“¡Me Dan Náuseas!”: Mónica Naranjo Estalla Contra Estos 5 Artistas Famosísimos
Mónica Naranjo siempre ha sido sinónimo de potencia vocal, rebeldía estética y declaraciones que no conocen la censura.
Desde que irrumpió en la escena musical en los años 90, dejó claro que no estaba hecha para encajar en moldes.
Con el paso del tiempo, su leyenda solo creció, pero también lo hizo su criterio afilado sobre lo que considera auténtico y lo que le parece basura disfrazada de arte.
Fue en una entrevista reciente, durante un segmento que pretendía ser ligero y divertido, donde la cantante soltó una bomba sin precedentes.
Le preguntaron en tono de juego: “¿Hay artistas que simplemente no soportas?”.
Lo que nadie imaginaba es que ella respondería con una lista concreta, sin rodeos y con razones tan demoledoras como honestas.
Mónica Naranjo, con la mirada fija y sin una pizca de arrepentimiento, dijo: “Sí, hay cinco.
Y no los puedo ni escuchar”.
El primer nombre que soltó fue Bad Bunny.
“Para mí, representa el declive absoluto del criterio musical.
Letras sin alma, sonidos reciclados y una estética del todo vale que me repele”.
Sus palabras se viralizaron al instante.
En redes, los fans del puertorriqueño se lanzaron con furia, mientras otros aplaudían la valentía de Naranjo por decir lo que muchos callan.
En segundo lugar, nombró a Karol G.
“Me parece una artista prefabricada, sin sustancia, cuya música es puro marketing emocional vacío.
Puede tener buena producción, pero no transmite nada real”.
La crítica cayó como una daga en el corazón del pop urbano, especialmente por tratarse de una figura femenina criticando abiertamente a otra, rompiendo con la tendencia de solidaridad forzada en la industria.
El tercero fue David Bisbal.
“Canta bien, sí, pero es como ver una fotocopia cantar otra fotocopia.
No hay evolución, no hay riesgo, no hay sorpresa.
Todo suena igual desde hace veinte años”.
La declaración no solo molestó a los fans del almeriense, sino que desató un debate sobre la creatividad (o falta de ella) en las figuras del pop español más comerciales.
Pero la cosa no terminó ahí.
El cuarto nombre fue C.Tangana.
“Quiere ir de transgresor, pero no es más que una pose.
Es un provocador de manual, sin profundidad ni compromiso real con nada.
Su música me parece el colmo del oportunismo disfrazado de arte moderno”.
Estas palabras generaron una oleada de mensajes cruzados entre fans y detractores del artista madrileño, que hasta el momento no ha respondido directamente.
Y finalmente, dejó para el final un nombre que nadie esperaba: Laura Pausini.
“Sé que muchos la adoran, pero a mí siempre me ha parecido cursi hasta lo insoportable.
No soporto su forma de cantar ni su teatralidad emocional.
Nunca me ha conmovido.
Es todo demasiado calculado, como si cada lágrima estuviera ensayada”.
Esta confesión sacudió particularmente al público latino, donde Pausini es una figura intocable para muchos.
Las reacciones no se hicieron esperar.
Algunos famosos salieron a defender a sus colegas, mientras que otros, en un gesto sorprendente, admitieron que respetaban la franqueza de Mónica.
Ella, por su parte, no retrocedió ni un milímetro.
En un post en sus redes, escribió: “Estoy en una etapa de mi vida donde no me interesa agradar a todos.
Estoy cansada del teatro de lo políticamente correcto.
Digo lo que pienso y punto”.
Este episodio no solo reavivó el interés mediático por la cantante, sino que también abrió un debate más amplio sobre la hipocresía en la industria musical.
¿Cuántos artistas fingen admiración mutua solo por conveniencia? ¿Cuántas colaboraciones son en realidad estrategias vacías? Mónica Naranjo, con su estilo incendiario, obligó a muchos a mirar más allá del maquillaje, del autotune y de los premios comprados.
A sus 51 años, lejos de suavizar su carácter, Mónica Naranjo sigue encendiendo fuego donde pisa.
Y esta vez, ese fuego dejó al descubierto lo que muchos preferían mantener bajo la alfombra.
Porque cuando una diva habla sin filtros, todo el mundo escucha… aunque sea para odiarla.
