Sebastián Óscar Rulli, uno de los actores más queridos y respetados de la televisión latina, enfrenta en estos momentos una de las pruebas más difíciles de su vida.
A sus 47 años, y tras una carrera llena de éxitos y reconocimientos, su esposa Angelique Boyer ha confirmado que su esposo atraviesa un estado débil de salud, una noticia que ha conmocionado a sus seguidores y al mundo del espectáculo.

Sebastián Rulli nació el 6 de julio de 1975 en Buenos Aires, Argentina, en una familia de clase media que le inculcó valores como la disciplina, el respeto y el esfuerzo.
Desde pequeño, mostró una energía inagotable y una pasión por el deporte, especialmente el fútbol, aunque con el tiempo descubrió que su verdadera vocación estaba en el mundo del entretenimiento.
Durante su juventud, Sebastián se destacó por su físico imponente y carisma natural, lo que lo llevó a incursionar en el modelaje internacional recorriendo países como Francia, Italia y España.
Sin embargo, fue en México donde encontró su verdadera oportunidad.
En 2004, su papel en la telenovela “Rubí” lo catapultó a la fama, interpretando a Aitor Ferrer Garza, un arquitecto atrapado en una trama de seducción que cautivó a millones de espectadores en América Latina y Europa.
A partir de ese momento, su carrera creció exponencialmente, protagonizando exitosas producciones como “Contraviento y marea”, “Pasión”, “Un gancho al corazón”, y especialmente “Teresa” en 2010, donde interpretó a Arturo de la Barrera junto a Angelique Boyer.
Este último proyecto marcó el inicio de una relación personal y profesional que se convertiría en una de las más sólidas y admiradas del medio artístico.
Sebastián y Angelique se conocieron en 2010 durante las grabaciones de “Teresa”.
Aunque inicialmente solo fueron amigos, en 2014 comenzaron a salir y desde entonces han construido una relación basada en el respeto, la confianza y la madurez.

A diferencia de otras relaciones mediáticas, ellos han sabido mantener su vida privada con discreción, compartiendo solo algunos momentos con sus seguidores y evitando escándalos.
Su unión se ha caracterizado por la estabilidad y el apoyo mutuo, y aunque aún no se han casado oficialmente, ambos han expresado que no sienten la necesidad de formalizar su relación mediante una ceremonia.
Prefieren disfrutar de su amor sin presiones externas, enfocándose en sus carreras y en su felicidad juntos.
Lo que parecía una relación perfecta y un futuro lleno de proyectos en común, dio un giro inesperado cuando Sebastián comenzó a mostrar síntomas que preocupaban a Angelique.
A pesar de su fortaleza y disciplina, el actor empezó a experimentar molestias que afectaban su desempeño diario.
Angelique fue la primera en notar que algo no andaba bien.
Durante las grabaciones, Sebastián movía los dedos repetidamente tratando de aliviar una sensación de entumecimiento y dolor.
Tras insistir en que consultara a un especialista, Sebastián fue diagnosticado con síndrome del túnel carpiano, una condición que afecta los nervios de las manos y puede causar dolor intenso y pérdida de fuerza.
Este diagnóstico fue un duro golpe para Sebastián, ya que su carrera depende en gran medida de su expresión corporal y gestual.
La posibilidad de que esta enfermedad afectara su capacidad para actuar generó en él incertidumbre y miedo, pero el apoyo incondicional de Angelique fue fundamental para enfrentar esta etapa.

Angelique se convirtió en el pilar fundamental de Sebastián durante este proceso.
No solo lo apoyó emocionalmente, sino que también investigó tratamientos, terapias y ejercicios para aliviar el dolor y fortalecer sus manos.
Juntos adaptaron su rutina diaria para incluir fisioterapia, acupuntura y ejercicios específicos que ayudaron a mitigar los síntomas.
Aunque al principio Sebastián fue reacio a aceptar las limitaciones que la enfermedad imponía, poco a poco comprendió la importancia de cuidar su salud y seguir las indicaciones médicas.
Angelique incluso convirtió la rehabilitación en un momento ameno, acompañándolo y motivándolo para que no perdiera el ánimo.
Además, ella se encargaba de ayudarlo en las tareas cotidianas que se volvían difíciles, como escribir mensajes o masajear sus manos después de largas jornadas de trabajo.
Este cuidado amoroso y detallista fue clave para que Sebastián pudiera sobrellevar la enfermedad sin perder la esperanza.
El síndrome del túnel carpiano no solo afectó físicamente a Sebastián, sino que también tuvo un gran impacto emocional.
En varias ocasiones expresó sus dudas sobre si podría continuar trabajando al mismo ritmo, temiendo que la enfermedad limitara su capacidad para interpretar personajes y realizar escenas exigentes.
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Angelique fue su apoyo constante, recordándole que su talento y presencia en pantalla iban más allá de lo físico.
Gracias a su amor y paciencia, Sebastián logró mantener una actitud positiva y enfrentar el reto con determinación.
Con el tiempo, y aunque el síndrome no tiene cura definitiva, Sebastián ha aprendido a manejar la condición, incorporando medidas preventivas como el uso de férulas para dormir y pausas estratégicas durante las grabaciones.
Actualmente, continúa activo en su carrera, aunque siempre atento a las señales de su cuerpo.
A lo largo de su carrera, Sebastián Rulli también ha enfrentado polémicas públicas.
Una de las más conocidas fue la supuesta rivalidad con el actor Eduardo Santa Marina durante las grabaciones de “Rubí”.
Aunque ambos negaron conflictos directos, la falta de afinidad entre ellos alimentó rumores en los medios.
Por otro lado, Sebastián ha sido crítico con la prensa sensacionalista, denunciando la fabricación de historias falsas que afectan la vida personal de los artistas.
También se ha destacado por sus comentarios valientes contra el machismo en la industria del entretenimiento, defendiendo a las mujeres y cuestionando las desigualdades que persisten en el medio.
A pesar de los desafíos de salud y las dificultades que ha enfrentado, Sebastián Rulli sigue siendo una figura emblemática en la televisión latina.
Su historia es un ejemplo de resiliencia, amor y compromiso, tanto en lo profesional como en lo personal.
Con el apoyo incondicional de Angelique Boyer, Sebastián continúa luchando para mantener su carrera y su bienestar, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, el amor y la fortaleza pueden abrir caminos hacia la esperanza y la superación.
Sus seguidores esperan que esta etapa difícil sea solo un capítulo más en una vida llena de éxitos y momentos felices por venir.
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