En la historia de la música en español, hay parejas que han dejado una huella imborrable, pero pocas lo han hecho de manera tan efímera como Anna Sánchez Becerra y Juan Enrique Dapena, conocido como Johnny.
Este dúo, que alcanzó la cima de la popularidad en los años 70, se hizo famoso por sus románticas baladas y su carisma en el escenario.
Sin embargo, a pesar de su éxito y de haber ganado mucho dinero, decidieron retirarse sorpresivamente cuando estaban en lo más alto.
Este artículo explora su trayectoria, la razón de su repentina despedida y su vida después de la música.
Anna Sánchez Becerra nació en 1950 en Málaga, España, mientras que Johnny llegó al mundo en 1949 en Madrid.
La carrera musical de Johnny comenzó en 1967, cuando se unió a un grupo llamado Los Liberales.
Sin embargo, tras la salida de su cantante principal, el grupo se vio en la necesidad de buscar una nueva voz.
Fue entonces cuando conocieron a Anna, cuya poderosa voz y belleza física la hicieron destacar entre las candidatas.
El grupo cambió su nombre a “Ama y Los Liberales”, y desde el principio, Johnny quedó cautivado por Anna.
La conexión entre ellos fue instantánea, y pronto comenzaron una relación amorosa.
Sin embargo, la falta de seriedad del grupo en el negocio de la música llevó a Anna y Johnny a tomar la decisión de formar un trío con el músico Alfonso Pueblo en 1968.
Durante este período, el grupo no logró despegar, y solo grabaron 12 canciones entre 1968 y 1973.
En 1973, tras la disolución de “Los Magos de Voz”, Anna y Johnny decidieron continuar como dúo, optando por usar sus propios nombres.
En 1974, debutaron en el Festival de la Canción de Almería con la canción “Quisiera ser un caballo”, que se convirtió en un éxito instantáneo.
Este tema, a pesar de su título peculiar, cautivó al público con las voces complementarias de Anna y Johnny.
El verdadero despegue de su carrera llegó en mayo de 1976 con el lanzamiento de “Yo también necesito amar”.
Esta canción no solo se convirtió en un gran éxito en España, sino que también resonó en toda Latinoamérica.
A pesar de la controversia que generó, con críticos calificándola de “pop erótico”, la canción no fue censurada en España, aunque en otros países, como Argentina, se tuvo que grabar una versión alternativa.
Poco después, lanzaron “Te amaré”, otra canción que consolidó su éxito.
La letra provocativa y su melodía cautivadora hicieron que se convirtiera en un himno en España y Latinoamérica.
La popularidad de Anna y Johnny creció rápidamente, llevándolos a ser reconocidos como una de las parejas más atractivas y queridas de la música en español.
A pesar de su creciente éxito, en 1978, Anna y Johnny tomaron la sorprendente decisión de retirarse del mundo del espectáculo.
En el apogeo de su carrera, cuando su popularidad estaba en su punto más alto, decidieron que no querían que sus hijos crecieran con padres ausentes.
La presión del mundo del espectáculo y la falta de tiempo para la vida familiar pesaron mucho en su decisión.
La pareja había ganado una considerable cantidad de dinero en solo dos años y, en lugar de ser codiciosos, consideraron que lo que tenían era suficiente.
Anna y Johnny tuvieron dos hijos y, en 1980, establecieron un negocio de venta, alquiler y distribución de equipos musicales llamado “Bosco”.
Este pequeño emprendimiento creció con el tiempo y, para 1983, ya contaba con sucursales en varias ciudades importantes de España, como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Palma de Mallorca.
Mientras Anna se dedicó a administrar el negocio, Johnny continuó su carrera como compositor, escribiendo letras para otros artistas.
Algunas de sus composiciones más exitosas incluyen “Porque te marchas”, interpretada por Manolo Galván, y “El tema más sexy”, que fue popularizada por la banda Cos y más tarde por Miguel Bosé.
Aunque Anna y Johnny se divorciaron años después, mantuvieron una excelente relación personal y profesional.
Ambos volvieron a casarse con otras personas, pero continuaron siendo amigos y socios en el negocio.
Su historia es un ejemplo de cómo es posible mantener una relación cordial después de una separación.
Johnny, al reflexionar sobre su breve pero intensa carrera musical, afirma que atesora los buenos recuerdos, pero no siente nostalgia por el pasado.
A pesar de las ofertas que han recibido para regresar a los escenarios o participar en programas de televisión que celebran sus éxitos pasados, él ha decidido no aceptar.
Para él, su tiempo en el mundo de la música fue una experiencia gratificante, pero ahora prefiere disfrutar de su vida lejos del espectáculo.
Anna y Johnny tuvieron sus cinco minutos de fama, disfrutaron de su éxito y se llevaron una buena ganancia económica.
A pesar de su corta carrera, dejaron una marca indeleble en la música romántica en español.
Sus canciones, llenas de amor y pasión, siguen siendo recordadas y apreciadas por los fans de la música de los años 70.
La historia de Anna y Johnny es un testimonio de cómo el amor puede florecer en el escenario y cómo las decisiones personales pueden llevar a una vida más plena y satisfactoria fuera de la fama.
Su legado musical, aunque breve, continúa resonando en el corazón de quienes crecieron escuchando sus baladas.
En un mundo donde muchos artistas buscan la fama a toda costa, la decisión de Anna y Johnny de retirarse en el apogeo de su carrera es una lección valiosa sobre la importancia de la familia y el equilibrio en la vida.
Su historia nos recuerda que el éxito no siempre se mide en términos de fama o reconocimiento, sino en la satisfacción personal y la felicidad familiar.
Hoy, Anna y Johnny son un ejemplo de cómo se puede vivir plenamente, disfrutando de los recuerdos de un pasado brillante mientras se construye un futuro lleno de nuevas oportunidades.
Su música sigue viva, y su legado perdura, recordándonos que a veces, lo más importante es saber cuándo es el momento adecuado para dar un paso atrás y priorizar lo que realmente importa.
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