¡EL INFIERNO DE EUROPA! 🥶 Músicos de Son del Duke Abandonados y Sin Pasajes: El Grito de Auxilio de Ale Seijas Antes de Renunciar. “Nos dejaron sin dinero, como si fuéramos basura.”

¡El mundo de la cumbia peruana está en ebullición!

Una nueva polémica ha estallado, centrada en la agrupación Son del Duque.

La renuncia de una de sus integrantes más carismáticas, Ale Seijas, ha desatado una ola de revelaciones escandalosas.

La dimisión de Seijas ha sido la punta del iceberg de un problema que, según se denuncia, implica maltrato laboral y situaciones precarias.

La bomba informativa explotó cuando la hermana de otra de las integrantes de la agrupación, Cassandra Chamamé, decidió romper el silencio.

La familiar de la música se cansó de las supuestas injusticias.

Denunció públicamente las condiciones en las que son tratados los artistas de la orquesta.

Antes de que se confirmaran los detalles del maltrato laboral, la noticia de la renuncia de Ale Seijas ya había causado revuelo.

Inicialmente, la noticia se manejó con mucha cautela.

Tamara Gómez, otra figura relevante del medio, reaccionó al enterarse de la dimisión.

Ella afirmó que se estaba enterando de la noticia al mismo tiempo que el público.

“Así como ustedes se están enterando recién, yo también recién me acabo de enterar y no podría yo opinar, pues, ¿no?”, comentó Gómez.

La ambigüedad inicial de la situación permitió las primeras especulaciones.

El primer comunicado de Ale Seijas, al anunciar su salida, ya sugería un problema interno.

Ella habló de una necesidad de priorización personal.

“Llegó el momento de priorizar mi bienestar emocional, ya que había situaciones y actitudes dentro del entorno que ya no me hacían sentir cómoda”, fueron las palabras iniciales de Ale Seijas.

Estas declaraciones hicieron pensar a muchos que la renuncia se debía a peleas o celos entre las vocalistas.

Este tipo de rumores son comunes en las agrupaciones femeninas.

Sin embargo, la propia Seijas salió a desmentir estas conjeturas.

Ella señaló directamente al verdadero responsable de su malestar.

La artista aclaró que su retiro no se debía a problemas con sus compañeras.

La propia Ale Seijas, en una posterior declaración, fue más específica al señalar el origen de su incomodidad.

“Opinan sin saber. Yo nunca me llevé mal con las chicas. Siempre me he llevado bien con ellas”, afirmó.

La cantante desmintió los rumores de mala relación con figuras como Alondra.

Incluso se refirió a un “beso de Judas” en el contexto de las especulaciones.

El verdadero problema, según ella, radicaba en la gestión y coordinación.

“Me retiro por temas con los coordinadores”, precisó Seijas.

La artista señaló que “lamentablemente se creían dueños” de la situación.

Afirmó que las actitudes de estas personas la hacían “no me hacían sentir bien”.

Este cambio de foco desplazó la atención de las integrantes hacia la dirección del grupo.

Pero la situación escaló a un nivel mucho más serio con la denuncia pública de la hermana de Cassandra Chamamé.

Esta mujer, cansada del silencio y el miedo, expuso lo que califica de maltrato laboral.

Su comentario fue dramático y revelador.

“Los dejaron tirados en Europa”, denunció.

Esta frase implica una falta de responsabilidad de la agrupación en un tour internacional.

La hermana de la artista se mostró sumamente preocupada por la situación de su familiar.

“Mi hermana está igual. ¿Cómo van a comer?”, inquirió con desesperación.

Las palabras apuntaron directamente a la figura del líder o dueño de la agrupación.

“Ese señor es un inhumano”, sentenció.

La denuncia detalló que los músicos no hablan por temor a las consecuencias.

“Ellos no dan detalles por miedo a represalias, pero ya basta”, expresó la familiar.

