¡Luis Aguilar y Rosario Murieron con el Corazón Roto! La Historia Que El Cine Mexicano Quiso Callar

🕯️ ¡Luis Aguilar y Rosario Murieron con el Corazón Roto! La Historia Que El Cine Mexicano Quiso Callar ✅

Bella actriz del Cine de Oro conquistó el corazón de Luis Aguilar; su amor  fue como de película - El Heraldo de México

Luis Aguilar, mejor conocido como “El Gallo Giro”, fue una de las grandes figuras de la época dorada del cine mexicano.

Un hombre cuya voz, carisma y presencia marcaron generaciones enteras.

Pero tras ese rostro sonriente y esos trajes de charro impecables, se escondía un hombre perseguido por sus demonios, y junto a él, una mujer que lo amó profundamente: Rosario Gálvez, actriz talentosa que lo

acompañó durante más de cuatro décadas.

Juntos construyeron una historia de amor tan apasionada como trágica.

Desde joven, Aguilar fue un alma inquieta.

Su vida en Mazatlán como pescador de tiburones, su tránsito por el colegio militar y sus primeros pasos en el cine revelaban a un hombre en búsqueda constante de algo más.

Alcanzó la fama en 1948 gracias a “El Gallo Giro”, y desde entonces, su imagen quedó ligada al México ranchero, al héroe bravo y sentimental.

Pero la realidad estaba muy lejos de esos guiones.

Luis Aguilar, de pescador a estrella de cine que actuó con Pedro Infante y  Jorge Negrete

Aguilar había tenido un matrimonio previo con Ana María Almada, con quien tuvo dos hijas.

Sin embargo, su adicción al alcohol y su carácter errático llevaron al fin de esa relación.

Fue entonces cuando conoció a Rosario Gálvez, una actriz reconocida, viuda y madre de un pequeño llamado Roberto.

El flechazo fue inmediato, y en un arranque de amor impulsivo, decidieron casarse al poco tiempo en una boda improvisada en Temixco.

Todo parecía salido de una película… hasta que la vida comenzó a cobrarles factura.

Rosario, que había pausado su carrera para dedicarse a la familia, vivió a la sombra de los problemas de Aguilar.

Las recaídas en el alcohol, las ausencias emocionales, y sobre todo, el intento por mantener la imagen pública de familia ejemplar mientras su mundo se desmoronaba por dentro.

Aun así, Rosario se mantuvo firme.

Pero lo que nadie podía prever era la tragedia que los marcaría para siempre.

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Roberto, el hijo mayor de Rosario y adoptado por Luis como propio, perdió la vida de forma absurda y devastadora.

En un acto infantil, jugando con el revólver favorito de su padrastro, se disparó en la cabeza sin saber que el arma estaba cargada.

Murió al instante.

Mientras todo esto sucedía, Rosario estaba embarazada de siete meses.

El golpe fue tan brutal que jamás se recuperó del todo.

Luis, por su parte, quedó roto.

Lo que siguió fue un silencio amargo que se instaló en el hogar.

Años más tarde, Rosario revelaría que esa pérdida la hundió en una depresión profunda.

Su segundo embarazo tampoco trajo la felicidad que esperaban.

En un intento por rescatar su relación, ambos decidieron tener un hijo biológico.

Pero la vida les jugó otra carta cruel: Rosario perdió al bebé con cuatro meses de gestación.

Doble tragedia.

Doble dolor.

Pepe Aguilar mantiene vivo el legado de Flor Silvestre

Y aun así, el amor persistió.

A pesar de separaciones, recaídas y ausencias, Luis y Rosario lograron reconciliarse, volviendo a unir sus vidas tras ocho años de distancia emocional.

Pero el cuerpo de Luis ya no resistía.

Años de excesos cobraban su precio.

Enfermo de enfisema pulmonar, con problemas cardíacos severos y una salud deteriorada por el alcohol y el tabaco, Aguilar vivió sus últimos años con el rostro envejecido pero el espíritu aún encendido por el

amor de Rosario.

El 24 de octubre de 1997, falleció de un infarto mientras dormía.

Su muerte dejó un hueco imposible de llenar, tanto en la historia del cine mexicano como en el corazón de Rosario.

Tras su partida, Rosario quedó sola, consumida por el dolor.

Con los años, su salud se fue apagando lentamente.

Vivía con el recuerdo de los hombres que más amó y perdió.

En 2015, murió a los 89 años a causa de una neumonía severa.

Luis Aguilar, Antonio Aguilar, Flor Silvestre y Amador Bendayán

En ese entonces vivía en una propiedad que alguna vez perteneció a Mario Moreno “Cantinflas”.

Su salud estaba tan deteriorada que no resistió una traqueotomía que le hubiera permitido seguir viviendo.

Lo que muchas personas no saben es que Rosario escribió una memoria titulada Cuentas de un rosario, donde abrió su corazón como nunca antes.

Habló de su infancia, de su carrera, pero sobre todo, de su amor y sufrimiento al lado de Luis.

Una confesión cruda, sin maquillaje, de todo lo que significó estar al lado de una leyenda… y al mismo tiempo perderlo todo.

A pesar de todas las tragedias, la historia de Luis Aguilar y Rosario Gálvez es también un ejemplo de amor incondicional, de lucha frente a la adversidad, de perdón y resiliencia.

El cine mexicano les debe mucho, no solo por sus talentos, sino por el legado humano que dejaron.

Hoy, sus hijos y nietos continúan recordándolos con amor, y su historia sirve como reflejo de lo que sucede cuando la fama no es suficiente para protegerte del dolor.

Porque al final, detrás de cada estrella, hay una historia que nunca se cuenta… hasta que alguien se atreve a revelarla.

Y esta, la de “El Gallo Giro” y Rosario, es una de las más conmovedoras que ha tenido México.

Una historia que nos recuerda que incluso las leyendas lloran, sufren, y mueren con el corazón hecho pedazos.

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