A los 60 años, tras años de silencio y numerosas especulaciones sobre su vida privada, Myrka Dellanos, la legendaria periodista y presentadora de la televisión latina, finalmente habló.
Esta vez, no lo hizo para hablar de su carrera, sino para revelar un secreto que había guardado durante mucho tiempo y que marcó su vida.
“Nos vamos a casar”, dijo Myrka con voz suave, pero llena de seguridad.
La persona a la que se refería era nada menos que una mujer casi 20 años menor que ella.
Un romance que sorprendió, conmovió y generó un sinfín de debates en la opinión pública.
Hoy exploraremos la valiente, sincera y conmovedora historia de amor de Myrka Dellanos, una mujer que se atrevió a amar y a ser fiel a sí misma.
🏳️🌈 La Revelación que Hizo Temblar los Titulares
Durante décadas, el nombre de Myrka Dellanos ha sido sinónimo de elegancia, profesionalismo y éxito en la televisión latina, especialmente gracias a su trabajo en Primer Impacto.
Pero en esta ocasión, Myrka no apareció ante las cámaras para informar una noticia, sino para protagonizarla.
Fue durante una entrevista exclusiva que la periodista miró fijamente a la cámara, respiró hondo y dijo con una calma lograda tras muchas batallas internas: “Sí, es verdad. Estoy enamorada y sí, nos vamos a casar”.
El silencio en el estudio fue absoluto.
Nadie esperaba esa declaración.
No era solo el anuncio de una boda, era la revelación de un capítulo completamente inesperado en su vida, rompiendo con la imagen de solidez tradicional que había proyectado.
Lo más sorprendente llegó segundos después, cuando añadió con voz firme: “Ella es la persona con quien quiero pasar el resto de mis días”.
La frase se expandió como un eco en las redes, desatando un torbellino de reacciones que la convirtieron en tendencia mundial.
Miles de personas no daban crédito a lo que escuchaban.
Algunos la celebraban con entusiasmo.
Otros con desconcierto y juicio, pero todos, absolutamente todos, hablaban de su valiente paso.
Myrka no titubeó.
Su mirada tranquila, pero determinada, revelaba la paz de quien por fin se atreve a vivir sin máscaras.
“He pasado la vida entera hablando de las historias de los demás”, explicó.
“Pero ahora siento que es momento de contar la mía con verdad y sin miedo”.
La presentadora, que había enfrentado el escrutinio público por sus relaciones anteriores, algunas de ellas muy mediáticas, sabía perfectamente lo que su confesión implicaba.
Sin embargo, esta vez no buscaba aprobación, sino liberación.
En su declaración, habló de cómo el amor la había sorprendido cuando menos lo esperaba, en una etapa donde creía haberlo entendido todo.
“Creí que el amor ya había pasado para mí”, dijo con una sonrisa serena.
“Pero la vida siempre encuentra una manera de recordarte que no hay edad ni reglas para amar”.
Sus palabras resonaron más allá del ámbito del espectáculo.
Era la primera vez que una figura tan reconocida en el periodismo latino hablaba abiertamente sobre una relación con una mujer, rompiendo silencios que muchos habían aprendido a callar por miedo o prejuicio.
Mientras los clips de la entrevista circulaban con millones de reproducciones, Myrka se mantuvo firme.
“Es mi historia, y no quiero esconderla más”, sentenció.
Sus colegas y amigos más cercanos empezaron a pronunciarse.
Muchos expresaron apoyo incondicional, destacando su valentía y autenticidad.
“Lo que hace hoy no es escándalo, es libertad”, escribió una antigua compañera de Univisión.
No faltaron las voces críticas, que comenzaron a especular y juzgar su confesión.
Sin embargo, la periodista, fiel a su estilo, no respondió con agresión ni justificaciones.
“No pretendo convencer a nadie”, dijo en un mensaje posterior.
“Solo quiero vivir en verdad”.
Horas después de la emisión, publicó una foto en sus redes.
En la imagen, se veía su mano entrelazada con la de su pareja, ambas luciendo un anillo sencillo de compromiso.
La descripción decía simplemente: “El amor no entiende etiquetas, solo corazones”.
Miles de personas comenzaron a compartir sus propias historias, inspiradas por el gesto de Myrka.
