El ascenso y caída de Marilyn Monroe: la tragedia detrás del mito

Marilyn Monroe es, sin lugar a dudas, una de las figuras más emblemáticas del cine y la cultura popular. Su nombre sigue siendo sinónimo de belleza, glamour y tragedia. Sin embargo, la historia de su vida está marcada por luchas internas, difíciles decisiones y un destino que no la favoreció. Desde su niñez en orfanatos hasta su trágico final, Monroe vivió una vida llena de sufrimiento y desafíos que la llevaron a convertirse en una estrella internacional, pero también en un ser humano marcado por las cicatrices del abuso, la soledad y el desgaste emocional.

Infancia difícil y su primer contacto con el mundo del cine

Marilyn, cuyo nombre real era Norma Jeane Baker, nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles. Su madre, Gladis Pearl Baker, sufría de esquizofrenia, lo que le impedía cuidar de su hija de manera adecuada. A consecuencia de esto, Norma pasó su infancia en varios orfanatos, donde sufrió abusos físicos y psicológicos. A pesar de este entorno tan hostil, Norma mantuvo una fantasía de que su padre algún día la rescataría, alimentada por una fotografía que su madre le mostró, en la que un hombre se parecía a la estrella de cine Clark Gable.

Aunque su madre no pudo brindarle el apoyo necesario, una mujer llamada Grace Goddard, amiga de su madre, la acogió y se convirtió en su tutora legal. Fue Grace quien, en medio de las dificultades económicas, le dijo a Norma que algún día sería muy bonita, un comentario que la niña internalizó y que determinaría su futuro. En una sociedad que valoraba la belleza física, Norma pronto entendió que su atractivo podría ser su boleto para escapar de las dificultades de su vida.

El despertar de Marilyn Monroe como modelo y actriz

A los 16 años, Norma se casó con Jim Duggar, un joven de 21 años, aunque no lo hacía por amor, sino porque veía en él una salida a su vida de orfanato. Sin embargo, la relación no duró y, cuando la Segunda Guerra Mundial estalló, Norma comenzó a trabajar en una fábrica de municiones, donde su belleza comenzó a llamar la atención de los hombres. Fue allí donde conoció al fotógrafo del ejército David Conover, quien la propuso como modelo para enviar su retrato a los soldados. Esta fue la primera sesión fotográfica de lo que sería el inicio de su carrera como modelo.

En busca de una vida mejor, Norma dejó a su esposo y comenzó a trabajar como modelo para agencias que se especializaban en fotografías tipo pin-up, conocidas por sus poses sugerentes y provocativas. Aunque estas imágenes hoy en día pueden ser vistas como cosificantes, en esa época eran muy populares, especialmente entre los soldados durante la guerra. A pesar de la crítica social que estos trabajos podrían generar, Norma entendió que este era el medio a través del cual podría avanzar en su carrera y mejorar su situación económica.

Hollywood y la transformación en Marilyn Monroe

El siguiente gran paso de Norma fue mudarse a Hollywood, donde, con la ayuda de un ejecutivo de un estudio, cambió su nombre a Marilyn Monroe. Este nuevo nombre no solo le daba una identidad en la industria, sino que también le ofrecía una imagen fresca y atractiva. Además, decidió teñirse el cabello de rubio platinado, un cambio estratégico que la hizo parecer más accesible a la audiencia caucásica, en una época marcada por fuertes tensiones raciales en los Estados Unidos. Monroe también se sometió a algunas cirugías estéticas, como un implante mandibular, para mejorar su perfil y aumentar sus oportunidades laborales.

Marilyn no solo se destacó por su físico, sino también por su capacidad para reinventarse y adaptarse a los caprichos de la industria. A pesar de ser una actriz tímida y en un principio considerada torpe, no se rindió y continuó buscando oportunidades. Su dedicación la llevó a firmar un contrato con Fox, donde comenzó a recibir papeles secundarios, pero rápidamente se destacó en todas sus apariciones, robándose la atención del público y los críticos por igual.

El escándalo y la lucha por el reconocimiento

A pesar de su éxito, la vida de Marilyn Monroe no fue fácil. Durante sus primeros años de carrera, su belleza la definió más que su talento actoral, lo que la hizo sentir reducida a un objeto de deseo en lugar de una actriz respetada. Sin embargo, Monroe no se dio por vencida y continuó luchando por papeles más complejos, sabiendo que su imagen sería siempre un instrumento para lograr sus objetivos.

En 1952, su vida personal también se vio afectada por el escándalo. El público descubrió que Marilyn había posado desnuda para unas fotos por las que había recibido solo 50 dólares, una información que la etiquetó como una mujer fácil y desvergonzada. Sin embargo, lejos de ceder ante las críticas, Monroe decidió no pedir disculpas y mantenerse firme en su postura.

La tragedia final de Marilyn Monroe

La carrera de Marilyn Monroe continuó siendo un éxito, pero su vida personal estaba lejos de ser perfecta. Su relación con los Kennedy, sobre todo con el presidente John F. Kennedy, es otra de las facetas misteriosas y trágicas de su historia. Existen teorías que sugieren que Monroe fue eliminada debido a que conocía demasiados secretos sobre la familia, y que su deterioro emocional podría haber representado una amenaza para ellos.

El final de Marilyn Monroe es trágico. El 5 de agosto de 1962, Monroe fue encontrada muerta en su casa, oficialmente debido a una probable sobredosis. Sin embargo, las teorías de conspiración nunca dejaron de apuntar a la implicación de los Kennedy. A lo largo de su vida, Marilyn Monroe logró la fama y el éxito, pero a un precio muy alto. Desde una infancia traumática hasta su trágico final, su historia es la de una mujer que luchó por salir adelante, pero que nunca pudo escapar completamente de sus demonios internos. Su legado, tanto artístico como humano, sigue siendo una de las más grandes tragedias de la historia del cine.