Jaime Bayly explot贸 y revel贸 la dram谩tica noche en que sus sospechas se convirtieron en un infierno.
Sospech贸 con una certeza casi absoluta que su esposa estaba si茅ndole infiel con su profesor de karate.
Cont贸 c贸mo toda la verdad, cargada de celos y acusaciones, estall贸 frente a su propia hija.
La joven, incapaz de manejar la tensi贸n, termin贸 rompiendo en un llanto desconsolado.

“No imagin茅 que el cumplea帽os de mi esposa ser铆a el peor d铆a del a帽o.
No estaba preparado para tama帽a cat谩strofe”, afirm贸 el reconocido escritor y presentador.
“Mi hija y esposa lloraban porque yo le hab铆a dicho que ella estaba enamorada de su profesor de karate y se acostaba con 茅l, que seguramente eran amantes”, confes贸 Bayly, exponiendo el doloroso momento de la confrontaci贸n.
Lo que deb铆a ser una simple y alegre celebraci贸n de cumplea帽os termin贸 convertido en un verdadero infierno emocional y familiar.
Jaime Bayly relat贸 con detalle c贸mo el onom谩stico de su esposa se transform贸 r谩pidamente en una noche cargada de celos insoportables, profundas sospechas, llantos desgarradores, gritos de indignaci贸n y la revelaci贸n de una verdad inc贸moda que giraba en torno a la evidente cercan铆a de ella con su profesor de karate.
El escritor comenz贸 su relato contando que aquel fat铆dico s谩bado de noviembre, justo un d铆a antes del cumplea帽os n煤mero 37 de su esposa, decidi贸 agasajarla generosamente.
La llev贸 a una prestigiosa joyer铆a y le compr贸 cuatro costosas piezas de oro, las cuales ella misma eligi贸.
Bayly hizo hincapi茅 en este detalle econ贸mico, remarcando con firmeza que ser铆a injusto y falaz llamarlo taca帽o o avaro.
“Era un s谩bado, a principios de noviembre.
Ella cumpl铆a 37 a帽os.
En v铆speras de su aniversario la llev茅 a una joyer铆a y le regal茅 cuatro prendas de oro que ella eligi贸.
Ser铆a injusto acusarme de avaro”, subray贸 el presentador.
Jaime afirm贸 que las joyas costaron una fortuna, dejando claro que su esposa no ten铆a justificaci贸n alguna para culparlo de haber arruinado su cumplea帽os por falta de regalos o mezquindad econ贸mica.
“Las joyas costaron una fortuna.
No podr铆a decirse que mi esposa sabote贸 su cumplea帽os porque no le regal茅 nada”, sentenci贸.

El tambi茅n conductor de televisi贸n record贸 que siempre ha tenido fama, bien ganada, de hacer buenos y generosos regalos.
Asegur贸 que no iba a manchar esa reputaci贸n, que ha cultivado con esmero, precisamente en la celebraci贸n de cumplea帽os de su esposa.
“En mi familia tengo bien ganada fama de hacer buenos regalos.
驴C贸mo pod铆a entonces deshonrar esa reputaci贸n con mi esposa?”, se pregunt贸 ret贸ricamente.
El escritor indic贸 que su pareja anunci贸 sus planes para el d铆a de su cumplea帽os con total naturalidad.
Dijo que almorzar铆a con 茅l y con su hija adolescente.
Luego, celebrar铆a toda la tarde junto a su profesor de karate, quien coincidentemente tambi茅n cumpl铆a a帽os.
Finalmente, acabar铆an la jornada cenando juntos en familia, los tres.
“La noche previa a su natalicio, ella anunci贸 los planes para su cumplea帽os.
Almorzar铆a conmigo y con nuestra hija adolescente.
Luego pasar铆a toda la tarde con su profesor de karate, quien tambi茅n cumpl铆a a帽os ese s谩bado, y finalmente saldr铆a a cenar conmigo y con nuestra hija”, detall贸 Bayly.
El presentador coment贸 que, en el fondo, no le sorprendi贸 en absoluto que su esposa prefiriera pasar gran parte de la tarde con su profesor.