La fuente indicó que el maltrato afecta directamente a la dignidad de los artistas.

“De tanto daño a su dignidad. Siempre lo mismo con ese señor”, afirmó.

La persona detrás de la denuncia reveló que los problemas de Son del Duque no son nuevos.

“Si no era esto en Europa, son las comidas o las situaciones precarias en las que trata a sus músicos”, se lee en el comentario.

La denunciante cerró su mensaje con un llamado a la justicia y la valentía.

“Qué injusticia realmente. Haré de todo por convencerlos que hagan esto público y no tengan miedo a represalias. Ya basta”, concluyó.

Estas revelaciones han dejado al descubierto las supuestas condiciones de explotación en la cumbia.

La noticia provocó la reacción de otros personajes del medio, a menudo envueltos en controversias.

Óscar Junior, otro conocido del ambiente, celebró la renuncia de Ale Seijas.

Su reacción se dio en un contexto peculiar.

Se le ve en un hotel, hablando de costos y gastos en Europa.

“Estamos parados aquí en en un hotel”, se le escucha decir.

Óscar Junior mencionó cifras elevadas, quizás para contrastar o quizás para exponer la realidad de las giras.

“No alcanza aquí para para ya ahorita ya ya nos gastamos 100 € en un desayuno”, comentó.

Incluso hizo referencia a la comercialización de merchandising del Son del Duque, mencionando el precio de 20 € por gorra.

El debate sobre la explotación laboral en la cumbia se ha reabierto con fuerza tras la renuncia de Seijas.

Grupos como Son del Duque y La Bella Luz se encuentran a la cabeza de la lista negra de las acusaciones.

El patrón de renuncia por “bienestar emocional” se ha vuelto recurrente en estas agrupaciones.

El informe periodístico sugiere que las orquestas deberían tomar el ejemplo de Corazón Serrano.

Esta agrupación es puesta como un modelo de gestión laboral.

Se menciona que Corazón Serrano tiene a sus chicas “hasta en planilla y con vacaciones”.

Esto implica que cumplen con las normativas laborales básicas que otras agrupaciones supuestamente evaden.

La reacción de Óscar Junior al comunicado de Son del Duque fue mixta.

Él reconoció haber visto “un comunicado por ahí”.

Sin embargo, en lugar de criticar directamente, adoptó una postura más conciliadora hacia los dueños.

“Yo conozco a los dueños de de del Son del Duque, conozco también a los de al coordinador que es un gran amigo mío y sé que también son son grandes personas”, expresó.

A pesar de su defensa a los dueños, terminó reconociendo que “son cosas que pasan”.

Óscar Junior desvió la conversación hacia otros temas de la industria.

Mencionó la prohibición de contratar menores de edad, un tema que otros grupos supuestamente sí pasan por alto.

También sugirió una falta de fiscalización del Ministerio de Trabajo en otras empresas de entretenimiento.

“El Ministerio de Trabajo no se fija en qué situación laboral está tal empresa y a nosotros sí, o sea, también deberían investigar un poco, ¿no?”, declaró.

Con esto, el debate se expande más allá de Son del Duque.

Se convierte en una crítica general a las prácticas laborales en la música cumbia peruana.

La renuncia de Ale Seijas ha puesto el foco en una problemática silenciada.

La denuncia de la hermana de Cassandra Chamamé ha dado voz a los músicos que temen hablar.

La exposición de las supuestas situaciones precarias en giras internacionales es alarmante.

La situación actual de los músicos dejados “tirados en Europa” es una grave acusación de falta de humanidad y responsabilidad.

El escándalo de Son del Duque promete seguir generando reacciones y revelaciones en los próximos días.

La esperanza es que este debate impulse una mayor fiscalización y un mejor trato a los artistas.

La dignidad y el bienestar emocional, como argumentó Ale Seijas, deben ser prioridades en cualquier entorno laboral.

La industria de la cumbia está obligada ahora a mirarse al espejo.

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