Liliana Ester Maturano, conocida por América Latina como Tormenta, enfrenta en 2025, a sus más de 70 años, una realidad personal mucho más dolorosa que las baladas románticas que la hicieron famosa.
La voz detrás de éxitos icónicos como “Adiós, chico de mi barrio” sigue girando y cantando, pero lleva consigo el inmenso peso de una tragedia reciente.

Tras años alejada del foco mediático, Tormenta regresó solo para despedir al gran amor de su vida: su esposo, Fabián Dines.
Fabián, quien fue su compañero durante 20 años incondicionales y el padre de su hija Micaela, falleció trágicamente en un devastador accidente automovilístico en agosto de 2024.
La cantante anunció la desgarradora noticia a través de una emotiva publicación en Facebook.
Sus palabras reflejaron la magnitud exacta de su pena y su profunda incredulidad ante el destino.
“Hoy es un día muy difícil para mí. Tengo que despedirme de Fabián, mi compañero de 20 años”, escribió Tormenta.
El mensaje fue un homenaje a un hombre que describió como “un hijo y padre ejemplar”, y un amor que “siempre llevaré en mi corazón”.
Ella confesó el doloroso proceso que está viviendo: “Me cuesta creer que ya no estés. Tendré que acostumbrarme a esta dolorosa realidad”.
La tragedia familiar se intensificó con un segundo y devastador golpe.
Solo dos días después del fallecimiento de Fabián Dines, su madre, una mujer de 97 años que había sido una sobreviviente del Holocausto en Auschwitz, también murió.
La familia sufrió dos pérdidas irreparables en apenas unos días, sumiendo a Tormenta y a su hija Micaela en un luto intensificado.
A pesar del profundo dolor que la embarga, Tormenta sigue inmersa en su carrera.
Ella misma ha admitido que la música se ha convertido en su única tabla de salvación y ancla a la vida.
“Si me retirara de la música, no sé qué haría con mi vida”, confesó la artista, revelando cuán profunda es la simbiosis entre su arte y su propia identidad.
La Trayectoria de una Leyenda

El camino de Liliana Maturano hacia el estrellato comenzó humildemente en Argentina.
Creció en un hogar donde la música era natural, con un padre exboxeador y una madre serenatera.
Su gran oportunidad llegó a finales de 1973, cuando fue descubierta por el músico Víctor Heredia y firmada por RCA Víctor.
El director artístico, Mario Pisurno, le dio el nombre artístico de Tormenta, inspirado en su fuerza y emoción.
Con apenas 16 años, su primer sencillo, Cebando Mate, se convirtió en un fenómeno inmediato.
Vendió alrededor de 450,000 copias, rompiendo el mito de la época que afirmaba que las mujeres no vendían discos al nivel de las grandes estrellas masculinas.
Su tercer sencillo, la emotiva balada “Adiós, chico de mi barrio”, la catapultó al reconocimiento internacional.

El éxito fue inmenso.
Tormenta se presentó en el Festival de Viña del Mar y comenzó giras incansables por Colombia, Perú, Ecuador y toda América Latina.
A lo largo de sus primeros ocho años, vendió más de 5 millones de discos.
La artista también incursionó en el cine con películas como Los éxitos del amor.
En la década de 1980, grabó el poderoso sencillo “Que no me llamen tu mujer”, un tema de empoderamiento femenino que fue prohibido por el gobierno militar de la época debido a su contenido subversivo.
Tras tomarse un breve descanso por su embarazo, nació su hija Micaela en 1992.
Tormenta celebró sus 25 años de carrera en 1994, un hito que demostró su longevidad y su fiel público.
A pesar de que el dolor ha teñido su presente, la artista sigue comprometida con su arte.
Actualmente, se prepara para conciertos especiales como La noche de la nostalgia, y continúa componiendo nuevo material.
En el escenario, Tormenta encuentra la fuerza para seguir adelante, llevando consigo tanto la alegría rítmica de su música como el inmenso peso de su duelo personal.
La voz que cantó las baladas de América Latina es la misma que hoy encuentra en la melodía la única forma de anclarse a la vida tras su dolorosa pérdida.
Su historia es un testimonio conmovedor de la resiliencia humana.