La reciente y dolorosa pérdida de Doña Elvia García Linares, madre de la ex Miss Mundo y conductora de televisión Maju Mantilla, ha sumido al Perú en un sentimiento de luto colectivo, al mismo tiempo que ha puesto en relieve la fortaleza inquebrantable del vínculo maternofilial, incluso en las circunstancias más adversas y bajo el intenso escrutinio público.

La partida de Doña Elvia, ocurrida el pasado 27 de octubre tras una ardua batalla contra el cáncer, ha revelado un profundo estado de devastación en Maju Mantilla, pero también ha sacado a la luz un conmovedor video que testifica el orgullo y el apoyo incondicional que su madre le brindó hasta el final de sus días.
Este video, que se ha vuelto viral en las últimas horas, data de hace más de tres años y muestra a Maju Mantilla quebrándose emocionalmente ante las cámaras mientras expresa su amor y gratitud hacia sus padres.
La cercanía de Maju con su madre, especialmente a raíz del duro diagnóstico de Doña Elvia, era palpable y profunda.
“Te amo bastante.
A ti también mamá, que ustedes puedan compartir mi felicidad, que son mis hijos, y estar con ellos.”
Este extracto de la grabación encapsula el deseo de Maju de compartir su vida y su felicidad familiar con sus padres, un anhelo que, en retrospectiva, se ve teñido de la melancolía por el tiempo limitado que tuvieron juntas.
Pero lo que ha resonado con mayor fuerza en el público son las palabras de la madre, Doña Elvia, quien, con una ternura y un orgullo evidentes, se dirigió a su hija, la “niña hermosa” que se convirtió en Miss Mundo 2004.
“Muy orgullosa.
Pues un día como hoy, este la tuve entre mis brazos.
Nació una niña hermosa, la cual fue adquiriendo muchos logros, muchos éxitos, de los cuales estamos orgullosos nosotros.
Dios que bendiga su hogar para que siempre reine el amor, la paz, la comprensión.”
Este testimonio no solo celebra los éxitos de Maju, sino que invoca deseos de bendición para su hogar, la paz y la comprensión, palabras que adquieren un matiz trágico y profético a la luz de los recientes escándalos matrimoniales que han sacudido la vida de la conductora.

La tragedia de la pérdida se entrelaza inevitablemente con el escándalo de infidelidad protagonizado por Gustavo Salcedo, esposo de Maju Mantilla.
La prensa y las figuras cercanas a la conductora han revelado un detalle que añade una capa de heroísmo al papel de Doña Elvia: su apoyo incondicional a su hija a pesar de la controversia.
La conductora Tula Rodríguez, amiga y colega de Maju, fue una de las personas que confirmó el apoyo férreo que Doña Elvia brindó a su hija hasta sus últimas horas, a pesar de que la madre se encontraba en un estado de salud “muy delicada”.
“Y es que Tula confesó que hasta el final apoyó a Maju pese a este duro escándalo.
Es decir, su mamá se fue al cielo sabiendo que supuestamente su hija le fue infiel a su esposo.”
Esta declaración de Tula Rodríguez, aunque con una formulación que invierte el rol de la infidelidad (confundiendo si el escándalo era por supuesta infidelidad de Maju o de Salcedo, aunque la cobertura mediática se centró en Salcedo), subraya el punto central: la madre apoyó a su hija incondicionalmente, sin importar el juicio público o los errores personales que se pudieran haber cometido en el matrimonio.
“Que mamá no apoya a su hija, ¿no?
Que dicho ya está, digamos, descansando…”
La frase, aunque entrecortada en la fuente, transmite la idea universal de que el amor de una madre es un escudo impenetrable, una verdad que se mantuvo firme incluso en medio del shock mediático causado por las imágenes de Gustavo Salcedo.
Este apoyo maternal es un consuelo invaluable para Maju, quien ahora debe enfrentar el duelo sabiendo que su madre se fue con el corazón lleno de orgullo por su hija, y no de resentimiento o vergüenza por el drama marital.

El dolor por la pérdida de Doña Elvia, a los 75 años, es “destrozador” para Maju Mantilla y su familia.
La batalla de la señora García Linares contra el cáncer, que se extendió por meses, fue un proceso conocido y compartido en la intimidad familiar, un hecho que, una vez más, lanza una sombra de juicio sobre el comportamiento de Gustavo Salcedo.
“La presentadora de televisión, Maju Mantilla, vive uno de los peores momentos de su vida tras el fallecimiento de su madre, doña Elvia García Linares, ocurrido el pasado 27 de octubre.
En medio de esta dolorosa pérdida se ha revelado el profundo estado de tristeza en el que se encuentra la Miss Mundo 2004.”
Medios de prensa, al comunicarse con el entorno familiar, han corroborado que Maju se encuentra “completamente devastada por la partida de su madre”.
La crudeza de la situación se ve amplificada por el contexto de la enfermedad: el sufrimiento prolongado de la madre y la conciencia de que su vida estaba llegando a su fin.
“Y es que su mamá falleció a los 75 años tras una dura lucha contra el cáncer, que por supuesto sabía Gustavo Salcedo e igual expuso a Maju Mantilla en televisión nacional.
Su madre ya llevaba meses con este duro proceso y este 27 se fue al cielo.”
El conocimiento de la enfermedad de Doña Elvia por parte de Gustavo Salcedo hace que su supuesta infidelidad y la exposición pública de Maju sean vistas como un acto de extrema insensibilidad.
Mientras la familia lidiaba con el dolor de la inminente pérdida, Salcedo supuestamente estaba generando un escándalo que sumaba una presión emocional insoportable sobre Maju y sobre la propia Doña Elvia, quien estaba en sus últimos meses de vida.
Este hecho fue confirmado por un excopresentador televisivo de Maju Mantilla.
“Hay que estar con ella.
La hemos acompañado todo este tiempo en el que su mamá no estaba mal.
Y bueno, gracias a Dios ya está descansando en paz.”
Este mensaje de apoyo y alivio por el descanso de Doña Elvia subraya la dura prueba que la familia ha estado atravesando en los últimos años.

La presencia de figuras amigas, como Tula Rodríguez, en estos momentos de duelo subraya la solidaridad del gremio televisivo en un momento tan delicado.
Tula Rodríguez, quien también ha experimentado la pérdida de su madre, brindó palabras de consuelo y comprensión a Maju Mantilla.
“Vivimos en un momento complicado, yo sé lo que es perder a una mamá, entonces apoyar un ratito en un momento difícil.
Se lo he dicho todo, ella ya sabe todo lo que para con ella, para su familia.”
Esta expresión de apoyo reitera que Maju no está sola en su dolor y que cuenta con un círculo de amistad que comprende la magnitud de su sufrimiento.
La figura de Doña Elvia García Linares, al final de su vida, se erige como un símbolo de la fuerza y la dignidad.
Su incondicionalidad hacia su hija, incluso en medio del escándalo, es el legado más valioso que deja a Maju.
En el doloroso silencio de la ausencia, la conductora puede encontrar consuelo en el recuerdo de una madre que fue su mayor admiradora y defensora hasta el “final”.
La partida de Doña Elvia, aunque profundamente triste, marca el cierre de una dolorosa lucha contra la enfermedad y deja a Maju Mantilla con la dura tarea de reconstruir su vida sin su pilar fundamental.
La ex Miss Mundo, con el corazón destrozado, debe ahora navegar el duelo, buscando la paz y la comprensión que su madre tanto deseó para su hogar.
El país entero, conmovido por el inmenso dolor de Maju y la nobleza de su madre, rinde homenaje a Doña Elvia García Linares.