🚨 La Trágica Vida y Muerte de Aníbal de Mar: El Tremendo Juez de la Tremenda Corte 😢

🚨 La Trágica Vida y Muerte de Aníbal de Mar: El Tremendo Juez de la Tremenda Corte 😢

Aníbal de Mar, conocido como el Tremendo Juez de la Tremenda Corte, fue la voz de la justicia y la risa para toda una generación.

Su potente voz y agudo ingenio dieron vida a uno de los programas más queridos de América Latina.

Sin embargo, detrás de las carcajadas y el éxito, se escondía un hombre cuya vida estuvo marcada por las dificultades, el exilio y el silencio.

Hoy, exploramos la trágica vida y muerte de Aníbal de Mar, una figura que, a pesar de su inmenso talento, se desvaneció lentamente de la memoria colectiva.

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Nacido como Evaristo Samón Domínguez el 26 de octubre de 1908 en Yateras, Cuba, Aníbal mostró desde joven un talento excepcional para la actuación y la comedia.

Comenzó su carrera artística en 1934, trabajando en casi todos los teatros importantes de Cuba y en emisoras de radio como CMKD y CMKI.

Su versatilidad lo distinguió de sus contemporáneos, ya que podía interpretar múltiples personajes, creando diálogos cómicos completos él solo.

Uno de sus primeros éxitos fue el programa de radio donde dio vida a don Pancracio y Felipito, un divertido dúo de padre e hijo.

Este acto se volvió tan popular que fue adaptado al cine en 1939 con la película “Una aventura peligrosa”.

Sin embargo, su gran oportunidad llegó con el personaje de Chan Lip en la serie radial “La Serpiente Roja”, que se convirtió en un hito cultural en Cuba.

Aníbal de Mar no solo brilló en la radio, sino que también hizo historia en la gran pantalla.

En 1937, interpretó a Chan Lip en “La Serpiente Roja”, la primera película sonora producida en Cuba.

Esta obra marcó un punto de inflexión tanto en su carrera como en la industria cinematográfica cubana, consolidando su estatus como una figura familiar en todo el país.

A medida que su carrera avanzaba, Aníbal continuó explorando nuevos géneros y formatos.

Su participación en “Rafles, El ladrón de manos de seda” lo llevó a convertirse en uno de los actores más reconocidos de la radio cubana.

Sin embargo, su mayor legado llegó con “La Tremenda Corte”, un programa que se convirtió en una institución cultural en Cuba y que lo inmortalizó como el Tremendo Juez.

Leopoldo Fernández (Tres Patines) y Aníbal de Mar (el Tremendo juez) los  protagonistas principales de la serie de TV : "La Tremenda Corte"  #GrandesSeriesTV

 

Estrenada en 1942, “La Tremenda Corte” se convirtió rápidamente en el programa más popular de Cuba.

Con personajes icónicos como Tres Patines y Nananina, Aníbal de Mar se convirtió en el pilar del programa, aportando su voz imponente y su sentido del humor a cada episodio.

Las frases célebres, como “20 pesos de multa”, se convirtieron en parte del habla cotidiana de los cubanos.

Durante casi dos décadas, se escribieron más de 360 episodios, todos creados por Castor Bispo.

La serie no solo entretenía, sino que también reflejaba la idiosincrasia cubana, convirtiéndose en un símbolo de la identidad nacional.

Sin embargo, con el triunfo de la revolución cubana en 1959, el humor se volvió peligroso y el programa fue cancelado en 1961.

El exilio marcó el final de una era para Aníbal de Mar y su elenco.

Aunque continuaron presentándose en América Latina y los Estados Unidos, la nostalgia por su tierra natal siempre estuvo presente.

Aníbal se estableció en Miami, donde continuó actuando ocasionalmente en el teatro y la radio, pero la vida en el exilio no fue fácil.

A pesar de los desafíos, Aníbal de Mar mantuvo su pasión por la actuación y la comedia.

Colaboró con otros comediantes, incluidos Chespirito, y dejó un legado que unió la época dorada de la radio cubana con la revolución televisiva mexicana.

Sin embargo, su salud comenzó a deteriorarse, y el 22 de febrero de 1980, falleció en Miami, dejando un vacío en el corazón de sus admiradores.

Aníbal de Mar

 

La vida de Aníbal de Mar es un recordatorio de los altos costos de la fama y el éxito.

Aunque hizo reír a millones, su propia vida estuvo marcada por el exilio y la pérdida.

Su legado perdura en cada risa que generó y en cada personaje que interpretó, pero su nombre ha sido olvidado con el tiempo, opacado por otras leyendas.

Hoy, recordamos a Aníbal de Mar no solo como el Tremendo Juez, sino como un hombre que dedicó su vida a hacer reír a los demás, a pesar de sus propias dificultades.

Su historia es un testimonio del poder del humor y la resiliencia en tiempos difíciles.

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