataista.

 

Su hermano Eufemio Zapata también participó activamente en la Revolución.

Mexican Revolutionary Leaders Pancho Villa and Emiliano Zapata sat next to  each other at Palacio Nacional in Mexico City, Mexico, on December 6th,  1914. Villa is sitting in the presidential chair. Credit:
Nacido en Villa de Ayala, fue un hombre de temperamento fuerte y un militar comprometido con la causa de su hermano.

Murió asesinado en 1917 por su propio subordinado, el general Sidronio Camacho, en un hecho cargado de tensiones personales y políticas.

La tragedia de Eufemio fue el preludio de los años difíciles que viviría la familia del caudillo.

 

Emiliano Zapata tuvo una vida amorosa intensa.

Se le atribuyen al menos diez mujeres y unos quince hijos, muchos de los cuales murieron jóvenes, víctimas de enfermedades o accidentes en tiempos de guerra.

Su única esposa formal fue Josefa Espejo Merino, con quien contrajo matrimonio en 1911 y tuvo dos hijos que fallecieron en la infancia por picaduras de animales.

A pesar de las múltiples relaciones del caudillo, Josefa permaneció fiel hasta su muerte, acompañándolo en su labor revolucionaria al encargarse de la logística de alimentos para las tropas.

 

Entre las parejas más recordadas de Zapata está Inés Alfaro Aguilar, su primer gran amor, con quien tuvo cinco hijos, aunque solo uno, Nicolás Zapata Alfaro, sobrevivió a la niñez.

Nicolás vivió hasta 1979, manteniendo viva la memoria de su padre desde la discreción y el trabajo campesino.

Otra mujer importante fue Gregoria Zúñiga Benítez, considerada por muchos como su amor más profundo.

Con ella tuvo a María Luisa Zapata Zúñiga, quien murió joven a causa de meningitis.

Según el historiador Felipe Ávila, autor del libro Las compañeras de Zapata, Gregoria fue la última mujer que vio al caudillo con vida, la tarde antes de su asesinato.

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La relación con Petra Portillo Torres también fue significativa.

De esta unión nació Ana María Zapata Portillo, quien más tarde se convirtió en una figura política destacada.

Ana María fue una de las primeras diputadas mexicanas en 1958, defendiendo los derechos de las mujeres y los campesinos.

A pesar de sus logros, vivió modestamente y siempre sostuvo que su padre no le había dejado riquezas, sino un nombre sagrado que debía honrar.

Murió en 2010 a los 94 años, dejando atrás una vida dedicada a mantener viva la memoria revolucionaria.

 

Otro de los hijos de Emiliano Zapata, Diego Zapata Piñeiro, fruto de su relación con Georgina Piñeiro, también heredó el compromiso político de su padre.

Fue activista agrario y cofundador de la Confederación Nacional Campesina.

Falleció en 2008, a los 92 años, tras toda una vida dedicada a la defensa de los derechos indígenas y campesinos.

Por su parte, Mateo Emiliano Zapata Pérez, hijo del caudillo con María de Jesús Pérez Caballero, fue un ferviente defensor del Plan de Ayala.

A pesar de recibir ofertas políticas del gobierno, incluso una embajada propuesta por Carlos Salinas de Gortari, Mateo las rechazó, afirmando que prefería seguir los ideales de su padre.

Murió en Cuautla en 2007 a los 89 años.

 

Entre los descendientes más longevos de Zapata destacó Carlota Zapata Sánchez, nacida en 1913 de su relación con Agapita Sánchez.

Vivió hasta los cien años y murió en 2014 en Jiutepec, Morelos.

Su nieta, Itseluyoa, relató que Carlota siempre rechazó cualquier ayuda del gobierno, recordando que “el gobierno mató a su padre” y manteniendo firme su independencia hasta el final de sus días.

Biografía de Emiliano Zapata

El linaje zapataista siguió vivo con los nietos y bisnietos del caudillo.

En 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró el “Año de Emiliano Zapata” y se reunió en el Palacio Nacional con varios de sus descendientes, entre ellos Jorge Zapata González, Edgardo Zapata Hernández y Benjamín Zapata Amaro.

El nieto más visible, Jorge Zapata González, ha continuado participando en movimientos campesinos y, en 2025, encabezó marchas en Morelos exigiendo el acceso equitativo al agua para las comunidades rurales.

 

Por su parte, la nieta Margarita Zapata se ha destacado como activista política, copresidiendo la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, organización de corte progresista fundada en México en 1979.

Entre los bisnietos del caudillo figura el historiador Edgar Castro Zapata, presidente de la Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución.

En su labor, ha declarado que su bisabuelo fue un reformador social, un libertario que luchó contra la opresión y cuya obra aún inspira a millones.

 

Hoy, más de un siglo después de su muerte, la familia de Emiliano Zapata sigue siendo un símbolo de resistencia y orgullo para el pueblo mexicano.

Su linaje ha mantenido viva la herencia de aquel hombre que se levantó contra la injusticia y murió defendiendo la tierra de los campesinos.

Aunque las generaciones han cambiado, el espíritu del caudillo del sur continúa guiando la lucha por la dignidad y la libertad en México.

 

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