Manoella Torres ya Tiene Más de 70 Años y Cómo Vive es Triste

Durante décadas, la voz de Manoella Torres fue sinónimo de pasión, fuerza y entrega.

La cantante puertorriqueña, nacida en Nueva York en 1954 bajo el nombre de Gloria Torres, fue conocida en todo el continente como “la mujer que nació para cantar”.

Manoella Torres age, biography | Last.fm
Su carrera deslumbró con un brillo que parecía eterno, pero detrás de los aplausos y las luces del escenario se escondía una vida marcada por el dolor, el control, los abusos y una soledad que con los años se hizo más profunda.

Hoy, con más de setenta años, su historia emociona y entristece a quienes recuerdan a la artista que una vez hizo vibrar al público mexicano con su voz inigualable.

 

Desde pequeña, Manoella mostró un talento extraordinario.

Criada por su abuela después de que su madre la dejara en un internado, encontró refugio en la música.

Con apenas seis años viajó desde Estados Unidos hasta México, un país que la adoptaría como suya y donde alcanzaría la fama.

Su abuela, una figura estricta y dominante, controlaba cada aspecto de su vida, inculcándole disciplina pero también temor.

A los dieciséis años, durante una visita a la Ciudad de México, conoció a Marcelo Alfredo Gil, un joven promotor musical que cambiaría su destino.

Gil vio en ella una joya por pulir y la convirtió en su protegida, su creación artística y, finalmente, en la estrella llamada Manoella Torres.

 

Gil diseñó su imagen, su estilo y su carrera con una precisión casi militar.

Decidía qué debía cantar, cómo debía vestirse, qué decir en entrevistas y hasta cómo debía sonreír.

Manoella Torres Tickets, Tour Dates & Concerts 2026 & 2025 – Songkick
Para el público, Manoella era una joven dulce y talentosa; en privado, era una adolescente sometida a un control implacable.

“Él me decía cómo debía peinarme, cómo comportarme.

No tenía voz propia”, recordaría años después. A pesar de la presión, su talento era tan poderoso que rápidamente conquistó los escenarios.

Su debut en el programa Siempre en Domingo la catapultó a la fama y su primer disco, La mujer que nació para cantar, se convirtió en un éxito rotundo.

 

El propio Armando Manzanero, impresionado por su voz, fue quien la bautizó con esa frase inmortal: “Esta niña nació para cantar.

” Canciones como El último verano, Ahora que soy libre y Te amo la consagraron como una de las grandes intérpretes románticas de México.

Pero el éxito no trajo felicidad. Mientras su carrera ascendía, su libertad personal se desmoronaba.

Gil era un hombre exigente, posesivo y autoritario, que la trataba como una propiedad.

Manoella pasó de la tutela de su abuela a la de su representante, sin conocer nunca la verdadera independencia.

 

Los años setenta fueron su época dorada, pero también los más turbulentos.

Las letras de sus canciones —cargadas de deseo, infidelidad y pasión— escandalizaban a la sociedad conservadora.

Manoella Torres Next Concert Setlist & tour dates 2025
Sin embargo, detrás de esas historias prohibidas, había vivencias reales.

“Yo cantaba lo que vivía”, confesó alguna vez. En secreto, mantuvo relaciones sentimentales con hombres casados, buscando el afecto que la vida le había negado desde niña.

“Me sentía amada, aunque no lo fuera realmente. Era la soledad la que me hacía aceptar ese papel.”

 

A los 24 años, cuando parecía tenerlo todo, se casó con Guillermo Diestel, un empresario mexicano proveniente de una familia poderosa.

Pensó que el matrimonio la liberaría del control de los hombres que habían dirigido su carrera, pero se equivocó.

Guillermo resultó ser aún más controlador y violento. “El matrimonio no me dio libertad. Me dio miedo”, diría años después.

Sufrió maltratos psicológicos, físicos y humillaciones que la llevaron al borde del colapso. Aun así, el nacimiento de su hija Erika en 1980 le dio un motivo para resistir.

La niña nació con problemas cardíacos y pasó meses hospitalizada. Manoella se aferró a la fe y al amor maternal para soportar el infierno doméstico.

 

Con el tiempo, la violencia se volvió insoportable. En silencio, soportó golpes, insultos y amenazas.

“Nunca lo denuncié porque tenía miedo. Miedo de él y miedo de perderlo todo”, confesó. Cuando finalmente decidió huir, lo hizo dejando atrás su casa, sus pertenencias y su carrera.

“Solo me llevé a mi hija. Nada más.” Se refugió en Estados Unidos, donde pasó varios años lejos de los escenarios.

Ayuda pandemia a Manoella Torres a reinventarse
Su ausencia alimentó rumores: que se había retirado, que estaba enferma o incluso que había intentado quitarse la vida.

En realidad, Manoella estaba luchando contra una profunda depresión que casi la destruyó.

 

Durante su exilio emocional, intentó reconstruir su vida.

Se sometió a terapias, tomó antidepresivos y, poco a poco, comenzó a reencontrarse con su hija. “Ella fue mi salvación”, admitió.

Erika se convirtió en su razón para seguir viviendo. Aunque el divorcio fue largo y doloroso, Manoella logró obtener la custodia y empezar de nuevo.

Sin embargo, la fama no volvió a ser la misma. Los años noventa marcaron su regreso a la música con el álbum Aquí estoy, seguido de A plenitud y Mujer, pero los tiempos habían cambiado.

El público la recordaba con cariño, aunque su estrella ya no brillaba como antes.

 

En el año 2000, cuando trataba de relanzar su carrera, enfrentó otro golpe: su salud comenzó a deteriorarse.

Empezó a subir de peso sin razón aparente y sufría de fatiga constante.

Tras varios diagnósticos erróneos, descubrió que padecía hipotiroidismo, consecuencia de años de dietas extremas y estrés. “Engordaba hasta tomando agua. Fue devastador”, contó.

Durante ese tiempo, su depresión regresó, pero con ayuda médica logró estabilizarse.

YouTube Thumbnail Downloader FULL HQ IMAGE

Hoy, Manoella Torres vive lejos del lujo y los reflectores.

Se presenta ocasionalmente en pequeños escenarios y programas de televisión, recordando los días en que su voz llenaba auditorios enteros.

Aunque el paso del tiempo ha dejado huellas en su rostro y en su salud, conserva la dulzura que la caracterizó.

Sus seguidores la siguen llamando la mujer que nació para cantar, pero ella, con serenidad, prefiere definirse de otro modo: “Soy una mujer que nació para sobrevivir.”

 

A más de cinco décadas de su debut, Manoella es un símbolo de resistencia.

Su historia no es solo la de una artista que alcanzó la fama, sino la de una mujer que enfrentó el abuso, la depresión, la pérdida y aún así logró mantenerse en pie.

Hoy, a sus setenta años, su vida puede parecer triste, pero también es testimonio de una fortaleza que nunca se apagó.

Porque aunque la fama se desvanezca, su voz —esa voz que conmovió a millones— sigue siendo eterna.

 

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News