David Bruce Cassidy, nacido el 12 de abril de 1950 en la ciudad de Nueva York, fue una de las figuras más emblemáticas de la cultura pop de los años 70.
Hijo del actor y cantante Jack Cassidy y de la actriz Evelyn Ward, David creció rodeado del mundo del espectáculo, lo que marcó profundamente su destino artístico.
Conocido mundialmente por su papel como el galán de la serie televisiva musical *La Familia Partridge*, Cassidy se convirtió en un ídolo adolescente que conquistó tanto la televisión como las listas de éxitos musicales.
Desde muy joven, David Cassidy mostró inclinación por la actuación y la música.
A finales de los años 60, comenzó su carrera profesional en Broadway con el musical *Fig Leaves Are Falling*.
Aunque solo se realizaron cuatro funciones, su talento fue detectado por un director de casting que lo impulsó a probar suerte en televisión.
En 1969 se mudó a Los Ángeles y firmó con Universal Studios, participando en varias series antes de conseguir el papel que lo catapultaría a la fama.
En 1970, Cassidy interpretó a Keith Partridge, el hijo de Shirley Partridge en *La Familia Partridge*, serie que no solo fue un éxito televisivo sino que también lanzó varios sencillos que alcanzaron la cima de las listas, como “I Think I Love You”.
La combinación de su atractiva imagen andrógina, su carisma y su voz lo convirtieron en un fenómeno de masas, dando inicio a la “Casidimanía”, una histeria colectiva comparable a la de otros ídolos juveniles.
Mientras filmaba la serie, David Cassidy también desarrolló una exitosa carrera musical en solitario.
Sus álbumes y sencillos vendieron millones de copias en todo el mundo, con giras que llenaban estadios y arenas en Estados Unidos, Reino Unido, Australia y otros países.
Su popularidad fue tal que sus conciertos generaban auténticas multitudes, y en ocasiones, situaciones caóticas.
Uno de los momentos más trágicos ocurrió el 26 de mayo de 1974 en un concierto en el Estadio White City de Londres, donde una estampida provocó la muerte de una adolescente y dejó cientos de heridos.
Este suceso marcó un punto de inflexión en la carrera de Cassidy, quien se mostró profundamente afectado y decidió reducir sus giras para centrarse en la composición y grabación.
A pesar del éxito, David Cassidy enfrentó constantes luchas internas.
Intentó alejarse de la imagen de ídolo adolescente y consolidarse como un músico respetable en el género rock, pero la sombra de su fama juvenil fue difícil de superar.
En los años siguientes, continuó lanzando álbumes y participando en proyectos televisivos, aunque con menos impacto comercial.
Su vida personal tampoco estuvo exenta de dificultades.
Cassidy tuvo dos hijos con la modelo Sherry Williams, incluyendo a Katie Cassidy, quien también siguió una carrera artística.
Se casó por tercera vez en 1991 y tuvo otro hijo, pero su matrimonio terminó en divorcio en 2016.
David Cassidy fue abierto sobre sus problemas con el abuso de alcohol y drogas, que afectaron gravemente su salud y su estabilidad financiera.
En 2008 enfrentó varios arrestos por conducir bajo la influencia y entró en rehabilitación.
En 2015 se declaró en bancarrota y tuvo que subastar su casa en Florida debido a sus problemas económicos.
En 2017, Cassidy reveló que padecía demencia, una enfermedad que también afectó a su abuelo y a su madre.
Sin embargo, en un documental especial poco antes de su muerte, aclaró que en realidad sufría una enfermedad hepática causada por el consumo excesivo de alcohol.
Admitió que había mentido sobre su estado para ocultar la tristeza y el vacío que sentía.
El 18 de noviembre de 2017, David Cassidy fue hospitalizado en estado crítico en Fort Lauderdale, Florida, y falleció tres días después debido a insuficiencia hepática.
Su familia emitió un comunicado expresando que murió rodeado de sus seres queridos, con alegría en el corazón y libre del dolor que lo había acompañado durante tanto tiempo.
Tras su muerte, se reveló que casi toda su fortuna fue legada a su hijo y a sus tres medios hermanos, mientras que su hija Katie no recibió beneficios, a pesar de haber estado presente en sus últimos días.
David Cassidy dejó un legado imborrable en la música y la televisión.
Su papel en *La Familia Partridge* marcó la adolescencia de una generación y su música sigue siendo recordada con cariño.
A pesar de las dificultades personales, su talento y carisma lo convirtieron en un ícono que trascendió décadas.
Su historia es también un recordatorio de los peligros de la fama temprana y las presiones que enfrentan los artistas jóvenes.
La “Casidimanía” que vivió fue tanto una bendición como una carga, y sus luchas con la adicción y la salud reflejan la complejidad detrás del estrellato.
David Cassidy fue mucho más que un ídolo adolescente; fue un artista que buscó constantemente definirse a sí mismo y superar las etiquetas que la fama le impuso.
Su vida estuvo marcada por el éxito, pero también por la tragedia y la lucha interna.
Al recordar su trayectoria, celebramos su contribución al entretenimiento y reflexionamos sobre los desafíos que enfrentan quienes viven bajo el escrutinio público desde jóvenes.
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