Argument贸 que ambos eran muy unidos, con intereses comunes, y ella asist铆a a su academia de artes marciales varias veces a la semana.
“No me sorprendi贸 que eligiera pasar la tarde con su profesor.
Son buenos amigos.
Mi esposa es cintur贸n negro y acude a la academia de karate tres veces por semana”, explic贸.
Jaime tambi茅n cont贸 c贸mo, en las exhibiciones p煤blicas de karate, su esposa y el profesor actuaban como una dupla perfecta.
Sus rutinas eran tan sincronizadas y espectaculares que siempre terminaban siendo ovacionados de pie por el p煤blico asistente.
Adem谩s, se帽al贸 la gran similitud de gustos y aficiones entre ambos.
“Adem谩s, el profesor y mi esposa son muy parecidos en sus gustos y aficiones.
Cuando esa academia organiza exhibiciones de karate, mi esposa y el profesor se presentan juntos en pareja, descalzos, ejecutando un n煤mero de bailes, simulaciones, rutinas y coreograf铆as deslumbrantes”, relat贸 el escritor.
Detall贸 la complejidad de sus presentaciones: “Ejercicios de ataque y defensa, danzas con espadas, patadas voladoras, rompimiento de maderas y movimientos r谩pidos de neutralizaci贸n y derribados por varios individuos pendencieros.
Son tan buenos, tienen tanta afinidad que luego la concurrencia los premia con ovaciones de pie”.
El presentador dijo que su pareja lo invit贸 amablemente a celebrar el onom谩stico de su instructor junto a ellos en un restaurante frente a la playa.
Sin embargo, 茅l prefiri贸 quedarse en casa escribiendo, como sol铆a hacer todos los s谩bados por la tarde.
“Mi esposa me invit贸 a pasar la tarde en las celebraciones de su profesor de karate.
Como 茅l vive en un apartamento peque帽o, los festejos ser铆an en un restaurante frente a la playa, cerca del faro.
Le dije que prefer铆a no acompa帽arla, quer铆a sentarme a escribir como todos los s谩bados por la tarde”, relat贸 Bayly.
El conductor asegur贸 que, para no quedar como un esposo celoso, un aguafiestas o, peor a煤n, un taca帽o, compr贸 dos perfumes y una botella de champa帽a de buena calidad como regalo para el profesor.
“Para no quedar como un aguafiestas, un celoso o un r谩cano, compr茅 dos perfumes y una botella de champa帽a para el profesor, mis regalos por su cumplea帽os”, confes贸.
El escritor confes贸 que ya estaba acostumbrado a los grandes gestos de afecto entre su esposa y el instructor de karate.
Incluso, 茅l mismo saludaba al profesor con aprecio cada vez que se encontraban casualmente.
“Yo estaba acostumbrado a que mi esposa tuviese grandes gestos de afecto con su profesor.
Cuando nos lo encontr谩bamos casualmente en la isla, yo lo saludaba con particular aprecio”, coment贸.
Bayly relat贸 una an茅cdota pasada que ilustra la estrecha relaci贸n entre su esposa y el profesor, ocurrida en la fiesta de A帽o Nuevo.
El profesor apareci贸 de pronto en la fiesta del hotel, sin haber avisado previamente, y su esposa le pidi贸 encarecidamente que lo hiciera entrar.
“En la 煤ltima fiesta de A帽o Nuevo, estando con mi esposa y nuestra hija en los salones de un hotel, disfrutando de una cena con orquesta y pista de baile, su amigo, el profesor de karate, lleg贸 de pronto sin haber pagado para ingresar a la fiesta, y mi esposa me pidi贸 que lo hiciera pasar”, record贸.
Para sorpresa de muchos, y en un gesto de gran nobleza, Jaime lo recibi贸 con un abrazo afectuoso, lo sent贸 en la mesa familiar, e incluso cenaron y bailaron juntos.

Aunque lo sorprendi贸 verlo en el lugar, acept贸 su presencia por el cari帽o que le ten铆a a su esposa.
