Cuando se habla de las legendarias conquistas de Luis Miguel, la lista parece un desfile de glamour.

María Carey, Aracely Arámbula, Daisy Fuentes, Mirka de Llanos.

Pero detrás de esa galería resplandeciente existe otra historia susurrada durante décadas y jamás contada del todo.

La historia de una mujer que se mantuvo al margen, que resistió el magnetismo de “El Sol” cuando casi nadie lo hacía.

Esa mujer es Alejandra Ávalos.

Durante años enfrentó la misma pregunta insistente: ¿Qué ocurrió realmente entre ella y el hombre más deseado de México? Respondió con fragmentos, a veces con una sonrisa, a veces con una herida visible, siempre lo suficiente para mantener viva la especulación.

Y ahora, a sus 56 años, finalmente admite lo que tanto sospechaban: Luis Miguel la quiso y ella dijo que no.

Los primeros encuentros

Su primera conexión se remonta a principios de los años 80, cuando ambos apenas comenzaban lo que se convertiría en carreras definitorias.

Alejandra Ávalos recién empezaba a ganar reconocimiento en la industria musical, prestando su voz como corista en grupos como Timbiriche, Fresas con Crema, Flans y Sasha.

Al mismo tiempo daba sus primeros pasos como actriz en Televisa, recorriendo los pasillos abarrotados de su centro de capacitación e intentando forjar su propia identidad en un entorno ferozmente competitivo.

Luis Miguel, por su parte, irrumpía en el imaginario popular como un prodigio controlado estrictamente por su padre Luis Rey y avanzando a gran velocidad de niño estrella a ídolo adolescente.

La propuesta que rechazó

Cuando Yolanda Andrade la enfrentó en televisión nacional con la pregunta directa: “¿De verdad rechazaste a Luis Miguel?”, Alejandra Ávalos no dudó.

Su “sí” fue firme, pero detrás había un contexto que ella ha repetido muchas veces para explicar por qué tomó una decisión que pocas mujeres en América Latina podrían imaginar.

En ese momento, Ávalos estaba herida emocionalmente.

Su relación con el actor Fernando Xanguerotti había terminado mal, una ruptura que ella misma describió como la más dolorosa de su vida.

Ese capítulo la dejó desconfiada del amor, reacia a exponerse a más sufrimiento y decidida a proteger lo que quedaba de su estabilidad emocional.

La canción que desató rumores

La controversia más persistente en torno a la relación de Alejandra Ávalos con Luis Miguel gira en torno a una sola canción: “Tengo todo excepto a ti”.

Lanzada en 1990, se convirtió en una de sus baladas más emblemáticas, un himno definitorio de su carrera y durante décadas Ávalos ha sugerido, a veces de forma indirecta y otras con total claridad, que fue escrita pensando en ella.

Alma gemela

Quizá el giro más dramático en los recuerdos de Alejandra Ávalos llegó cuando reveló un momento que quedó grabado para siempre en su memoria.

Luis Miguel le dijo alguna vez que eran almas gemelas.

No lo dijo a la ligera ni como un comentario pasajero.

Fue, en sus palabras, una confesión con el peso de la verdad.

Según Ávalos, él la miró fijamente y le dijo: “Cantas como yo.

Eres mi alma gemela.”

Alejandra Ávalos es una de las artistas más versátiles de México, cantante, actriz y productora que ha trabajado en televisión, cine y teatro.

Aunque su carrera estuvo con frecuencia acompañada por la sombra del casi romance con Luis Miguel, supo construir su propio camino con perseverancia y creatividad.

Su historia con “El Sol” sigue siendo un capítulo fascinante, no porque haya sido una conquista más, sino precisamente porque no lo fue.