La Madre de John Lennon: La Decisión Que Destruyó a Su Familia

El 15 de julio de 1958, Julia Lennon cruzaba una calle en Liverpool cuando un coche la atropelló, causándole la muerte instantánea.

Su hijo John tenía 17 años y apenas comenzaban a reconstruir su relación tras 12 años separados.

Esa tragedia marcó para siempre la vida de John, pero para comprender el profundo impacto de esta pérdida, es necesario retroceder en el tiempo y conocer quién fue Julia Stanley antes de convertirse en la madre ausente de uno de los músicos más influyentes del siglo XX.

Mothers of Beatles” Today we look at Julia Lennon. It is well known among  Beatles fans of John's pure admiration for his mother. She was  high-spirited, musical, and having a strong sense

Julia nació en 1914 en una familia de clase trabajadora en Liverpool.

Era la menor de cinco hermanas, con cabello castaño rojizo, ojos claros y una risa contagiosa que iluminaba cualquier habitación.

Musical y espontánea, Julia no encajaba en las estrictas normas sociales de la época.

Tocaba el banjo, cantaba en reuniones familiares y vivía con una libertad que contrastaba con la rigidez de la sociedad.

 

En 1938, a los 24 años, conoció a Alfred Lennon, un marinero mercante carismático pero poco confiable, que bebía en exceso y desaparecía durante meses en sus viajes por el Atlántico.

Julia se enamoró de él y se casaron ese mismo año.

Dos años después, en plena Segunda Guerra Mundial, nació John Winston Lennon en medio de los bombardeos nazis sobre Liverpool.

 

Los primeros años de John fueron caóticos.

Alfred pasaba la mayor parte del tiempo en el mar y enviaba dinero solo cuando podía, lo cual era raro.

Julia, joven e inexperta, hacía lo que podía para cuidar a su hijo sola en un pequeño apartamento.

Sin embargo, la inestabilidad y la falta de apoyo la llevaron a enamorarse de John Dikins, un camarero tranquilo y estable.

Julia quedó embarazada de él en 1945, pero el divorcio no era socialmente aceptable en aquel entonces, por lo que quedó atrapada en una situación complicada.

The Beatles: John Lennon was 'utterly distraught with no support after  mother's death' | Music | Entertainment | Express.co.uk

Fue entonces cuando Mimi Smith, la hermana mayor de Julia, decidió intervenir.

Mimi era todo lo contrario a Julia: rígida, controladora y obsesionada con las apariencias.

Vivía en una casa acomodada y sin hijos.

Al ver que Julia luchaba por criar a John, decidió que el niño necesitaba estabilidad y que Julia no estaba en condiciones de cuidarlo.

 

En 1945, Mimi llegó al apartamento de Julia y le anunció que se llevaría a John con ella.

Aunque Julia protestó, Mimi fue implacable.

Argumentó que el niño merecía algo mejor y que si Julia realmente lo amaba, debía dejarlo ir.

Julia, aunque dolida, aceptó porque creía que Mimi tenía razón.

 

Así, a los cinco años, John Lennon fue arrancado de los brazos de su madre y llevado a vivir con su tía.

Las visitas de Julia eran esporádicas e irregulares, y John esperaba en la ventana buscando su rostro en cada mujer que pasaba, pero la mayoría de las veces ella no llegaba.

Mimi le decía que su madre estaba ocupada y que era mejor así.

La trágica muerte de la madre de John Lennon John y su madre Julia fueron  abandonados por el padre Freddie Lennon, por ello Julia sufrió de una  estabilidad emocional que devino en

Durante años, nadie le contó a John que Julia había tenido dos hijas más con John Dikins, quienes crecieron con la presencia diaria y el cariño que él nunca tuvo.

John descubrió la verdad a los 11 años, cuando visitó a Julia y vio a sus hermanas.

La revelación lo dejó en silencio, con un dolor profundo que Mimi no pudo explicar.

 

La relación entre John y Mimi fue complicada.

Ella le dio un hogar y estabilidad, pero nunca fue cariñosa ni expresiva con él.

Mimi creía que el afecto debilitaba a los niños y crió a John con mano dura.

Cuando John mostró interés por la música, Mimi lo desaprobó, llamando a la guitarra un instrumento de vagabundos.

Sin embargo, en secreto, sentía orgullo por su sobrino.

 

A pesar de la distancia emocional, Julia comenzó a visitar a John con más frecuencia cuando él tenía 15 años.

Le enseñó a tocar el banjo, le mostró acordes y compartió con él canciones populares de su infancia.

Para John, estas visitas fueron un respiro, una conexión con la madre que siempre había esperado.

3 curiosidades sobre "Julia", el homenaje de John Lennon a su madre

Sin embargo, la reconciliación no fue fácil.

John estaba resentido por el abandono y la presencia de sus hermanas, y a menudo discutía con Julia.

Ella no se defendía, solo escuchaba, explicando que había sido joven, inexperta y que Mimi la había convencido de que era lo mejor para John.

 

En julio de 1958, John visitaba a Julia casi semanalmente.

Ella lo alentaba con la música y le decía que estaba orgullosa de él, algo que John no recordaba haber escuchado antes.

Pero esa misma noche, Julia murió atropellada por un coche mientras cruzaba una calle.

 

John recibió la noticia de Mimi, y aunque no lloró en ese momento, la pérdida lo marcó profundamente.

Se encerró en sí mismo, comenzó a beber y a meterse en peleas.

Su relación con su novia Cynthia Powell fue turbulenta, alternando entre la necesidad desesperada y la crueldad.

 

John replicó sin querer el patrón de abandono que sufrió.

Cuando tuvo un hijo con Cynthia, Julian, no estuvo presente en su crianza debido a la fama, las giras y su relación con Yoko Ono.

Julian creció esperando la atención de su padre, pero aprendió a no molestar y a hacerse pequeño, igual que John en su infancia.

La relación entre John y Julian fue distante y complicada.

Solo en sus últimos años intentó reconectar con él, planeando visitas y llamadas que quedaron truncadas por el asesinato de John en 1980.

 

La historia de Julia, John y Julian Lennon es una tragedia familiar que muestra cómo las heridas emocionales pueden transmitirse de generación en generación.

Julia no fue una mala madre, sino una mujer atrapada en una sociedad que no perdonaba su situación.

Mimi actuó con la intención de proteger, pero su rigidez y falta de afecto dejaron cicatrices.

 

John, a pesar de su talento y fama, nunca pudo sanar completamente la herida de la ausencia materna y repitió inconscientemente ese patrón con su propio hijo.

Esta historia nos invita a reflexionar sobre la importancia del amor presente, constante y sincero en la familia, y sobre cómo el trauma no sanado puede perpetuarse hasta que alguien decida romper el ciclo.

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