“Lo salud茅 con un abrazo, lo hice pasar con desparpajo, se sent贸 a nuestra mesa y cen贸 y bail贸 con nosotros.
Aunque me sorprendi贸 y desafi贸 mi nobleza, su presencia no lleg贸 a molestarme.
Pens茅, ‘Es una buena persona y si mi esposa lo quiere, yo tambi茅n lo quiero'”, admiti贸.
El conductor de televisi贸n relat贸 que, para el cumplea帽os de su esposa, ambos hab铆an acordado previamente que ella asistir铆a sola a la fiesta de su profesor.
La raz贸n era que 茅l, Jaime, no beb铆a ni bailaba, y se consideraba a s铆 mismo un estorbo para la diversi贸n.
“El d铆a del cumplea帽os de mi esposa acordamos que ella estar铆a en la fiesta de su profesor desde las 5 de la tarde hasta las 9 de la noche, cuatro horas consecutivas bebiendo y bailando, sin tener que soportar el pesado lastre de mi compa帽铆a, pues yo no bebo ni bailo y soy un plomo”, explic贸 Bayly.
El escritor cont贸 que, despu茅s de la fiesta de su profesor, ella deb铆a volver a casa y de all铆 se dirigir铆an juntos a un restaurante elegante donde 茅l hab铆a reservado una mesa para tres personas.
Revel贸, incluso, que debi贸 haber previsto la posible presencia del profesor en la cena familiar, pues ya sospechaba que ella podr铆a llevarlo.
“Luego llegar铆a a nuestra casa a las 9:15 de la noche y enseguida nos dirigir铆amos al restaurante de un hotel fuera de la isla donde yo hab铆a reservado a las 9:45 de la noche una mesa para tres: Mi esposa, nuestra hija y yo.
Deb铆 pensar en el profesor y reservar para cuatro.
Probablemente s铆, pero pens茅: si ella viene con 茅l en una mesa de tres, siempre caben cuatro”, confes贸, revelando un dejo de resignaci贸n o permisividad.
El presentador relat贸 que pas贸 la tarde escribiendo en su estudio mientras su hija le铆a en su dormitorio.
Asegur贸 que le record贸 a su hija que deb铆an estar listos a las 9:00 p.m.
La hora era crucial, pues su esposa llegar铆a a las 9:15 para dirigirse de inmediato al restaurante reservado.
“Pas茅 la tarde escribiendo.
Mi hija estaba en su dormitorio leyendo una novela.
Le record茅 que deb铆amos estar listos a las 9 en punto, pues su madre llegar铆a a las 9:15 y a continuaci贸n saldr铆amos al restaurante fuera de la isla al que nos tomar铆a media hora llegar para ser puntuales”, dijo Bayly.
Jaime cont贸 que 茅l y su hija estuvieron listos a la hora pactada, ba帽ados y vestidos, esperando la llegada de su esposa.
Sin embargo, narr贸 que su esposa no lleg贸 a las 9:15, tampoco a las 9:30.
Y lo que fue el detonante de su preocupaci贸n y celos: a las 9:45 p.m., la hora prevista para llegar al restaurante, ella segu铆a sin aparecer ni comunicarse.
“En efecto, a las 9 de la noche, mi hija y yo nos encontr谩bamos listos, ba帽ados, vestidos y perfumados.
Dieron las 9:15 y mi esposa no lleg贸.
Dieron las 9:30 y no apareci贸.
Dieron las 9:45, hora en que deb铆amos arribar al restaurante, y sigui贸 sin dar se帽ales de vida, no se present贸, ni llam贸 a decir que ven铆a en camino, ni envi贸 mensajes de texto”, relat贸, describiendo la creciente ansiedad.
El conductor de televisi贸n revel贸 que su hija, visiblemente preocupada, le pregunt贸 por la inexplicable ausencia de su madre.
脡l le respondi贸 con un comentario cargado de iron铆a y celos.
Le dijo que, si llevaba cinco horas bebiendo y divirti茅ndose en la fiesta, seguramente hab铆a perdido la noci贸n del tiempo.
