En un evento que prometía ser una noche de música y alegría, el concierto de Agua Marina en el Círculo Militar de Chorrillos se convirtió en escenario de un ataque violento que dejó a varios heridos y sembró el pánico entre los asistentes.
Panamericana logró obtener en exclusiva el testimonio de Persin Olasco Champán, un vendedor ambulante que sobrevivió al atentado y vivió en carne propia los momentos de terror que marcaron la noche.

Persin, quien se encontraba trabajando en el evento como vendedor de bebidas, recibió un impacto de bala en la espalda.
En su relato, describe con detalle el dolor y la confusión que experimentó: “Sentí como un golpe fuerte, una quemazón y un ardor horrible.
En ese momento se me inflamó de tal forma que no sabía si estaba sangrando o qué estaba pasando.”
El vendedor, quien estaba ubicado en la zona B del concierto, cerca del escenario, fue sorprendido por las ráfagas de disparos que comenzaron a sonar entre la multitud.
“Yo estaba trabajando, pasando por en medio de la zona general cuando sucedió todo.
Los balazos comenzaron a sonar y la gente empezó a correr desesperada.”
Las imágenes del ataque han comenzado a viralizarse en redes sociales, especialmente desde la página “Soy Chorrillano”.
En los videos se puede observar cómo una moto lineal con dos sujetos huye rápidamente del lugar minutos después del atentado.
Según testigos presenciales, estos individuos podrían ser los presuntos responsables del ataque.

Persin recuerda cómo sus compañeros lo auxiliaron en medio del caos: “El dolor era tanto que salí del tumulto buscando ayuda.
Mis compañeros me llevaron al hospital Casimiro Ulloa, donde recibí los primeros auxilios.
Afortunadamente, fui dado de alta, pero el impacto emocional sigue presente.”
Este ataque no solo dejó heridas físicas en sus víctimas, sino también una profunda sensación de inseguridad entre los asistentes y la comunidad en general.
Cabe resaltar que el evento tuvo lugar en el Círculo Militar de Chorrillos, un lugar que se suponía debía ofrecer seguridad y protección a los asistentes.
Sin embargo, los hechos demuestran que nadie está completamente a salvo, incluso en lugares considerados seguros.

Los hermanos Quiroga, quienes también resultaron heridos en el ataque, se encuentran fuera de peligro al igual que Persin.
Sin embargo, el miedo y la incertidumbre permanecen entre los asistentes y sus familias.
Este hecho lamentable ha generado un llamado de atención sobre la necesidad de reforzar la seguridad en eventos masivos y garantizar la protección de los ciudadanos.
La investigación sobre el ataque continúa, y las autoridades están trabajando para identificar a los responsables.
Según la fiscalía, se ha confirmado la presencia de una quinta víctima, también un vendedor ambulante, quien se encontraba en el lugar al momento de los disparos.
El testimonio de Persin Olasco Champán es un recordatorio de la fragilidad de la seguridad en eventos públicos y de la importancia de tomar medidas preventivas para evitar tragedias como esta.
“Es la primera vez que me pasa algo así, y espero que sea la última.
Fue un momento de mucho dolor y miedo, pero agradezco estar vivo y poder contarlo.”
La comunidad de Chorrillos y los seguidores de Agua Marina han expresado su solidaridad con las víctimas del ataque, mientras que las autoridades locales han prometido intensificar las medidas de seguridad en futuros eventos.
Este incidente nos deja una lección importante: la seguridad no debe ser tomada a la ligera, especialmente en eventos que reúnen a grandes multitudes.
La protección de los asistentes debe ser una prioridad para los organizadores y las autoridades.
Por ahora, las víctimas se recuperan de sus heridas, tanto físicas como emocionales, mientras la investigación avanza para llevar a los responsables ante la justicia.
Este ataque es un recordatorio de los desafíos que enfrentamos como sociedad y de la importancia de trabajar juntos para garantizar un entorno seguro para todos.