🎭 “De la gloria deportiva al desastre en Jetset: La última noche de Octavio Dotel 😱”
Octavio Dotel, conocido por su sonrisa fácil y su espíritu aventurero, había disfrutado de una vida llena de éxitos.
Con más de 15 temporadas en las Grandes Ligas, una fortuna acumulada de más de 40 millones de dólares y su reciente exaltación al Salón de la Fama, parecía que todo estaba en su lugar.
Esa noche del 7 de abril, tras prometerle a su esposa que sería su última salida nocturna, decidió acudir a Jetset para disfrutar de la música de Ruby Pérez.
Nadie podía imaginar que esa promesa sería también su última.
La discoteca Jetset, ubicada en Santo Domingo, era conocida por sus espectáculos vibrantes y su capacidad para atraer multitudes.
Sin embargo, las grietas en su estructura habían sido ignoradas durante mucho tiempo.
Desde un incendio en 2023, el techo había sido reparado de manera precaria, y aunque los empleados notaban crujidos y vibraciones cada vez más intensas, las advertencias se desestimaron.
“Tenemos todo vendido, hay que seguir”, fue la respuesta que recibió un trabajador preocupado por las condiciones del lugar.
El espectáculo debía continuar, sin importar los riesgos.
Octavio Dotel llegó al lugar con su característico entusiasmo, saludando a conocidos y posando para fotos con los fans.
Transmitió en vivo por Instagram, invitando a sus seguidores a disfrutar de la noche.
“Vamos a bailar merengue hasta el amanecer”, dijo con una sonrisa.
En el interior del local, el ambiente era eléctrico.
El DJ calentaba la pista con bachatas y merengues clásicos mientras los asistentes llenaban cada rincón.
Sin embargo, las señales de peligro eran cada vez más evidentes.
Pequeños fragmentos de yeso caían del techo, y los crujidos metálicos se hacían más frecuentes.
A pesar de esto, nadie quiso detener la fiesta.
A la medianoche, Ruby Pérez subió al escenario, desatando la euforia de los presentes.
Octavio Dotel, ubicado en el área VIP cerca de la tarima, aplaudió con entusiasmo mientras coreaba las canciones del merenguero.
Pero mientras la música alcanzaba su punto más alto, la estructura del techo, sobrecargada con equipos de sonido, plantas eléctricas y aires acondicionados, finalmente cedió.
El estruendo fue ensordecedor.
Pilares y vigas colapsaron, arrastrando concreto, lámparas y parte de la tarima.
En cuestión de segundos, la discoteca se convirtió en un caos de polvo, gritos y escombros.
Dotel, que intentó correr al escuchar el estruendo, fue golpeado por fragmentos de una viga y quedó atrapado entre una columna y un panel de pared.
Ruby Pérez y su orquesta también fueron sepultados bajo los escombros.
Los asistentes, aterrorizados, intentaron escapar mientras los empleados y guardias de seguridad luchaban por mantener el orden.
Afuera, los sobrevivientes, cubiertos de polvo y sangre, gritaban pidiendo ayuda.
Las sirenas de bomberos y ambulancias comenzaron a llenar el aire, pero el acceso al lugar estaba bloqueado por los escombros.
Los rescatistas trabajaron incansablemente para sacar a los atrapados.
Con ayuda de cámaras térmicas y retroexcavadoras, lograron encontrar a Octavio Dotel aún con vida, aunque gravemente herido.
Fue trasladado de urgencia al hospital central de las Fuerzas Armadas, pero en el trayecto sufrió complicaciones.
A pesar de los esfuerzos de los médicos, Dotel falleció a las 3:15 de la mañana, dejando a su familia y al país en un estado de conmoción.
La noticia de su muerte se propagó rápidamente, inundando las redes sociales y los medios de comunicación.
El presidente Luis Abinader decretó tres días de duelo nacional, mientras figuras del deporte y la música expresaban su pesar.
“Nos duele en el alma despedir a un inmortal de nuestro deporte”, declaró el ministro de deportes, Kelvin Cruz.
Ruby Pérez, quien también fue encontrado sin vida bajo los escombros, dejó un vacío en el mundo de la música tropical.
Su saxofonista y varios miembros de su orquesta también perecieron en el desastre.
Las imágenes de la discoteca reducida a escombros dieron la vuelta al mundo, mostrando la magnitud de la tragedia.
Más de 50 personas perdieron la vida, y cientos resultaron heridas, muchas de ellas en estado crítico.
Entre las víctimas se encontraba Nelsey Cruz, la gobernadora de Montecristi y hermana del pelotero Nelson Cruz.
La investigación sobre las causas del derrumbe reveló negligencia en el mantenimiento de la estructura y sobrecarga en los equipos instalados en el techo.
Las autoridades prometieron llevar a los responsables ante la justicia, pero para las familias de las víctimas, ninguna acción legal podría reparar el dolor.
El funeral de Octavio Dotel fue un evento cargado de emociones.
Su esposa, devastada, se abrazó a familiares mientras lloraba desconsoladamente.
En la funeraria Jardín Memorial, amigos y colegas del deporte se reunieron para rendirle homenaje.
“Era más que un atleta, era un ser humano extraordinario”, dijeron algunos de los presentes.
Ruby Pérez también fue despedido con honores, con su música resonando como un último tributo a su legado.
La tragedia de Jetset dejó una marca imborrable en la República Dominicana, recordando a todos que detrás de la euforia de una noche puede esconderse un peligro mortal.
Octavio Dotel y Ruby Pérez, dos figuras que representaban la alegría y el éxito, se convirtieron en símbolos de una pérdida que nunca será olvidada.
¿Qué opinas de esta tragedia? ¿Crees que se pudo haber evitado? Comparte tus pensamientos y ayúdanos a mantener viva la memoria de quienes perdieron la vida en esa fatídica noche.