La Fiscalía General de la Nación ha revelado importantes avances en la investigación del atentado contra Miguel Uribe Turbay, un incidente que ha conmocionado al país y que resultó en la trágica muerte del senador y precandidato presidencial.
Durante una reciente audiencia de imputación de cargos, se identificó al grupo criminal “Plata o Plomo” como el responsable de planear y ejecutar el ataque que tuvo lugar el 7 de junio de 2025.
Esta organización delictiva, que opera desde Bogotá y tiene injerencia en varias ciudades colombianas, ha sido descrita como una estructura compleja con múltiples actores involucrados.
El ataque contra Miguel Uribe se llevó a cabo en el parque El Golfito, ubicado en el barrio Modelia.
Fue un acto violento que dejó al país en estado de shock, especialmente dado que Uribe era un político prominente en la escena nacional.
La fiscalía ha indicado que el atentado fue planeado meticulosamente y que uno de los jóvenes involucrados en la ejecución del mismo tenía apenas 15 años.
Este detalle resalta la gravedad de la situación, ya que muestra cómo organizaciones criminales están utilizando a menores para llevar a cabo sus actividades delictivas.
Durante la audiencia, la jueza encargada del caso proporcionó información crucial sobre la estructura de “Plata o Plomo”.
Este grupo criminal está encabezado por un individuo conocido como alias “Moscou”, quien se considera el líder máximo de la organización.
Por debajo de Moscou, se encuentran otros miembros clave como alias “El Viejo”, “El Arteaga”, “Harold Oale”, “William Fernández”, “El Caleño”, “Catherine Martínez” y otros que aún están pendientes de identificación.
La fiscalía ha detallado que cada miembro de la organización tiene un rol específico y que todos responden a un sistema jerárquico.
Los integrantes conocidos como “firmas” tienen un nivel superior y son responsables de supervisar las actividades delictivas y las rentas ilícitas generadas por la organización.
Esta estructura organizada permite a “Plata o Plomo” operar de manera eficiente y coordinada, lo que complica las labores de las autoridades para desmantelarla.
Harold Daniel Barragán, alias “Harold”, quien fue detenido recientemente, ha sido identificado como uno de los presuntos cabecillas de la organización.
La jueza mencionó que Barragán ha estado activo en “Plata o Plomo” desde aproximadamente 2023, y su papel principal se centra en la fabricación, adquisición y comercialización de armas.
Este aspecto de su actividad delictiva es particularmente preocupante, ya que su acceso a armamento podría facilitar la ejecución de más actos violentos en el futuro.
La fiscalía ha presentado un documento de acusación que detalla la complejidad de las operaciones de la organización.
Se destaca que “Plata o Plomo” no solo se dedica a actividades de violencia política, sino que también está involucrada en una variedad de delitos que incluyen el narcotráfico y la extorsión.
Este enfoque multifacético les permite mantener un flujo constante de ingresos, lo que a su vez les da más recursos para llevar a cabo sus planes.
El atentado contra Miguel Uribe es un reflejo de la creciente violencia en Colombia, donde grupos criminales como “Plata o Plomo” han proliferado en los últimos años.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para combatir el crimen organizado, la situación sigue siendo crítica.
La utilización de menores en actividades delictivas es un fenómeno alarmante que pone de manifiesto la falta de oportunidades y el impacto del narcotráfico en la juventud del país.
La violencia política también ha resurgido en Colombia, lo que ha llevado a un clima de temor entre los líderes políticos y sus seguidores.
El caso de Miguel Uribe ha puesto de relieve la necesidad de una respuesta integral que no solo aborde la criminalidad, sino que también busque soluciones a las causas subyacentes de la violencia.
La noticia de la identificación del grupo criminal ha generado diversas reacciones en la comunidad y entre los líderes políticos.
Muchos han expresado su preocupación por la seguridad de los políticos en Colombia y han pedido medidas más efectivas para proteger a aquellos que se encuentran en riesgo.
La violencia política no solo afecta a los individuos involucrados, sino que también tiene repercusiones en la democracia y la estabilidad del país.
El gobierno ha prometido reforzar las medidas de seguridad para los políticos y ha instado a la población a colaborar con las autoridades para desmantelar estas organizaciones criminales.
Sin embargo, la efectividad de estas promesas dependerá de la implementación de políticas adecuadas y de la voluntad política de abordar el problema de manera seria.
El atentado contra Miguel Uribe y la posterior identificación del grupo criminal “Plata o Plomo” subrayan la complejidad del problema de la violencia en Colombia.
La estructura organizada de esta y otras organizaciones delictivas representa un desafío significativo para las autoridades, que deben encontrar formas innovadoras y efectivas de combatir el crimen.
A medida que avanza la investigación, la sociedad colombiana espera que se haga justicia por la muerte de Miguel Uribe y que se tomen medidas para prevenir futuros actos de violencia.
La lucha contra el crimen organizado es una tarea monumental, pero es esencial para garantizar un futuro más seguro y estable para todos los colombianos.
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