El Impactante Descubrimiento Tras el Magnicidio de Miguel Uribe Turbay: La Traición Interna que Cambió Todo
¡Sangre, traición y conspiración! La verdad detrás del asesinato de Miguel Uribe Turbay está comenzando a salir a la luz. Una operación secreta, una traición interna, y una trama de intereses oscuros son solo algunas de las revelaciones que han sacudido el país. El equipo de operaciones especiales y la Fiscalía General de la Nación, con la colaboración de la Policía Nacional, han realizado un descubrimiento escalofriante: el asesinato no fue solo un acto de violencia sin sentido, sino un crimen cuidadosamente planeado con cómplices dentro del círculo de seguridad de la víctima.

La Trágica Noche del 7 de Junio
El 7 de junio de 2025, Bogotá se encontraba sumida en la incertidumbre. El precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay se encontraba en el Parque Golfito, un lugar emblemático de la ciudad, donde se desarrollaba una manifestación política. En medio de una multitud de personas, el senador levantó la mano para saludar a un niño, confiando en la protección de sus 14 escoltas de la Guardia Nacional.
Lo que sucedió a continuación fue devastador. A tan solo unos metros de su lado, un hombre se abrió paso entre la multitud. Su aspecto desentonaba con la celebración: un joven, con los ojos dilatados por las drogas, llevaba un arma de fuego calibre 9 mm. En un abrir y cerrar de ojos, la tragedia se desató. El sicario disparó varias veces contra Uribe, hiriéndolo gravemente. La policía reaccionó rápidamente, capturando al atacante, pero la pregunta más inquietante no era quién apretó el gatillo, sino ¿quién permitió que eso sucediera?
La Traición Interna: ¿Quién Falló en la Protección?
A medida que avanzaba la investigación, algo alarmante comenzó a salir a la luz: la traición de los propios escoltas. El primer dato que generó sospechas fue el comportamiento de los agentes que supuestamente debían proteger al precandidato presidencial. Según informes de las autoridades, durante el ataque, dos de los escoltas estaban a menos de tres metros del alcalde, y ni siquiera intentaron protegerlo. Uno de ellos se alejó segundos antes del ataque. ¿Cómo es posible que los 14 agentes de la Guardia Nacional no pudieran evitar que un sicario se acercara tan fácilmente? Y lo que es aún más sorprendente: una moto, identificada como perteneciente a uno de los escoltas, fue vista cerca del lugar del crimen minutos antes de que el ataque ocurriera.
¿Una Infiltración en la Seguridad de Miguel Uribe?
Lo que parecía un simple error operativo, pronto se convirtió en algo mucho más grave: una posible infiltración de la seguridad misma de Miguel Uribe. Durante la investigación, se descubrió que algunos de los escoltas no habían seguido los protocolos de seguridad y habían apagado sus dispositivos de comunicación justo antes del ataque. Además, se encontraron llamadas sospechosas entre los miembros del equipo de seguridad y personas vinculadas al crimen organizado. Los investigadores llegaron a la conclusión de que alguien dentro del círculo de seguridad de Uribe probablemente filtró la información sobre sus movimientos, facilitando así el asesinato.

Alias “El Viejo”: El Enlace Clave en la Conspiración
La pieza clave en esta intrincada red de traición y muerte es un hombre conocido como “Alias El Viejo”. Este hombre, un criminal con un historial de colaboración con las FARC y otros grupos criminales, fue identificado como uno de los principales contactos dentro de la organización que orquestó el magnicidio.
Según las investigaciones, Alias El Viejo tenía conexiones directas con la estructura del CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación), que está detrás de este asesinato. Las autoridades encontraron pruebas de que Alias El Viejo había sido el encargado de organizar la operación, y lo más inquietante: la misma pistola que mató a Miguel Uribe había sido utilizada en otros crímenes recientes, lo que deja en claro que este crimen fue parte de una estrategia más grande.
La Respuesta a la Violencia: ¿Una Guerra de Dos Frentes?
Este magnicidio no solo fue un acto de violencia del crimen organizado, sino también una respuesta directa a la postura política de Miguel Uribe. El precandidato presidencial había sido muy vocal en su crítica al narcotráfico, la corrupción y la inseguridad que afecta a Colombia. Durante su mandato como alcalde, había tomado medidas firmes contra el crimen, lo que lo convirtió en un blanco fácil para los poderosos carteles de droga que operan en el país.
En una entrevista, Uribe había dicho: “Tenemos miedo, pero tenemos que acompañarlo con valentía. No nos queda otra”. Esa valentía lo llevó a desafiar a los carteles, pero también lo llevó a su muerte. Lo que parecía una lucha política y moral se convirtió en una guerra de dos frentes, enfrentando a un hombre contra el crimen organizado y el sistema de seguridad que debía protegerlo.
La Mano Invisible: ¿Quién Pagó por la Muerte de Miguel Uribe?
A medida que las piezas del rompecabezas se fueron encajando, la pregunta crucial comenzó a surgir: ¿Quién dio la orden de asesinar a Miguel Uribe Turbay? Según la investigación, el cártel de “Segunda Marquetalia” estuvo detrás de la ejecución, con Alias El Viejo como intermediario entre los líderes del crimen organizado y los sicarios que ejecutaron el asesinato.
Pero lo más sorprendente es que la “segunda marca Italia”, un grupo disidente de las FARC, fue señalado como el verdadero cerebro detrás del asesinato. Las pruebas apuntan a que esta organización criminal, al igual que otros actores poderosos, buscaba desestabilizar el gobierno y enviar un mensaje fuerte a aquellos que se atrevan a desafiar el sistema.

El Impacto en la Sociedad y el Sistema de Justicia
Lo que ocurrió en Bogotá no fue solo un asesinato. Fue un mensaje: el crimen organizado tiene el poder, y el sistema de justicia está roto. Los 14 agentes de seguridad no solo fallaron en su misión de proteger a Miguel Uribe, sino que muchos creen que actuaron como cómplices dentro de un sistema que ya está podrido.
Este asesinato deja un vacío en la política colombiana y cuestiona la capacidad del gobierno para proteger a aquellos que luchan por el bienestar del país. La lucha de Miguel Uribe contra la violencia y la corrupción fue noble, pero lo que se ha revelado es que a veces, incluso los más valientes son víctimas de un sistema que no los apoya.
El Futuro de Colombia: ¿Un País en Guerra con Sí Mismo?
Con cada día que pasa, la investigación avanza, pero las respuestas siguen siendo vagas. ¿Qué le espera a Colombia después de este asesinato? Un país que, con cada nuevo atentado, parece hundirse más en una guerra de poder, corrupción y muerte. Y en medio de todo esto, los verdaderos culpables continúan libres, mientras los ciudadanos deben seguir viviendo bajo la sombra del crimen organizado que sigue operando con total impunidad.
Este caso no es solo el asesinato de un político, es la representación de una nación rota, donde la justicia parece inalcanzable, y los responsables de crímenes horribles nunca reciben el castigo que merecen.
La historia de Miguel Uribe Turbay y su trágica muerte continuará siendo un recordatorio de lo que está en juego para el futuro de Colombia y su lucha contra el crimen organizado.