El reciente conflicto entre Alejandra Baigorria y su hermana Tamara Medina ha desatado una tormenta mediática que ha puesto en el ojo público los secretos más dolorosos de su familia.
Lo que parecía ser un asunto privado, terminó convirtiéndose en una polémica nacional tras las impactantes declaraciones de Tamara, quien reveló detalles de su infancia y la relación con su madre, Verónica Alcalá.
Este enfrentamiento ha dejado al descubierto heridas profundas, resentimientos acumulados y una lucha por sanar.

Tamara Medina, con lágrimas en los ojos, compartió ante las cámaras una carta desgarradora en la que describió su niñez como un período marcado por la violencia y el miedo.
Según su relato, su madre no solo fue una figura ausente en términos emocionales, sino que también estuvo involucrada en episodios de maltrato físico y psicológico.
“Crecí rodeada de gritos, golpes y silencios.
Aprendí que el amor podía doler y que el silencio era una forma de protección”, confesó Tamara, dejando al público atónito.
Estas declaraciones no solo sacudieron a la audiencia, sino que también provocaron una respuesta inmediata por parte de Alejandra Baigorria, quien utilizó sus redes sociales para dar su versión de los hechos.
En su cuenta de Instagram, la empresaria compartió un mensaje que, aunque no mencionaba directamente a su hermana, parecía estar dirigido a ella: “Sanar no es venganza, es paz.
Así como Cristo te perdonó, aprende tú también a perdonar”.
Este mensaje fue interpretado por muchos como un llamado a la reconciliación, pero también como una crítica velada hacia Tamara por ventilar los problemas familiares públicamente.

En una entrevista para el programa “Más Espectáculos”, Alejandra admitió que la situación familiar la ha afectado profundamente, pero recalcó que los problemas deben resolverse en el ámbito privado.
“Son temas que se deben tratar en casa.
Yo siempre he tratado de proteger a mis hermanos menores y a mi madre, pero también tengo que poner límites porque estoy construyendo mi propia familia”, declaró la empresaria, visiblemente emocionada.
Por otro lado, Sergio Baigorria, hermano de ambas, salió en defensa de su madre, Verónica Alcalá, y cuestionó las declaraciones de Tamara.
Según Sergio, su madre fue una mujer resiliente que enfrentó múltiples adversidades, incluyendo maltratos y abandono por parte de sus exparejas.
“Mi mamá lo dio todo, incluso cuando no tenía nada.
No se puede hablar de una historia sin conocerla completa”, afirmó Sergio, dejando entrever que la versión de Tamara podría estar sesgada.

El conflicto familiar alcanzó su punto más álgido durante la boda de Alejandra Baigorria en abril de 2025, cuando Tamara y Verónica protagonizaron un enfrentamiento físico frente a los invitados.
Este episodio, que fue grabado y difundido en redes sociales, se convirtió en el detonante para que Tamara decidiera romper el silencio y contar su verdad.
“Ese fue el quiebre que necesitaba para por fin hablar, para no cargar sola con esta historia”, explicó Tamara, justificando su decisión de hacer públicas sus vivencias.
A pesar de las críticas, Tamara ha dejado claro que no busca venganza, sino sanar las heridas de su pasado.
“Hablar no es traicionar, es sanar.
No quiero hacer daño, solo quiero que se entienda que hay infancias que duelen, madres que hieren y niños que crecen con el corazón hecho trizas”, expresó la joven modelo, apelando a la empatía del público.
Por su parte, Alejandra Baigorria ha optado por mantenerse al margen de la polémica y centrarse en su bienestar emocional.
En declaraciones exclusivas para el programa “Amor y Fuego”, la empresaria señaló que buscará apoyo psicológico para manejar la situación y proteger a sus hermanos menores.
“Es un tema delicado que debe mantenerse dentro de la familia.
No quiero dañar ni a uno ni al otro lado”, enfatizó.
A medida que el conflicto continúa desarrollándose, la opinión pública se encuentra dividida.
Mientras algunos apoyan a Tamara por su valentía al denunciar los abusos, otros critican su decisión de exponer los problemas familiares en un foro público.
Lo que es innegable es que esta situación ha abierto un debate sobre la importancia de la salud mental, el impacto de los traumas infantiles y la necesidad de romper el ciclo de violencia.
¿Será posible que la familia Baigorria logre superar este conflicto y encontrar la paz que tanto anhelan? Solo el tiempo lo dirá.
Por ahora, queda claro que las heridas del pasado siguen afectando el presente, y que el camino hacia la reconciliación será largo y complicado.
¿Qué opinas sobre esta polémica? ¿Crees que Tamara Medina hizo lo correcto al hablar públicamente sobre su historia o consideras que estos temas deben resolverse en privado? Déjanos tus comentarios.