César Costa, cuyo nombre real era César Roel Schreurs, nació el 13 de agosto de 1941 en la Ciudad de México, México.
A lo largo de más de seis décadas, este ícono cultural dejó una marca indeleble en la música, el cine y la televisión mexicana.
Desde sus inicios como cantante pionero de rock and roll con la banda Los Camisas Negras, hasta su papel como el entrañable padre en la comedia Papá Soltero, César Costa se convirtió en un símbolo de juventud, perseverancia y pasión.
Su estilo juvenil, energía explosiva y talento natural lo llevaron a la cima del éxito.
Sin embargo, detrás de los aplausos, las luces y los escenarios abarrotados, se escondía una vida marcada por desafíos extremos, pérdidas irreparables y una búsqueda constante de significado.
La muerte de César Costa a los 83 años deja un vacío en el corazón de sus seguidores y una historia que merece ser contada.
El mayor dolor en la vida de César Costa fue la pérdida de su hermano mayor, Antonio Roel Schreurs, quien falleció en un trágico accidente automovilístico en 1972.
Aunque rara vez habló públicamente de su dolor, sus allegados revelaron que el suceso dejó una herida que nunca sanó.
Antonio no solo fue su hermano, sino también su confidente y compañero durante los difíciles años de su juventud.
Criados en la vibrante colonia Condesa de la Ciudad de México, los dos hermanos compartían grandes sueños: desde convertirse en estrellas hasta enorgullecer a sus padres.
La muerte de Antonio ocurrió mientras César estaba en la cima de su fama con Los Camisas Negras.
La noticia destrozó la sensación de invencibilidad que le había dado la juventud y el éxito.
En una entrevista con la revista Clase en 2010, César aludió a esta pérdida diciendo que había heridas que nunca sanaban, que solo se desvanecían con el tiempo pero que siempre estaban listas para resurgir.
César Costa comenzó su carrera musical en 1958, a los 17 años, fundando Los Camisas Negras, una banda pionera del rock and roll mexicano.
Con su estilo juvenil, su característico traje negro y su voz enérgica, César irrumpió en el escenario, atrayendo a miles de adolescentes.
La banda se convirtió rápidamente en un fenómeno cultural, especializándose en versiones en inglés y canciones originales en español.
Éxitos como Adiós a Jamaica, La batalla de Jericó y Bailando el Twist dominaron las listas de éxitos y definieron el estilo de vida de la juventud mexicana, llevando el rock a un país más familiarizado con el mariachi y los boleros.
La década de 1960 fue su apogeo musical.
Tras dejar Los Camisas Negras para emprender una carrera en solitario, lanzó más de 50 álbumes, convirtiéndose en uno de los cantantes con mayores ventas de México.
En la década de 1980, César Costa logró reinventarse como actor y presentador de televisión.
Su mayor logro fue su papel en Papá Soltero, una de las comedias más exitosas de México que se emitió de 1987 a 1994.
Interpretando a César, un padre soltero con tres hijos, aportó una nueva imagen madura, divertida y cercana.
El papel no solo revitalizó su carrera, sino que también le granjeó el cariño de una nueva generación de espectadores.
La vida de César Costa fue una sinfonía colorida donde las notas altas de alegría se entrelazaban con los tonos bajos de pérdida y desafío.
Su mayor dolor, la pérdida de su hermano Antonio, fue una herida que moldeó cada aspecto de su vida, desde su forma de actuar hasta la forma en que amaba a su familia.
Su carrera, desde el estrellato del rock con Los Camisas Negras hasta el memorable papel de César en Papá Soltero, es testimonio de su talento, perseverancia y capacidad de reinventarse incluso ante contratiempos.
Sus proyectos, desde definir el rock mexicano hasta formar una familia feliz y contribuir a su comunidad, demostraron un corazón siempre abierto y apasionado.
César Costa será recordado por siempre como un ícono mexicano que cantó, actuó y vivió con todo su corazón, dejando una huella imborrable en la cultura y en los corazones de millones de fans.
Su funeral estuvo lleno de lágrimas, flores y música, un reflejo perfecto de la vida vibrante y emotiva que vivió.