Desde jóvenes que temían ser rechazados hasta adultos que llevaban años viviendo en silencio.
Su testimonio se convirtió en un símbolo de autenticidad.
💍 Sofía: El Amor que Llegó sin Prisa
La historia de Myrka Dellanos y su pareja, identificada como Sofía, una productora audiovisual de 42 años, comenzó de la manera más inesperada.
Myrka estaba centrada en proyectos y en mantener un equilibrio personal que le había costado años construir.
Pensó que ya lo había vivido todo.
El encuentro se dio en una gala benéfica en Miami, donde Sofía era productora.
Al principio, su conexión fue puramente profesional.
Hablaron de proyectos, pero algo en medio de aquella conversación hizo que el tiempo pareciera detenerse.
Sofía lo recordaría así: “La miré y sentí como si ya la conociera de antes, su voz, su forma de escuchar, su calma.
Era como si el universo me estuviera devolviendo a alguien que había estado buscando sin saberlo”.
La diferencia de edad, 18 años, jamás fue un obstáculo.
Myrka veía en Sofía la pasión que ella misma había perdido.
Sofía admiraba la sabiduría y serenidad que solo el tiempo puede otorgar.
“Ella me enseñó a ver la vida con más calma”, contó Sofía.
“Yo, en cambio, le recordé que aún se puede soñar”.
No fue un romance impulsivo.
Creció en silencio, en pequeños gestos.
Myrka descubrió en Sofía algo que nunca había tenido: un amor libre de máscaras.
“Ella no se enamoró de la mujer de la televisión”, dijo Myrka con ternura.
“Se enamoró de la persona que soy cuando las cámaras se apagan”.
Por eso, durante los primeros meses, ambas decidieron mantener la relación en secreto, no por vergüenza, sino por deseo de proteger algo que recién empezaba a florecer.
A los 60 años, Myrka descubría una forma de amar madura, tranquila, sin exigencias.
“Con ella no tengo que fingir nada.
No tengo que ser perfecta, solo tengo que ser yo”.
Lo que más la enamoró de Sofía no fue un gesto grandioso, sino su forma de estar: “Siempre presente, sin invadir, siempre disponible sin forzar”.
“El amor no se trata de años, sino de almas que se reconocen”.
🕊️ De la Jaula del Éxito a la Libertad
Para entender el momento que vive hoy Myrka Dellanos, hay que mirar atrás.
Durante años, su vida parecía perfecta, pero tras las cámaras había silencios que pesaban más que las palabras.
“A veces el éxito se convierte en una jaula muy bonita, pero sigue siendo una jaula”, diría años después.
La presión de ser la mujer ideal y el escrutinio de su vida privada la llevaron a un punto de quiebre.
Cuando terminó su último matrimonio, Myrka tomó una decisión radical: se alejó de todo.
“Necesitaba apagar el ruido.
Llevaba años escuchando a todos menos a mí”, explicó.
Fue durante ese retiro emocional cuando empezó a redescubrirse.
Aprendió a valorar el silencio, a disfrutar de su soledad sin miedo.
“He estado rodeada de gente, pero pocas veces me he sentido realmente vista”, dijo.
Su búsqueda interior la llevó a amarse a sí misma antes de buscar amor afuera.
Cuando conoció a Sofía, no buscaba que alguien llenara sus vacíos.
Quería compartir su plenitud.
“No llegué a su vida para que me salvara”, dijo con una sonrisa.
“Llegué porque ya me había salvado yo misma”.
La mañana en que Myrka Dellanos y Sofía decidieron anunciar su compromiso, el mensaje fue claro: “El amor no necesita permiso”.
A los 60 años, Myrka no solo estaba a punto de casarse, sino de cerrar un ciclo vital lleno de transformaciones.
Su historia, lejos de ser una simple sorpresa mediática, se ha convertido en un manifiesto silencioso de libertad y autenticidad.
“Yo no salí del closet, salí del miedo”, dijo en un foro, una frase que lo cambió todo.
Hoy, Myrka no busca volver a brillar, busca algo más simple y poderoso: vivir con verdad, aunque duela.
Y esa, quizá, sea la mayor lección que nos deja.
