El caso de Valeria Márquez, la joven influencer y empresaria asesinada durante una transmisión en vivo, continúa estremeciendo a México y al mundo.

Apenas han pasado diez días desde su trágica muerte, y las autoridades han reabierto el salón Blossom de Beauty Lounge en Zapopan, Jalisco, para avanzar en las investigaciones.

Lo que se encontró en el lugar ha dejado a todos sin palabras: un secreto oculto detrás del espejo principal que revela una historia de miedo, amenazas y un destino que Valeria parecía haber anticipado.

El 13 de mayo de 2025, Valeria compartía su rutina diaria con miles de seguidores en una transmisión en vivo desde su salón.

Todo parecía normal hasta que un hombre disfrazado de repartidor ingresó al establecimiento con un peluche y un café.

Sin mediar palabra, le disparó a quemarropa, dejando a más de 15,000 espectadores en estado de shock al presenciar el asesinato en tiempo real.

Desde entonces, el caso ha sido objeto de especulación, teorías y un clamor por justicia.

El salón permaneció sellado e intacto hasta la mañana del 23 de mayo, cuando un grupo de peritos, agentes ministeriales e investigadores forenses ingresaron nuevamente al lugar.

Lo que encontraron cambió el rumbo de la investigación.

En uno de los espejos principales, justo el que aparece en la última transmisión de Valeria, detectaron una leve separación entre el vidrio y el muro.

Al empujar con cuidado, descubrieron una puerta oculta, casi invisible, que daba acceso a una pequeña habitación sin ventanas.

Dentro de la habitación, las paredes estaban cubiertas con paneles acústicos y tela rosa que combinaba con la decoración del salón.

En el centro, una silla blanca, un aro de luz encendido y una cámara de video aún conectada.

Aunque la cámara estaba apagada, contenía una tarjeta de memoria con un archivo grabado un día antes del asesinato.

En el video, Valeria aparece maquillándose frente al aro de luz, con un rostro visiblemente agotado y nervioso.

“No sé si este video alguna vez será visto por alguien, pero si estás viendo esto es porque algo me pasó”, dice Valeria al inicio de la grabación.

Su voz se quiebra mientras describe cómo sentía que alguien la seguía y la vigilaba, incluso cuando cerraba el salón.

Habla de mensajes extraños que recibió, algunos pidiéndole que dejara de grabar o que no hablara de ciertas clientas.

“Si algo me llega a pasar, no fue un accidente”, concluye Valeria en el video, dejando en claro que temía por su vida.

Además del video, los investigadores encontraron una libreta rosada escondida entre los cajones de herramientas de maquillaje.

En ella, Valeria había escrito nombres acompañados de frases inquietantes como: “Ella sabe algo”, “Me miró raro cuando grabé” y “No confío en ella”.

Los nombres están siendo cotejados por la policía, y algunos ya han sido llamados a declarar.

Sin embargo, lo más perturbador ocurrió al revisar las cámaras de seguridad internas del salón.

Aunque las grabaciones habían sido entregadas previamente, se descubrió que faltaba un segmento de una hora y media, justo antes del asesinato.

Un backup parcial recuperado en la nube mostró a una persona encapuchada ingresando por la puerta trasera sin forzar la cerradura, como si tuviera una llave.

La figura desaparece del ángulo de la cámara a las 2:42 de la tarde, exactamente 18 minutos antes de que Valeria comenzara su última transmisión.

La policía también descubrió que la última clienta de Valeria, registrada en su agenda como “EM”, no dejó rastro alguno de pago ni en efectivo ni por medios digitales.

Las cámaras del centro comercial captaron a una mujer vestida de negro entrando al salón a la 1:52 de la tarde y saliendo a las 2:29, 13 minutos antes de que la figura encapuchada ingresara.

Lo extraño es que Valeria solía grabar testimonios con sus clientas, pero no hay ningún registro de video de esa sesión.

Entre los objetos personales de Valeria, se encontró una caja negra sellada con cinta industrial.

Dentro había notas escritas a mano que hablaban de amenazas, chantajes y un miedo creciente.

También había fotografías tomadas desde cámaras de seguridad hackeadas, mostrando a Valeria en su tocador con una figura oscura al fondo.

En una de las imágenes más perturbadoras, Valeria aparece saliendo del salón de noche, con una sombra inhumana detrás de ella.

Mientras tanto, en redes sociales, usuarios aseguran haber visto luces parpadeando dentro del salón por las noches, aunque la electricidad fue cortada.

Otros afirman escuchar sonidos de maquillaje y una voz susurrando: “No abras el espejo”.

Una excolaboradora del salón reveló que Valeria había tenido un colapso semanas antes de su muerte, afirmando que alguien la estaba esperando al otro lado del espejo.

El caso de Valeria Márquez no solo es un misterio policial, sino también un fenómeno viral.

El hashtag #ElSalónDeValeria ha superado el millón de menciones en redes sociales, y teorías sobre conspiraciones y fenómenos paranormales no dejan de surgir.

La familia de Valeria, devastada por su pérdida, ha decidido cerrar definitivamente el salón, pero el misterio que lo rodea sigue vivo.

A medida que las investigaciones avanzan, surgen más preguntas que respuestas.

¿Quién era “EM”? ¿Qué sabía Valeria sobre las personas que la rodeaban? ¿Por qué alguien querría silenciarla? Y lo más inquietante: ¿qué había realmente detrás del espejo?

Esta historia no solo es un recordatorio de los peligros que enfrentan las mujeres en un mundo lleno de violencia, sino también de los secretos que pueden ocultarse detrás de una sonrisa.

Valeria Márquez dejó un legado de valentía y determinación, pero también un llamado a no ignorar las señales de peligro.

Si esta historia te ha impactado, déjanos tu opinión en los comentarios.

¿Crees que lo ocurrido en el salón fue un acto premeditado o algo más oscuro? Comparte este artículo y mantente atento para más actualizaciones sobre este caso que ha conmocionado al país.