“Preocupada, mi hija me pregunt贸 por qu茅 su madre hab铆a desaparecido.
Le dije: ‘Si lleva cinco horas en esa fiesta, seguro que ha tomado bastante y debe de estar muy divertida.
Tanto que se ha olvidado de mirar el reloj'”, confes贸 Bayly.
El escritor a帽adi贸 que su hija estaba particularmente furiosa.
Record贸 que d铆as antes, su madre la hab铆a reprendido severamente por llegar solo cinco minutos tarde a sus clases.
“Mi hija estaba furiosa porque en d铆as pasados su madre la hab铆a amonestado severamente por llegar cinco minutos tarde a una clase de historia”, se帽al贸, dibujando el contraste de la doble moral de la situaci贸n.
Bayly cont贸 tambi茅n que, en medio de la espera y la frustraci贸n, le dijo a su hija que cuando su esposa beb铆a demasiado, no mejoraba como persona.
Adem谩s, le se帽al贸 que era evidente que se iba a demorar porque estaba con su profesor de karate, a quien apreciaba mucho.
“Yo me permit铆 decirle: ‘Cuando tu madre toma demasiado, no se convierte en una mejor persona y adem谩s est谩 con su profesor de karate y es obvio que lo quiere mucho'”, coment贸.
El conductor de televisi贸n explic贸 que su hija, al escuchar la insinuaci贸n, le pregunt贸 directamente si 茅l cre铆a que su esposa y el profesor eran amantes.
La respuesta de Bayly, aunque ambigua, fue reveladora.
Contest贸 que no lo sab铆a con certeza, pero que “no le sorprender铆a”.
Afirm贸 que, en un gesto de falsa liberaci贸n o resignaci贸n, le dijo a su hija que el cuerpo de su madre le pertenec铆a a ella y que era completamente libre de estar con quien quisiera.
“Mi hija me pregunt贸 si yo pensaba que mi esposa y el profesor eran amantes.
Le dije: ‘No lo s茅, pero no me sorprender铆a’.
Luego a帽ad铆: ‘El cuerpo de tu madre es de ella, no es m铆o y ella es libre de estar con quien quiera'”, afirm贸.
Finalmente, el periodista relat贸 que pidi贸 a su hija que no le reprochara la tardanza a su esposa cuando llegara.

El objetivo era no arruinarle la noche de cumplea帽os.
La joven acept贸 la petici贸n, exigiendo solo una condici贸n a cambio: que 茅l, Jaime, no comentara a su madre lo que hab铆an conversado mientras la esperaban, malhumorados.
“Por 煤ltimo, le ped铆: ‘Cuando venga tu madre, no la rega帽emos porque no queremos joderle la noche’.
Mi hija me prometi贸 que no le har铆amos reproches por su tardanza y me pidi贸 que no le contara a mi esposa las cosas que hab铆amos hablado ella y yo, malhumorados mientras la esper谩bamos”, narr贸.
Jaime relat贸 que su esposa lleg贸 finalmente a las 10:15 de la noche, con una hora exacta de retraso.
Cont贸 que la trat贸 con cari帽o, le dio un beso, y evit贸 hacerle cualquier tipo de reclamo por la impuntualidad.
Sin embargo, su esposa estaba ebria, parec铆a contrariada y ofuscada, y no mostr贸 intenciones de disculparse por la demora.
“Finalmente, mi esposa apareci贸 a las 10:15 de la noche, una hora tarde.
La trat茅 con cari帽o, le di un beso.
No le pregunt茅 por qu茅 se hab铆a demorado tanto.
Estaba pasada de copas, no se disculp贸.
Parec铆a ofuscada, contrariada”, relat贸.
Ella, como justificaci贸n de su tardanza, solo dijo que tuvo que caminar un largo trecho desde la playa hasta su camioneta.
Bayly afirm贸 que salieron hacia el restaurante quince minutos despu茅s de su llegada.
Narr贸 que, durante el trayecto en el coche, se esmer贸 por hablar afectuosamente con su esposa, cuid谩ndose de no hacerle cr铆ticas o reprobaciones.
