La maquinaria de la cumbia peruana, personificada por la orquesta Corazón Serrano, atraviesa una de sus fases más turbulentas, donde el escenario se ha convertido en un campo de batalla para conflictos personales y dramas sentimentales.
Las tensiones internas han escalado al ojo público, obligando a las protagonistas a emitir declaraciones que han hecho más por exponer la fragilidad del grupo que por calmar los ánimos.

Kiara Lozano, una de las voces principales de la agrupación, rompió el silencio.
Decidió pronunciarse públicamente para aclarar la situación que viene atravesando con su compañera Milagros Díaz.
Todo esto surge luego de que circularan imágenes del último concierto de Corazón Serrano.
En ellas, se podía observar a Kiara aparentemente alterada, levantando la voz de manera evidente hacia Milagritos.
Esta escena generó múltiples comentarios y especulaciones en redes sociales sobre un supuesto conflicto entre las cantantes.
Ante la ola de reacciones del público, la cantante optó por dar su versión de los hechos y dejar en claro lo que realmente ocurrió.
Kiara Lozano, visiblemente harta de los constantes comentarios negativos y de ser el centro de la polémica, decidió salir al frente.
Ella explicó con claridad lo que realmente ocurrió en el video.
Según la interpretación popular, se le escuchaba gritar a Milagros Díaz.
Sin embargo, en un giro dramático, algo que llamó aún más la atención fue que casi al mismo tiempo, Ana Lucía Urbina también realizó una transmisión en vivo.
En esta transmisión, Ana Lucía no solo mencionó a Edwin Guerrero, el dueño y ex pareja, sino que además lanzó algunas indirectas que, sin duda, parecían estar dirigidas a Kiara.
La versión de Kiara Lozano sobre el supuesto altercado con Milagros Díaz desmanteló la narrativa del conflicto personal.
Ella relató una escena ocurrida en el público, donde dos personas se encontraban cerca del escenario.
“Yo vi en el público porque estaban, nosotros estábamos en el escenario y abajo estaban esas dos personas,” explicó Kiara.
La cantante aclaró que el momento de levantar la voz se debió a un incidente con una seguidora que estaba cerca de una de las personas a las que ella saludó.
“Claramente cuando yo saludé a una de ellas vi que la otra persona le decía, ‘Oye, ¿por qué?
¿Por qué le estás saludando?
¿Por qué le hablas?
No me hables, no le hables’.
Ahí es donde sale la frase, pues, ‘no le hable’, tal cual,” detalló Kiara, sugiriendo que la frustración no era con Milagros Díaz sino con la actitud de una fan que intentaba generar conflicto.
Kiara admitió que el incidente la “amargó completamente” y lo contó tal cual en el live, con la misma cara, con la misma voz, con la misma expresión, buscando autenticidad.
Esta explicación contrasta fuertemente con la percepción inicial de un conflicto interno directo.
Mientras Kiara intentaba apagar un fuego, Ana Lucía Urbina se encargó de encender un infierno aparte.
Ana Lucía, quien también fue involucrada en esta polémica por supuestamente consolar a Milagros Díaz tras el incómodo momento con Kiara, aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje con doble sentido.
Ella dejó entrever que Kiara actuó de manera poco digna, aunque la propia Kiara negó haber sido consolada.
“Lucía no me consuela de nada.
Lucía me está dando un abrazo y me está diciendo que, o sea, que le ponga Punche al cantar la canción porque le gusta mucho esa canción que es Ya es tarde para amarnos,” aclaró Kiara, desmintiendo la narrativa del consuelo.
Pero lo más sorprendente es que la situación no terminó ahí.
Lo que vino después en la transmisión de Ana Lucía generó aún más controversia.
La cantante se enfrascó en un juego de indirectas maliciosas.
Ella y sus acompañantes comenzaron a hacer comentarios sobre un animal llamado “boa”.
“Es una arrastrada, es una arrastrada, ¿no?
La boa,” dijo Ana Lucía, haciendo una clara referencia a alguien.
Los comentarios no se detuvieron allí.
Haciendo referencia a que alguien era una arrastrada y burlándose de la estatura, Ana Lucía encendió por completo la transmisión en vivo.
Conocido el dato reciente de que Kiara Lozano mide apenas 1.53 cm, las burlas a la estatura (“¿Mide más o menos?
Sí.
Es como si fuera un tico [un auto pequeño], un tico como chiquito, así como un tico, ¿no?
Como el tamaño de auto.
Es como un tico“) se percibieron como una agresión directa y mezquina hacia su compañera.
Lejos de apaciguar los ánimos, Ana Lucía terminó echándole más leña al fuego.
Insinuó que su ex, Edwin Guerrero, estaría involucrado en una relación secreta con otra persona.
Según ella, esa sería la razón por la que aún no la deja del todo.
Se refirió a esta supuesta nueva pareja con términos despectivos.
“Yo le digo, ‘¿Y tu gallina escondida?’
¿Por qué gallina?
Se la come, se la come escondido,” comentó con notable amargura.
Ana Lucía hizo predicciones sobre el futuro de su supuesta rival, sugiriendo que la nueva pareja nunca renunciará a su puesto.
“Yo solamente voy a decir una cosa: no creo que esa chica se vaya, porque mira, esa suerte no la encuentra ni en la otra vida,” sentenció con sarcasmo.
También sugirió que la nueva pareja no exige sus derechos por miedo a perder su posición privilegiada.
“Qué pena, ¿no?
Qué pena, porque mujer, porque sabes por qué no exige: porque la botan, pienso, ¿no?
Que si exige mucho, si exige mucho, la mandan al…” dijo, dejando la frase en el aire.

