A los ojos del público, María Sorté siempre fue el epítome de la perfección.
Su rostro adornó las portadas de revistas, su voz y talento llenaron las telenovelas más emblemáticas de México, y su imagen de madre y esposa ideal conquistó corazones.
Pero detrás de esa fachada impecable se escondía un secreto que llevaba más de dos décadas pesando en su pecho.
A los 70 años, María finalmente rompió el silencio y admitió lo que muchos ya sospechaban: la tragedia que marcó su vida no fue un accidente, sino un acto deliberado que cambió su destino para siempre.
El 29 de noviembre del año 2000, el esposo de María Sorté, José Harfuch, un destacado jefe de policía, fue brutalmente asesinado.
En aquel entonces, las autoridades calificaron el hecho como un “asalto fallido”, pero desde el principio, María sabía que la verdad era mucho más oscura.
“No fue un robo, fue un mensaje,” confesó recientemente en una entrevista, dejando al descubierto las sombras que rodearon ese fatídico día.
Tras la pérdida de su esposo, María Sorté desapareció de los reflectores.
Durante semanas, evitó cualquier contacto con la prensa y se refugió en su familia.
Su regreso a la actuación en 2002, con la telenovela Entre el amor y el odio, fue visto como un acto de valentía.
“La actuación fue mi medicina,” confesó años después, explicando que volver al trabajo fue su forma de enfrentar el dolor y encontrar una razón para seguir adelante.
A lo largo de los años, María se consolidó como una de las figuras más respetadas de la televisión mexicana.
Sus interpretaciones de mujeres fuertes y resilientes parecían reflejar su propia vida, convirtiéndola en un símbolo de fortaleza para muchos.
Pero detrás de su éxito profesional, seguía cargando con el peso de su pasado y el miedo constante de que la historia se repitiera.
El 26 de junio de 2020, el pasado volvió a golpear a la familia de María Sorté.
Su hijo, Omar García Harfuch, quien seguía los pasos de su padre en el ámbito de la seguridad pública, sufrió un atentado en plena Ciudad de México.
Más de 400 disparos fueron dirigidos contra su camioneta, dejando a dos escoltas muertos y a Omar gravemente herido.
Milagrosamente, sobrevivió, pero el evento reabrió heridas que nunca habían sanado.
Fue este segundo golpe el que llevó a María a romper el silencio.
En una entrevista telefónica, admitió por primera vez que la muerte de su esposo no fue un accidente.
“Me lo dijeron claramente.
Si hablaba, pondría en peligro a mis hijos.
Así que me tragué el dolor, lo enterré, pero ahora casi pierdo a mi hijo y ya no puedo callar más.”
Sus palabras resonaron en los medios, abriendo un debate sobre la corrupción y los peligros que enfrentan las familias de figuras públicas en México.
Hoy, a los 70 años, María Sorté vive una vida más tranquila, alejada del bullicio del espectáculo.
Aunque sigue siendo una figura admirada, ha optado por un perfil bajo, dedicándose a su familia y encontrando consuelo en actividades cotidianas.
Su relación con sus nietos es su mayor fuente de alegría, y aunque rara vez da entrevistas, cuando lo hace, habla con una sinceridad que conmueve.
María también ha encontrado en el teatro una forma de sanar.
Su última obra, centrada en la pérdida y la resiliencia, ha sido descrita como su trabajo más personal y emotivo.
Cada noche, frente al público, revive su dolor y lo transforma en arte, demostrando que incluso las heridas más profundas pueden convertirse en una fuente de inspiración.
La historia de María Sorté es un recordatorio de que detrás de cada figura pública hay una persona con luchas y dolores propios.
Su valentía al enfrentar su pasado y su decisión de hablar después de décadas de silencio son un testimonio de su fortaleza y humanidad.
A los 70 años, María no busca aplausos ni reconocimiento, sino comprensión y memoria.
Su vida es un ejemplo de que, aunque la fama no protege del dolor, la resiliencia puede transformar incluso las tragedias más grandes en un legado de esperanza.
¿Qué opinas de la historia de María Sorté? ¿Crees que la fama puede ser un escudo o, por el contrario, una carga? Déjanos tus comentarios y comparte esta historia para que más personas conozcan el lado humano de una de las grandes figuras del espectáculo mexicano.