A primera vista, la vida de Chiquinquirá Delgado podría parecer una pasarela interminable de Instagram: alfombras rojas, vestidos de diseñador y vistas al mar desde su penthouse en Miami.
Pero detrás de esa belleza hay una empresaria que convirtió una corona de reina de belleza en un imperio valorado en 185 millones de dólares.
Para 2025, el mundo de Delgado está compuesto por mansiones, autos de lujo y experiencias de primera clase.
De reina de belleza a figura influyente
El mayor reconocimiento de Delgado en los últimos años es Mira quién baila, un concurso de baile latino transmitido por Univisión que se ha consolidado como un pilar del horario estelar en español.
Desde su debut en 2010, Chiquinquirá ha sido mucho más que la cara del programa; es el pegamento que mantiene unida la magia del show.
Su presencia aporta credibilidad, glamour y conexión emocional tanto con los famosos como con la audiencia.
La undécima temporada, subtitulada La revancha, confirma que el éxito continuo del programa se debe, en gran parte, a su constancia y capacidad para adaptarse a cualquier formato.
Según fuentes internas de Univisión, su contrato como conductora le genera aproximadamente $500,000 anuales, sin contar bonos ligados al rating y patrocinios.
Eso la convierte en una de las presentadoras femeninas mejor pagadas de la televisión en español.
Pero Mira quién baila es solo la punta del iceberg.
Delgado también ha co-presentado Despierta América, liderado concursos de belleza como Nuestra Belleza Latina y ha llevado su elegancia a especiales de alfombra roja como Premios Lo Nuestro.
Su paso por Sábado Gigante, uno de los programas de variedades más longevos del mundo, consolidó su nombre tanto en América Latina como en el mercado hispano de Estados Unidos.
Y aunque ya no actúa en telenovelas regularmente, mantiene su presencia con apariciones en dramas como Por amar sin ley y producciones de Netflix como Alta Mar.
Más allá de la televisión: un imperio empresarial
Lo que comenzó con su carisma en pantalla evolucionó hacia un portafolio empresarial diversificado.
Delgado ha creado marcas que generan millones al año, comenzando con respaldos publicitarios inteligentes.
Una de sus primeras colaboraciones fue con Cover Girl, donde se convirtió en el rostro latino de la firma.
Esta alianza incluyó campañas bilingües en Estados Unidos y América Latina, dirigidas a mujeres que no se veían representadas en la publicidad tradicional.
Más tarde, consolidó su influencia respaldando a Sony Entertainment Television y como embajadora de instituciones financieras como Banco Occidental de Descuento.
También protagonizó un memorable comercial de Coca-Cola junto a Luis Miguel, que fortaleció su presencia panlatina y abrió puertas a nuevos acuerdos en Perú, Colombia y el mercado hispano de EE. UU.
Pero Delgado no se conformó con prestar su imagen.
Aprovechando su formación en finanzas y marketing, creó Chiqui, una línea de cuidado de la piel para latinas que buscan lujo accesible; Chiquinquirá Delgado Seducción, su línea de moda elegante y sofisticada; y la fragancia Chiquinquirá con amor, un éxito en ventas en Venezuela y Miami.
También incursionó en bebidas alcohólicas con Pure Wonder Delgado, un vodka premium presente en lounges de alta gama.
Incluso entró al mundo de la restauración con Chiquinquirala Ambrienta, una cadena de restaurantes de fusión latinoamericana con locales en Caracas y Miami, y planes de expansión a Houston y Nueva York.
Su movimiento más audaz fue adquirir la mayoría de Los Ángeles de Maracaibo, un equipo de fútbol americano venezolano, que rápidamente se volvió rentable gracias a patrocinios, venta de mercancía y acuerdos de transmisión.
Inversiones inmobiliarias y estilo de vida
Delgado también se consolidó en el sector inmobiliario de lujo, especialmente en Florida.
Fundó su propia firma de diseño de interiores y participa activamente en la selección de acabados, decoración y marketing de cada propiedad.
Entre sus proyectos destacan su casa en Isla Biscin, moderna, de tres niveles con muelle privado y lounge en la azotea, y otra propiedad en The Grove, enfocada en vida al aire libre y espacios verdes.
Su residencia personal en Miami, compartida con el periodista Jorge Ramos, está valorada en 3.
4 millones de dólares, con cinco habitaciones, piscina, gimnasio y espacios minimalistas.
Durante la pandemia, Delgado mostró detalles de su hogar en redes sociales, demostrando que la funcionalidad y el diseño elegante pueden coexistir con la calidez y el lujo.
Vida familiar y educación de sus hijas
Chiquinquirá Delgado y Jorge Ramos celebraron una ceremonia simbólica de bodas en India en 2014.
Aunque no legalmente casados, se consideran compañeros de vida, compartiendo respeto mutuo y crianza de sus hijas.
Su hija mayor, María Elena Dávila (33 años), combina glamour y educación: recientemente retomó sus estudios en NYU, mientras planifica su boda con el empresario John Lowell.
Su hija menor, Carlota (15 años), asiste a una escuela privada de élite en Miami y participa en viajes internacionales junto a Delgado, incluyendo París, donde vivieron experiencias culturales cuidadosamente planificadas.
Belleza, moda y bienestar
Delgado lidera Kira Life, plataforma de estilo de vida enfocada en salud, suplementos y rutinas de cuidado de la piel.
Su disciplina incluye jugos verdes matutinos, yoga, meditación y dieta mayormente vegetal.
Mantiene su piel radiante con exfoliaciones regulares, hidratación constante y protector solar diario.
Su marca de moda, Chiqui Delgado Brand, ofrece piezas elegantes, femeninas y usables, reflejando su estilo personal.
Delgado enfatiza que la ropa debe empoderar a la mujer y hacerla sentir auténtica.
Lujo con visión y equilibrio
A sus 53 años, Chiquinquirá Delgado sigue siendo una potencia en televisión, negocios, moda e inversiones inmobiliarias.
Su estilo de vida combina lujo, disciplina y visión estratégica.
Desde sus vacaciones en Miconos hasta su residencia navideña en Miami, Delgado demuestra que lo más valioso del lujo no está solo en el mármol o las vistas panorámicas, sino en la disciplina, la elegancia y la claridad de propósito.
Su vida es un testimonio de cómo la constancia, la inteligencia financiera y la marca personal pueden transformar una carrera mediática en un imperio sólido y admirado.