El rencor de Ana Lucía hacia Edwin Guerrero parece no tener fin.
Todo indica que aún no ha logrado cerrar del todo el capítulo con el dueño de Corazón Serrano.
Ella dejó entrever que Kiara no sería más que una más del montón, pero lo curioso es que la actitud que ahora critica parece reflejarse en ella misma.
La propia Ana Lucía, en un momento de sinceridad, admitió haberle rogado a Edwin que pusiera fin a la relación que tenía en aquel entonces por ella, dejando al descubierto una contradicción que no pasó desapercibida por sus seguidores.
Ella reveló la turbulenta naturaleza de su propia historia con el dueño del grupo.
“Y efectivamente yo estuve saliendo con Edwin, con Edwin de de Corazón Serrano.
¿Cuál fue el motivo?
¿Por qué terminaron?
Fue por por el hecho de que salió de esta publicación de que su ex estaba embarazada,” detalló.
La confesión más impactante fue su táctica para recuperar a Edwin.
“Yo regresé con…
Y él estaba con otra persona.
Ya habíamos salido a cenar y le dije: ‘Tú me amas, me adoras, termina con esa persona, dile que me amas a mí y que te vas a casar’.”
Y Edwin Guerrero accedió a la petición de Ana Lucía.
“Y él me dijo: ‘Cásate conmigo’.
Y terminó con esa persona.
Le dijo: ‘No, yo amo a Ana Lucía, quiero casarme con…
Quiero casarme con ella’.
Y regresamos,” reveló, exponiendo la facilidad con la que Edwin maneja las relaciones personales en el entorno laboral.
La relación terminó cuando Ana Lucía sufrió una pérdida.
“Cuando yo salí embarazada y perdí a mi bebé, terminamos.
Yo me quedé, yo me quedé sola,” compartió, visiblemente afectada por el recuerdo.
En ese momento de vulnerabilidad, incluso derramó algunas lágrimas, demostrando que las heridas de esa relación siguen abiertas.
“No, solo me acuerdo un poquito.
A veces me acuerdo el Día de la Madre y todo eso,” dijo entre sollozos, confirmando el dolor.
En medio de todo este drama de pareja, el ambiente laboral en Corazón Serrano sigue revelándose como tóxico.
Ana Lucía confesó no tener amistad con sus compañeras.
“No soy amiga de ninguna de las chicas, son mis compañeras de trabajo y son mis compañeras de trabajo,” sentenció, subrayando la frialdad de su entorno.
Sumado a esto, Susana Alvarado también hizo una transmisión en vivo desde el propio bus de Corazón Serrano.
Ella sorprendió a muchos al dejar expuesto el tipo de lenguaje que usan algunas de las integrantes del grupo.
Lo que parecía una simple conversación entre compañeras terminó revelando un lado poco conocido del ambiente detrás de cámaras, generando aún más comentarios entre los seguidores de la agrupación por la rudeza del vocabulario.
Además, Susana aprovechó ese momento de conversación para salir en defensa de Milagros Díaz.
Milagritos ha sido blanco de críticas en los últimos días debido a su notorio aumento de peso, una situación que, según se comenta, la ha afectado emocionalmente.
Al parecer, este cambio físico estaría relacionado con el uso de corticoides.
Susana explicó la razón médica detrás del cambio de peso.
“Milagros, es la medicina.
Estaba un poquito mal en las vacaciones y ella ha consumido corticoide.
Normalmente sí hincha y te retiene líquidos.
Seguro le han dicho, pues que esté hinchada, ¿no?
De una bonita manera, entonces, sea como que es así,” explicó, intentando detener las críticas hacia su compañera.
Milagros Díaz, por su parte, también admitió estar pasando por un periodo de relajación en sus hábitos.
“No, es como que estoy un poquito relajada, relajada en el aspecto de que no voy a, o sea, no estoy yendo a entrenar, no, no he estado comiendo, he estado tomando mucha gaseosa, la he tomado mucho, todos los días tomo gaseosa, gaseosa, gaseosa, gaseosa,” confesó, añadiendo que se había propuesto dejar las bebidas azucaradas.

La compleja trama de Corazón Serrano revela una verdad incómoda sobre la industria de la cumbia: es un campo donde las relaciones personales, la autoridad y el desempeño se mezclan peligrosamente.
Las polémicas declaraciones de Ana Lucía y la defensa de Kiara Lozano son un claro indicio de la fractura interna.
El reality de Corazón Serrano, transmitido por lives y videos virales, es mucho más dramático que cualquier show de televisión.
El poder de Edwin Guerrero como dueño y figura sentimental central parece ser el motor de gran parte del conflicto.
La situación es un desafío constante a la profesionalidad de las cantantes, que deben trabajar codo a codo a pesar de los celos, las rupturas y la competencia interna.
El público, por su parte, sigue demostrando una fascinación insaciable por el drama, consumiendo cada detalle y cada indirecta con avidez.
La pregunta que queda flotando en el aire es si realmente Kiara no le gritó a Milagros Díaz o si hay algo más detrás de lo que vimos en ese video.
Lo cierto es que la autenticidad se ha perdido en el torrente de chismes y declaraciones contradictorias.
La única certeza es que las tensiones en Corazón Serrano están lejos de resolverse.