Mientras tanto, su hija se mantuvo en un silencio tenso e inc贸modo.
Adem谩s, su esposa, en un intento de suavizar el ambiente, insist铆a en decir que su profesor hab铆a hablado maravillas de 茅l.
“Salimos rumbo al restaurante a las 10:30 de la noche.
En el trayecto me esmer茅 por hablar afectuosamente con mi esposa sin hacerle cr铆ticas o reprobaciones.
Mientras nuestra hija guardaba silencio.
Mi esposa insist铆a en decir que su profesor habl贸 maravillas de m铆”, record贸.
El escritor relat贸 que, cuando finalmente llegaron al restaurante, ya eran las 11 de la noche y la cocina ya hab铆a cerrado.
No obstante, las camareras, en un gesto amable, sugirieron que se acomodasen en los sof谩s del vest铆bulo.
All铆 se ofrec铆a servicio de bar.
“Al final, cuando llegamos al restaurante, eran las 11 de la noche y la cocina ya hab铆a cerrado.
Sin embargo, las camareras sugirieron que nos acomod谩semos en los sof谩s del vest铆bulo, donde se ofrec铆a servicio de bar.
Pedimos alcachofas, jam贸n ib茅rico, hamburguesas y caviar, adem谩s de bebidas”, detall贸.
El presentador sostuvo que, hasta ese momento, pasadas las 11 de la noche, hab铆a logrado evitar la cat谩strofe.
Hab铆a perdonado a su esposa impuntual y hab铆a salvado la cena con unos platillos deliciosos y costosos.
“Hasta ese momento, 11 de la noche pasadas, yo hab铆a evitado la cat谩strofe, perdonando a mi esposa impuntual y salvando la cena con unos platillos deliciosos”, afirm贸 Bayly.
El conductor de televisi贸n cont贸 que, lamentablemente, la tensa armon铆a se quebr贸 de manera abrupta e irreversible.
El punto de quiebre fue cuando su hija rompi贸 en un llanto incontrolable.
En medio de las l谩grimas, la joven le dijo a su madre que, mientras la esperaban en casa, 茅l hab铆a insinuado que ella estaba profundamente enamorada de su profesor de karate y que se acostaba con 茅l.
“Pero luego mi hija se quebr贸, rompi贸 a llorar y le dijo a su madre que mientras la esper谩bamos en casa, toda la hora que lleg贸 tarde, yo le hab铆a dicho que ella estaba enamorada de su profesor de karate y se acostaba con 茅l”, relat贸 el escritor.
Bayly relat贸 que su esposa, indignada y ofendida por la acusaci贸n, lo increp贸 y lo acus贸 de mentiroso y mal hablado.
脡l intent贸 defenderse de manera d茅bil, diciendo que no hab铆a afirmado que fueran amantes, sino que solo hab铆a dicho que “podr铆an serlo”.
“Indignada, mi esposa me acus贸 de mentiroso y mal hablado.
Yo me defend铆 d茅bilmente.
‘No he dicho que sean amantes, he dicho que podr铆an ser amantes y en ese caso yo lo aceptar铆a'”, record贸.
El escritor explic贸 que su hija, entre sollozos, y ahora aliada con su madre, agreg贸 una acusaci贸n m谩s hiriente.
Le dijo que 茅l hab铆a dicho que cuando muriera, su esposa y el profesor vivir铆an juntos en su casa y dormir铆an en su cama.
Jaime admiti贸, con un silencio elocuente, que ese mal augurio s铆 lo hab铆a pronunciado en un momento de rabia y celos.
“Sollozando, levantando la voz, mi hija, de pronto unida a su madre en una p茅rfida conspiraci贸n contra m铆, afirm贸 que yo hab铆a dicho que cuando muera mi esposa y su profesor ser谩n pareja y vivir谩n en mi casa y dormir谩n en mi cama.
Era verdad, yo hice ese mal ag眉ero.
Guard茅 silencio”, confes贸.
El tambi茅n periodista revel贸 que, ante la traici贸n, reproch贸 duramente a su hija por romper el pacto de silencio que le hab铆a pedido.
