⭐️ A los 67 años, Beatriz Adriana expone el lado más oscuro de El Buki: infierno, humillación y traición
Beatriz Adriana, una de las voces más emblemáticas del regional mexicano, ha dejado al mundo del espectáculo helado con una confesión que tardó décadas en hacer pública.
A los 67 años, la exesposa de Marco Antonio Solís —más conocido como El Buki— ha roto el silencio y ha revelado una serie de episodios oscuros y dolorosos que marcaron su vida mientras
estuvo al lado del cantante.
“Yo viví un infierno en silencio”, dijo entre lágrimas, al relatar cómo el amor que una vez pareció de cuento de hadas terminó en pesadilla.
Según su testimonio, durante su matrimonio con Solís fue víctima de maltrato físico y emocional, viviendo situaciones que jamás imaginó, incluso siendo amenazada con una pistola por el propio
intérprete de “Si no te hubieras ido”.
La confesión, que se viralizó de inmediato, estremeció a miles de seguidores que no podían creer que detrás del ídolo de la balada romántica existiera un rostro tan cruel.
En una entrevista televisiva, Beatriz Adriana narró con voz temblorosa cómo Marco Antonio Solís la apuntó con un arma en medio de una discusión por celos.
“Pensé que me iba a matar”, confesó.
El suceso, ocurrido dentro del hogar que ambos compartían, marcó un punto sin retorno en su relación.
Pero no fue el único.
Beatriz asegura que vivió bajo un sistema de control basado en el miedo, el dinero y la fama.
“Me decían que nadie me iba a creer”, explicó, mientras afirmaba que la presión mediática y el temor por su hija la mantuvieron en silencio por años.
El dolor no fue solo físico o emocional.
Fue también económico y profesional.
Tras la separación, Beatriz acusa a Solís de haberla dejado sin nada: ni propiedades, ni estudio de grabación, ni contratos.
Todo —asegura— fue transferido estratégicamente a nombre de él y su actual esposa, Cristy Solís.
“Me quitó la vida que yo misma había construido con mi trabajo”, declaró con indignación.
Afirmó que firmaba documentos sin sospechar que formaban parte de un plan para despojarla de todo lo que habían logrado juntos.
Lo más devastador fue ver cómo, tras el divorcio, su carrera se vino abajo como por arte de magia.
Beatriz denuncia que fue saboteada desde las sombras: cancelación de conciertos, censura en la radio, y ruptura de contratos con disqueras.
“Me borraron del mapa porque ya no era la mujer de Solís”, relató con impotencia.
Incluso habría habido intentos de alterar registros de sus composiciones.
El sabotaje —según sus palabras— fue sistemático y devastador, y muchos dentro de la industria sabían lo que ocurría, pero preferían guardar silencio por miedo al poder de El Buki.
Pero la herida más profunda no fue hacia ella.
Fue hacia su hija.
Beatriz denunció que Marco Antonio Solís estuvo ausente durante toda la infancia de su hija Beatriz Solís.
“Nunca fue a una graduación, nunca llamó cuando estaba enferma.
Solo aparecía cuando le convenía su imagen”, expresó con dolor.
La joven, hoy también cantante, ha confirmado esa ausencia en entrevistas pasadas: “Mi madre fue madre y padre.
Yo conocí a mi papá cuando ya no lo necesitaba”.
Mientras Marco Antonio Solís cantaba sobre el amor, en casa —según Beatriz— ejercía control, violencia y manipulación.
La cantante asegura que él utilizó su carisma y su fama para protegerse y silenciar cualquier rumor.
“Tenía amigos en los medios, en las disqueras, hasta en la iglesia.
Nadie quería meterse con él”, dijo.
Y aunque en redes sociales él continúa proyectando una imagen de paz y espiritualidad, los relatos de su exesposa han abierto un debate feroz sobre la dualidad entre el personaje público y el
hombre real.
El impacto de sus declaraciones ha dividido a la opinión pública.
Mientras algunos defienden al ídolo por la falta de pruebas legales, otros se solidarizan con el dolor de una mujer que dice haber sido silenciada, traicionada y borrada.
Beatriz no busca venganza —asegura—, sino justicia emocional y respeto.
“Fui fiel, fui madre y fui compañera cuando nadie creía en él.
Hoy solo quiero que se sepa la verdad”, expresó.
La cantante prepara un libro autobiográfico en el que promete revelar cartas, contratos, correos electrónicos y testimonios que respaldan cada uno de sus dichos.
“Si contar mi historia ayuda a que otra mujer salga del abuso, habrá valido la pena”, sentenció.
El libro no solo será una catarsis personal, sino un grito de denuncia que promete sacudir los cimientos de la industria musical mexicana.
Mientras tanto, Marco Antonio Solís no ha emitido comentarios directos sobre las acusaciones.
Continúa con su carrera internacional, rodeado de ovaciones, mensajes de espiritualidad y declaraciones de amor…
pero el pasado ha comenzado a alcanzarlo con fuerza.
La historia que parecía ser una leyenda romántica ha resultado ser una tragedia escondida entre aplausos y luces.
Lo que Beatriz Adriana ha revelado no solo destroza la imagen pública de uno de los ídolos más queridos de Latinoamérica, sino que también arroja luz sobre una realidad que muchas mujeres en
el espectáculo han vivido pero aún temen denunciar.
La pregunta que queda en el aire es: ¿Cuánto más se oculta tras las letras de una canción?