Darinka Ramírez, madre de la última hija del futbolista Jefferson Farfán, vivió un momento de terror absoluto al ser asaltada en la vía pública con la menor en brazos, un suceso que puso en riesgo la vida de ambas.

La reacción del “10 de la calle” ante la emergencia fue la indiferencia pública, pues Farfán se mostró “más ocupado en sus negocios” y la promoción de su línea de ropa, desatando la furia de los seguidores que lo tildan, una vez más, de padre ausente.

El escándalo se intensifica en medio de la controversia por la supuesta boda de Farfán con Xiomi Canashiro, lo que llevó a Darinka a arremeter contra la “Foquita” por su falta de interés emocional en su hija.

El clima de inseguridad en la capital ha cobrado una víctima de alto perfil, poniendo al descubierto el crudo contraste entre el glamour de la farándula y la cruda realidad social.

Hace tan solo unas horas, la vida de Darinka Ramírez, reconocida por ser la madre de la última hija de Jefferson Farfán, se detuvo en seco al ser víctima de un violento asalto a mano armada en plena vía pública.

La situación de riesgo fue doblemente alarmante, pues el asalto se perpetró mientras Darinka se encontraba con su pequeña hija, fruto de su relación con el futbolista, en sus brazos.

El suceso ha generado una ola de conmoción y ha expuesto, una vez más, la dolorosa fractura en la relación familiar con el conocido como “10 de la calle”.

EL TERROR EN LA VÍA PÚBLICA Y EL PREDIO DE LA FAMA

El incidente se produjo en un contexto de creciente inseguridad, un mal que azota a la capital y que, según reportes, se recrudece particularmente durante las fechas cercanas a la Navidad.

El blanco de los delincuentes fue, aparentemente, el móvil de alta gama que Darinka Ramírez había adquirido recientemente.

La influencer había hecho pública la compra de un codiciado iPhone 17, un celular de “alta gama, muy vistoso” que, lamentablemente, la convirtió en un objetivo fácil para los criminales.

Visiblemente afectada y aún bajo el shock del ataque, Darinka utilizó sus plataformas digitales para relatar la terrible experiencia.

Su mensaje de shock resumía el pánico vivido, pero también el alivio por haber salido ilesa, junto a su niña, del violento encuentro.

“Acabo de ser asaltada con pis y mi hija conmigo. Qué desastre el país”, escribió Darinka en un mensaje cargado de frustración y miedo.

Y aunque el país atraviesa una crisis de inseguridad, su frase final reflejó la única victoria posible en un momento así: “Pero gracias a Dios estamos a salvo”, sentenció.

El asalto fue a mano armada y con su pequeña hija en brazos, un factor que eleva la gravedad del incidente a una cuestión de máxima emergencia y pone de manifiesto la vulnerabilidad de la familia.

EL HIELO EN LA REACCIÓN DE JEFFERSON FARFÁN

Tras la publicación de este desgarrador testimonio de terror, la atención de los seguidores de la farándula se centró de inmediato en la esperada reacción de Jefferson Farfán.

El público y los medios esperaban un gesto, una llamada o un mensaje público que demostrara preocupación por la madre de su hija y, principalmente, por el shock que podría haber sufrido la menor al presenciar el violento asalto.

Sin embargo, el silencio de Farfán fue rotundo y, para muchos, imperdonable.

La reacción del “10 de la calle” no solo fue nula, sino que, según las plataformas sociales, él “minimizó por completo este hecho”.

Lejos de atender la emergencia familiar, Jefferson Farfán se mostró “más ocupado en sus negocios” y en la planificación del próximo partido de su equipo, Alianza Lima.

El futbolista utilizó sus plataformas para promocionar, con gran ímpetu, su nueva colección de ropa.

En un video publicado poco después del asalto a Darinka, se podía ver a Farfán anunciando, con total normalidad y desinterés, los nuevos colores de su línea: “Salió la nueva colección. La rojita con hueso, la negrita con hueso. Esta chocolate con hueso, verde, negra, azul con hueso, negra con blanco, blanco con negro, total black“.

Este desinterés público por el asalto y el riesgo al que fueron expuestas su ex pareja y su hija desató la furia de los seguidores, quienes condenaron la frialdad del deportista en un momento tan crítico.

PADRE AUSENTE Y EL DRAMA DE LA BODA

La nula reacción de Farfán se inserta en un contexto previo de acusaciones de abandono emocional por parte de Darinka Ramírez.

La madre de su hija lo ha tildado en repetidas ocasiones de ser un “padre ausente”.

Según las declaraciones de Darinka, a Jefferson Farfán “poco o nada le importa pasar tiempo con su niña”.

Aunque el futbolista cumple con sus obligaciones básicas y materiales (“Cumple con lo mismo de siempre”), la niña crece y pronto comenzará el colegio, sin que exista una conexión emocional profunda con su progenitor.

“La niña crece, tú sabes, ya va a entrar al colegio y bueno, qué te puedo decir. Ya es una algo que que se repite se repite”, confesó Darinka con frustración, señalando un patrón de desinterés que se mantiene en el tiempo.

El conflicto se agudizó con los rumores de que Farfán pronto se casaría con Xiomi Canashiro.

Esta noticia cayó como una bomba para Darinka.

La madre de su hija arremetió contra Farfán, recordando que, en su momento, él le había asegurado que “nunca se quería casar” con alguna mujer.

“No, a mí me dijo que nunca se quería casar, pero cada persona fluye, pues en cada relación”, declaró con resignación, aunque la incoherencia en las palabras del futbolista resulta innegable.

Darinka Ramírez sentenció con una frase lapidaria que resume su decepción sobre el rol paternal de Farfán.

“Papá que quiere estar está y te toca la puerta por último si quiere ver a su hija”, afirmó la mujer, indicando que el interés debe ser una iniciativa genuina y constante del padre, algo que Farfán no demuestra.

El asalto a Darinka Ramírez, con la hija de Farfán en peligro, no solo es una noticia de crónica roja, sino una exposición pública de la indiferencia que rodea a la vida privada del “10 de la calle” y la triste realidad de una familia destrozada por la falta de un vínculo afectivo real.