Cont贸 que le record贸 a la joven que ambos hab铆an criticado a su madre y prometido no arruinarle la noche.
Sin embargo, ella hab铆a sido desleal al exponerlo como el 煤nico intrigante.
“Enseguida le reproch茅 a mi hija.
‘Me pediste que no le cont谩semos a tu madre lo que hab铆amos hablado esper谩ndola.
Me pediste que no le contara todo lo que t煤 me dijiste.
Y ahora eres desleal.
Rompiste nuestro pacto y me acusas de haberla criticado, cuando en todo caso ambos la criticamos y adem谩s nos prometimos no joderle la noche y ahora se la hemos jodido'”, fue la reacci贸n de Bayly.
El presentador narr贸 que su esposa lloraba desconsoladamente, beb铆a m谩s vino y era presa de ataques de hipo, el previsible final de sus desmesuradas noches alcoh贸licas.
Mientras tanto, su hija lloraba sin comer ni un bocado de los deliciosos platillos.
脡l no llor贸, pero expres贸 sentirse profundamente maltratado por la impuntualidad de su esposa y la infidencia, la traici贸n, de su hija.
“Mi esposa lloraba, beb铆a m谩s vino y se atacaba de hipo, el previsible final de sus desmesuradas noches alcoh贸licas.
Mi hija lloraba y no com铆a.

Yo no lloraba.
Me sent铆a maltratado por la impuntualidad de mi esposa y la infidencia de mi hija”, expres贸.
Jaime describi贸 la escena en el vest铆bulo del hotel como la peor noche del a帽o que pudo haber vivido.
A帽adi贸 que quiz谩s cometi贸 un error grave al hablar con su hija como si esta fuese una persona adulta, cuando a煤n no lo era.
Dijo que la joven no supo guardar el secreto, exponi茅ndolo ante su madre como un intrigante, ciza帽ero e insidioso.
De pronto, lo convirtieron en el 煤nico culpable de aquella mala noche, aunque 茅l se sintiera completamente inocente.
“Fue un momento tenso y contrariado, la peor noche del a帽o.
Tal vez comet铆 un error al hablar con mi hija como si fuese una persona adulta cuando no lo era.
Y ella no supo guardar un secreto.
Fue infidente, es decir, id茅ntica a su padre y me denunci贸 como insidioso, intrigante y ciza帽ero ante su madre.
De pronto, yo era el culpable de aquella mala noche, aunque me sent铆a inocente”, reflexion贸 el presentador.
El conductor de televisi贸n relat贸 que regresaron a casa en un silencio sepulcral.
A pesar de tomar muchas pastillas para conciliar el sue帽o, esa noche no pudo dormir ni un momento.
“Regresamos a casa en silencio.
Esa noche no pude dormir a pesar de que tom茅 muchas pastillas”, concluy贸.
Finalmente, el escritor afirm贸 que al d铆a siguiente, un domingo en el que nadie habl贸 ni una palabra sobre el incidente, tom贸 una decisi贸n trascendental.
Cancel贸 los viajes familiares que ya ten铆an planeados: uno a Buenos Aires en verano y otro a Par铆s en primavera.
“Al d铆a siguiente, domingo en que nadie habl贸, cancel茅 los viajes familiares a Buenos Aires en verano y a Par铆s en primavera”, revel贸, dando un indicio de la gravedad de la crisis.
驴Y t煤 qu茅 opinas?
驴Crees que la esposa de Bayly cruz贸 el l铆mite al priorizar la celebraci贸n con su profesor y llegar tarde, o fue 茅l quien arruin贸 la noche con sus sospechas y al involucrar a su hija en el drama?
Y ojo, el drama no termina aqu铆.
No es el 煤nico esc谩ndalo que sacude la far谩ndula period铆stica.
Federico Salazar tambi茅n enfrenta un momento de tensi贸n luego de que, en la fiesta de quince a帽os de su hija, se le viera m谩s distante que nunca de su familia.
Un d铆a que deb铆a ser perfecto termin贸 lleno de dudas y miradas inc贸modas.